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CC Ādi-līlā 7.118

Texto

apareyam itas tv anyāṁ
prakṛtiṁ viddhi me parām
jīva-bhūtāṁ mahā-bāho
yayedaṁ dhāryate jagat

Palabra por palabra

aparā—inferior; iyam—este mundo material; itaḥ—además de este; tu—pero; anyām—otra; prakṛtim—energía; viddhi—intenta entender; me—Mía; parām—superior; jīva-bhūtām—incluye a las entidades vivientes; mahā-bāho—¡oh, el de los poderosos brazos!; yayā—por las cuales; idam—este mundo material; dhāryate—es utilizado o explotado; jagat—el mundo material.

Traducción

«“¡Oh, Arjuna, el de los poderosos brazos! Además de estas energías inferiores, hay otra energía Mía superior, que incluye a las entidades vivientes que están explotando los recursos de esta naturaleza inferior material.’’

Significado

En la Bhagavad-gītā se explica que los cinco elementos (tierra, agua, fuego, aire y éter) constituyen la energía densa de la Verdad Absoluta, y que hay también tres energías sutiles, a saber, la mente, la inteligencia y el ego falso, o identificación con el mundo fenomenal. De modo que la manifestación cósmica entera se divide en ocho energías, inferiores todas ellas. Como explica la Bhagavad-gītā (mama māyā duratyayā), la energía inferior, llamada māyā, es tan fuerte que, aunque la entidad viviente no pertenezca a esa energía, debido a la fuerza superior de la energía inferior, la entidad viviente (jīva-bhūta) olvida su condición real y se identifica con dicha energía. Kṛṣṇa dice claramente que más allá de la energía material hay una energía superior conocida como jīvabhūta, las entidades vivientes. Al entrar en contacto con la energía material, esta energía superior conduce todas las actividades del mundo material fenomenal entero.

La causa suprema es Kṛṣṇa (janmādy asya yataḥ), que es el origen de todas las energías, las cuales actúan de diversas maneras. La Suprema Personalidad de Dios tiene las dos energías, la inferior y la superior, y la diferencia entre ellas consiste en que la energía superior es objetiva y real, mientras que la inferior es un reflejo de la superior. El reflejo del Sol en un espejo o en el agua parece ser el Sol, pero no lo es. Análogamente, el mundo material no es más que un reflejo del mundo espiritual. Aunque parece que es real, no lo es; no es más que un reflejo temporal, mientras que el mundo espiritual es una realidad objetiva. El mundo material, con sus formas físicas y sutiles, es meramente un reflejo del mundo espiritual.

La entidad viviente no es un producto de la energía material; es energía espiritual, que en contacto con la materia, olvida su identidad. Así pues, la entidad viviente se identifica con la materia y se ocupa con entusiasmo en actividades materiales, bajo la apariencia de un tecnólogo, científico, filósofo, etc. La entidad viviente no sabe que no es un producto material sino espiritual. Habiendo perdido su verdadera identidad, lucha duramente en el mundo material, y el movimiento Hare Kṛṣṇa, o movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, trata de revivir su conciencia original. Sus actividades, como la construcción de grandes rascacielos, es prueba de inteligencia, pero esta clase de inteligencia no es avanzada ni mucho menos. Debe saber que lo que realmente importa es liberarse del contacto material, porque al absorber la mente en actividades materiales, vuelven a tomarse cuerpos materiales una y otra vez, y aunque falsamente se pretenda ser muy inteligente, en el estado de conciencia material nadie lo es. Cuando hablamos del movimiento para la conciencia de Kṛṣṇa, que se propone hacer que la gente sea inteligente, la entidad viviente condicionada lo comprende de manera equivocada. La gente está tan inmersa en el concepto material de la vida que no cree que pueda haber ninguna actividad basada realmente en una inteligencia que esté más allá de la construcción de rascacielos y grandes carreteras y la fabricación de coches. Esto es prueba de māyayāpahṛta-jñāna, la pérdida de toda inteligencia por la influencia de māyā. Cuando una entidad viviente se libera de estos conceptos erróneos, se llama liberada. Cuando está realmente liberada, no se identifica ya con el mundo material. El signo de mukti (liberación) es el ocuparse en actividades espirituales en lugar de ocuparse falsamente en actividades materiales.

El servicio devocional trascendental de amor es la actividad espiritual del alma espiritual. Los filósofos māyāvādīs confunden esta actividad espiritual con la material, pero la Bhagavad-gītā (14.26) confirma:

māṁ ca yo ’vyabhicāreṇabhakti-yogena sevate
sa guṇān samatītyaitān
brahma-bhūyāya kalpate

El que se ocupa en las actividades espirituales del servicio devocional puro (avyabhicāriṇī-bhakti) es elevado inmediatamente al nivel trascendental y debe ser considerado brahma-bhūta, que indica que ya no está en el mundo material, sino en el espiritual. El servicio devocional es iluminación, o despertar. Cuando la entidad viviente realiza las actividades espirituales a la perfección, bajo la dirección de un maestro espiritual, llega a tener un conocimiento perfecto, y comprende que no es Dios, sino un sirviente de Dios. Como ha explicado Śrī Caitanya Mahāprabhu: jīvera ‘svarūpa’ haya — kṛṣṇera ‘nitya-dāsa’: La identidad real de la entidad viviente consiste en ser un sirviente eterno del Supremo (Cc. Madhya 20.108). Mientras no se llega a esta conclusión, se permanece en la ignorancia. Esto también lo confirma el Señor en la Bhagavad-gītā (7.19): bahūnāṁ janmanām ante jñānavān māṁ prapadyate... sa mahâtmâ su-durlabhaḥ, «Después de nacer muchas veces y luchar por la existencia y cultivar el conocimiento, cuando alcanza el verdadero conocimiento, el ser viviente se entrega a Mí. Este avanzado mahātma, gran alma, se encuentra raras veces». Así pues, aunque los filósofos māyāvādīs parecen muy avanzados en conocimiento, aún no han alcanzado la perfección. Para llegar a la perfección deben entregarse voluntariamente a Kṛṣṇa.