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Śrīmad-bhāgavatam 1.18.26

Texto

pratiruddhendriya-prāṇa-
mano-buddhim upāratam
sthāna-trayāt paraṁ prāptaṁ
brahma-bhūtam avikriyam

Palabra por palabra

pratiruddha — reprimidos; indriya — los órganos de los sentidos; prāṇa — el aire de la respiración; manaḥ — la mente; buddhim — inteligencia; upāratam — inactivo; sthāna — lugares; trayāt — de los tres; param — trascendental; prāptam — logrado; brahma-bhūtam — cualitativamente igual al Absoluto Supremo; avikriyam — no afectado.

Traducción

Los órganos de los sentidos del muni, y su respiración, mente e inteligencia, estaban todos apartados de las actividades materiales, y él se hallaba en un trance, apartado de los tres estados [vigilia, sueño e inconsciencia], habiendo alcanzado una posición trascendental que era cualitativamente igual a la del Absoluto Supremo.

Significado

Parece ser que el muni, en cuya ermita entró el rey, estaba sumido en un trance yóguico. La posición trascendental se logra a través de tres procesos, a saber, el proceso de jñāna, o el conocimiento teórico acerca de la trascendencia; el proceso de yoga, o el verdadero logro del trance mediante la manipulación de las funciones fisiológicas y psicológicas del cuerpo; y el muy aprobado proceso de bhakti-yoga, o el de ocupar los sentidos en el servicio devocional del Señor. También en el Bhagavad-gītā tenemos la información acerca del desarrollo gradual de la percepción desde la materia hasta la entidad viviente. Nuestro cuerpo y mente materiales se desarrollan a partir de la entidad viviente, el alma, y como estamos influidos por las tres cualidades de la materia, olvidamos nuestra verdadera identidad. El proceso de jñāna especula teóricamente acerca de la realidad del alma. Pero el bhakti-yoga ocupa de hecho al espíritu en la ejecución de actividades. La percepción de la materia se trasciende hasta estados aún más sutiles de los sentidos. Los sentidos se trascienden hasta la mente, que es más sutil, y luego hasta las actividades respiratorias, llegando gradualmente a la inteligencia. Más allá de la inteligencia, el alma viviente se llega a comprender mediante las actividades mecánicas del sistema de yoga, o la práctica de la meditación en la que se contienen los sentidos, regulando el sistema respiratorio y aplicando la inteligencia para elevarse a la posición trascendental. Este trance detiene todas las actividades materiales del cuerpo. El rey vio al muni en esa posición. Él también vio al muni de la siguiente manera.