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CC Madhya-līlā 22.16

Texto

kāmādīnāṁ kati na katidhā pālitā durnideśās
teṣāṁ jātā mayi na karuṇā na trapā nopaśāntiḥ
utsṛjyaitān atha yadu-pate sāmprataṁ labdha-buddhis
tvām āyātaḥ śaraṇam abhayaṁ māṁ niyuṅkṣvātma-dāsye

Palabra por palabra

kāma-ādīnām — de mis amos, como la lujuria, la ira, la codicia, la ilusión y la envidia; kati — cuántos; na — no; katidhā — de cuántas maneras; pālitāḥ — obedecidas; duḥ-nideśāḥ — órdenes indeseables; teṣām — de ellos; jātā — generadas; mayi — a mí; na — no; karuṇā — misericordia; na — no; trapā — vergüenza; na — no; upaśāntiḥ — deseo de cesar; utsṛjya — abandonando; etān — a todos ésos; atha — con esto; yadu-pate — ¡oh, príncipe de la dinastía Yadu!; sāmpratam — ahora; labdha-buddhiḥ — habiendo despertado la inteligencia; tvām — a Ti; āyātaḥ — he acudido; śaraṇam — que eres el refugio; abhayam — libre de temor; mām — a mí; niyuṅkṣva — por favor, ocupa; ātma-dāsye — en Tu servicio personal.

Traducción

«¡Oh, mi Señor!, las indeseables órdenes de los deseos de disfrute no tienen límite. Aunque ya he ofrecido a esos deseos muchísimo servicio, no me han dado muestra alguna de misericordia. Ni me he avergonzado de servirlos, ni he deseado nunca abandonarlos. Sin embargo, ¡oh, mi Señor, líder de la dinastía Yadu!, recientemente mi inteligencia ha despertado y ahora los estoy abandonando. Debido a la inteligencia trascendental, ahora me niego a obedecer a las indeseables órdenes de esos deseos, y vengo a Ti para entregarme a Tus pies de loto, que están libres de temor. Por favor, ocúpame en Tu servicio personal y sálvame.»

Significado

Este verso se cita también en el Bhakti-rasāmṛta-sindhu (3.2.25). Cuando cantamos el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, estamos diciendo: «¡Hare! ¡Oh, energía del Señor! ¡Oh, mi Señor Kṛṣṇa!». De ese modo nos dirigimos al Señor y a Su potencia espiritual, representados como Rādhā-Kṛṣṇa, Sītā-Rāma o Lakṣmī-Nārāyaṇa. El devoto siempre ora al Señor y a Su energía interna (consorte) de modo que pueda ocuparse en Su servicio amoroso trascendental. Al alcanzar su verdadera energía espiritual y entregarse plenamente a los pies de loto del Señor, el alma condicionada trata de ocuparse en el servicio del Señor. Ésa es la verdadera posición constitucional de la entidad viviente.