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CC Ādi-līlā 7.120

Texto

hena jīva-tattva lañā likhi’ para-tattva
ācchanna karila śreṣṭha īśvara-mahattva

Palabra por palabra

hena—esas degradadas; jīva-tattva—las entidades vivientes; lañā—considerándolas; likhi’—habiendo escrito; para-tattva—como el Supremo; ācchanna—cubriendo; karila—hizo; ṣreṣṭha—la Suprema Personalidad de Dios; īśvara—del Señor; mahattva—glorias.

Traducción

«La filosofía māyāvāda está tan degradada que considera que las insignificantes entidades vivientes son el Señor, la Verdad Suprema, cubriendo así con el monismo la gloria y la supremacía de la Verdad Absoluta.

Significado

Śrīla Bhaktivinoda Ṭhākura dice a este respecto que, en todas las Escrituras védicas, la jīva-tattva, la verdad de las entidades vivientes, se menciona como una de las energías del Señor. Si no se admite que la entidad viviente es una chispa minúscula e infinitesimal del Supremo, sino que se iguala la jīva-tattva con el Brahman Supremo, la Suprema Personalidad de Dios, hay que entender que toda esta filosofía está basada en un error. Por desgracia, Śrīpāda Śaṅkarācārya pretendía intencionadamente que la jīva-tattva, la entidad viviente, es igual al Dios Supremo. Por tanto, toda su filosofía está basada en un error, y desvía a la gente hacia el ateísmo. De este modo, la misión de la vida humana se malogra. La misión de la vida humana, como se describe en la Bhagavad-gītā, consiste en entregarse al Señor Supremo y hacerse Su devoto; pero la filosofía māyāvāda desvía a la persona de manera que llega a desafiar el hecho de la existencia de la Suprema Personalidad de Dios y a alardear de ser ella el Supremo Señor. De este modo, ha desviado a cientos de miles de hombres inocentes.

En el Vedānta-sūtra, Vyāsadeva ha dicho que la Suprema Personalidad de Dios es potente, y que todas las cosas, materiales o espirituales, no son sino emanaciones de Su energía. El Señor, el Brahman Supremo, es el origen o fuente de todo (janmādy asya yataḥ), y todas las demás manifestaciones son emanaciones de diferentes energías del Señor. Esto también está confirmado en el Viṣṇu Purāṇa:

eka-deśa-sthitasyāgnerjyotsnā vistāriṇī yathā
parasya brahmaṇaḥ śaktis
tathedam akhilaṁ jagat

«Todo lo que vemos en este mundo es sencillamente una expansión de las diferentes energías de la Suprema Personalidad de Dios, que es exactamente como un fuego que extiende su luz a una gran distancia, aunque está situado en un lugar». Ésta es una analogía muy gráfica. Análogamente, se dice que así como en el mundo material todo existe en la luz del Sol, que es la energía del Sol, todas las cosas existen en base a la energía espiritual y material de la Suprema Personalidad de Dios. De manera que aunque Kṛṣṇa está en Su propia morada (goloka eva nivasaty akhilātma-bhūtaḥ (Bs. 5.37)), donde disfruta de Sus pasatiempos trascendentales con los pastorcillos de vacas y las gopīs, Él, sin embargo, está presente en todas partes, incluso en el interior de los átomos de este universo (aṇḍāntara-stha-paramāṇu-cayāntara-stham (Bs. 5.35)). Éste es el veredicto de las Escrituras védicas.

Por desgracia, la filosofía māyāvāda, desviando a la gente al pretender que la entidad viviente es el Señor, ha hecho estragos por el mundo entero y ha conducido a casi todos a no creer en Dios. Al cubrir de esta manera las glorias del Señor Supremo, los filósofos māyāvaḍīs han causado el mayor de los perjuicios a la sociedad humana. Con la intención de contrarrestar estas acciones sumamente abominables de los filósofos māyāvādīs, Śrī Caitanya Mahāprabhu introdujo el mahā-mantra Hare Kṛṣṇa:

harer nāma harer nāmaharer nāmaiva kevalam
kalau nāsty eva nāsty eva
nāsty eva gatir anyathā

«En esta era de riñas e hipocresía, el único medio de liberación consiste en cantar el santo nombre del Señor. No hay otra manera. No hay otra manera. No hay otra manera». La gente debe ocuparse simplemente en el canto del mahā-mantra Hare Kṛṣṇa, porque así, gradualmente, llegarán a comprender que no son la Suprema Personalidad de Dios, que es lo que les han enseñado los filósofos māyāvādīs, sino que son eternos sirvientes del Señor. Tan pronto como la persona se ocupa en el servicio trascendental del Señor, consigue la libertad.

māṁ ca yo ’vyabhicāreṇabhakti-yogena sevate
sa guṇān samatītyaitān
brahma-bhūyāya kalpate

«Aquel que se entrega por entero al servicio devocional, que no cae bajo ninguna circunstancia, trasciende de inmediato las modalidades de la naturaleza material y así alcanza el nivel del Brahman» (Bg. 14.26). Por tanto, el movimiento Hare Kṛṣṇa o movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa es la única luz para las insensatas entidades vivientes que creen, o bien que no hay Dios, o bien que, si Dios existe, no tiene forma y que ellos también son Dios. Estos conceptos erróneos son muy peligrosos, y el único medio de contrarrestarlos consiste en propagar el movimiento Hare Kṛṣṇa.