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CC Ādi-līlā 7.127

Texto

prākṛta-vastute yadi acintya-śakti haya
īśvarera acintya-śakti, — ithe ki vismaya

Palabra por palabra

prākṛta-vastute—en cosas materiales; yadi—si; acintya—inconcebible; śakti—potencia; haya—se hace posible; īśvarera—del Supremo Señor; acintya—inconcebible; śakti—potencia; ithe—en esto; ki—qué; vismaya—maravilloso.

Traducción

«Si existe tal potencia inconcebible en objetos materiales, ¿por qué no creer en la potencia inconcebible de la Suprema Personalidad de Dios?

Significado

El argumento de Śrī Caitanya Mahāprabhu formulado en este verso puede comprenderlo fácilmente incluso un hombre común con sólo pensar en las actividades del Sol, que ha estado dando cantidades ilimitadas de calor y de luz desde tiempo inmemorial, y sin embargo, su poder no ha decrecido ni siquiera ligeramente. La ciencia moderna acepta que la luz del Sol es lo que mantiene toda la manifestación cósmica, y en realidad, puede verse que las acciones y reacciones de la luz del Sol mantienen en orden todo el universo. El crecimiento de las plantas e incluso la rotación de los planetas se deben a la luz y el calor del Sol. A veces, por consiguiente, los científicos modernos consideran que el Sol es la causa original de la creación, sin saber que el Sol es solamente un medio, porque también ha sido creado por la energía suprema de la Suprema Personalidad de Dios. Aparte del Sol y de la piedra de toque, hay otras muchas cosas materiales que transforman su energía de diferentes maneras y, sin embargo, permanecen como son. Por tanto, no es necesario que la causa original, la Suprema Personalidad de Dios, cambie por el hecho de que cambien o se transformen Sus diferentes energías.

La falsedad de la explicación del Śrīpādā Śaṅkarācārya del vivarta-vāda y del pariṇāma-vāda ha sido detectada por los ācāryas vaiṣṇavas, en especial Jīva Gosvāmī, cuya opinión es que, en realidad, Śaṅkara no comprendió el Vedānta-sūtra. En la explicación que da Śaṅkara del sūtra ānanda-mayo 'bhyāsāt, ha interpretado el afijo mayaṭ con tal malabarismo de palabras, que esta misma explicación es la prueba del poco conocimiento que tenía del Vedānta-sūtra, y de que lo único que quería era apoyar su impersonalismo mediante los aforismos de la filosofía vedānta. Pero, en realidad, fracasó en su intento, puesto que no pudo proponer argumentos sólidos. A este respecto, Śrīla Jīva Gosvāmī cita la frase brahma pucchaṁ pratiṣṭhā (Taittirīya Up. 2.5), que da evidencia védica de que el Brahman es el origen de todo. Al explicar este verso, Śrīpāda Śaṅkarācārya interpretó varias palabras sánscritas de tal modo que implicaban, según Jīva Gosvāmī, que Vyāsadeva conocía muy poco la lógica superior. Tal desviación sin escrúpulos del verdadero significado del Vedānta-sūtra ha creado una clase de hombres que, con malabarismos de palabras, tratan de sacar diversos significados indirectos de las Escrituras védicas, en especial de la Bhagavad-gītā. Uno de ellos ha llegado a decir que la palabra kurukṣetra se refiere al cuerpo. Sin embargo, una interpretación como ésta implica que ni Śrī Kṛṣṇa ni Vyāsadeva conocían de manera apropiada el uso del lenguaje o su ajuste etimológico. Llevan a la gente a asumir que, puesto que Śrī Kṛṣṇa no podía comprender el significado de lo que estaba diciendo, y como Vyāsadeva no sabía el significado de lo que estaba escribiendo, Śrī Kṛṣṇa dejó Su libro para que los māyāvādīs lo explicasen más tarde. Estas interpretaciones no son más que una prueba de que sus defensores tienen muy poco sentido filosófico.

En lugar de perder el tiempo en extraer de un modo falso estos significados indirectos del Vedānta-sūtra y otras Escrituras védicas, hay que aceptar las palabras de estas obras tal y como son. Al presentar la Bhagavad-gītā tal y como es, no hemos cambiado el significado de las palabras originales. Igualmente, si se estudia el Vedānta-sūtra tal y como es, sin adulteraciones caprichosas, puede comprenderse muy fácilmente. Śrīla Vyāsadeva, por tanto, explica el Vedānta-sūtra comenzando por el primer sūtra, janmādy asya yataḥ, en su Śrīmad-Bhāgavatam (1.1.1):

janmādy asya yato ’nvayād itarataś cārtheṣv abhijñaḥ sva-rāṭ

«Yo medito en Él (Śrī Kṛṣṇa), la Realidad Trascendental, que es la causa primigenia de toda causa, de quien surgen todos los universos manifiestos, en quien descansan y por quien serán destruidos. Yo medito en el Señor eternamente radiante, que es consciente, directa e indirectamente, de todas las manifestaciones y, sin embargo, es plenamente independiente». La Suprema Personalidad de Dios sabe muy bien cómo hacerlo todo perfectamente. Él es abhijña, siempre plenamente consciente. El Señor dice en la Bhagavad-gītā (7.26) que Él conoce todo, pasado, presente y futuro, pero que nadie más que un devoto Le conoce a Él tal y como es. Por tanto, la Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios, es comprendida, por lo menos parcialmente, por los devotos del Señor, pero los filósofos māyāvādīs, que especulan innecesariamente para comprender la Verdad Absoluta, sólo pierden el tiempo.