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CC Ādi-līlā 4.30

Texto

āmiha nā jāni tāhā, nā jāne gopī-gaṇa
duṅhāra rūpa-guṇe duṅhāra nitya hare mana

Palabra por palabra

āmiha—Yo; nā jāni—no sabré; tāhā—que; nā jāne—no sabrán; gopī-gaṇa—las gopīs; duṅhāra—de las dos; rūpa-guṇe—la belleza y cualidades; duṅhāra—de las dos; nitya—siempre; hare—arrebatan; mana—las mentes.

Traducción

«Ni las gopīs ni Yo nos daremos cuenta de ello, porque la mente de uno estará siempre absorta en las cualidades y belleza del otro.

Significado

En el cielo espiritual, Nārāyaṇa rige en los planetas Vaikuṇṭhas. Sus devotos tienen los mismos rasgos que Él, y allí los intercambios de devoción tienen lugar al nivel de reverencia. Pero por encima de todos estos planetas Vaikuṇṭhas se encuentra Goloka, o Kṛṣṇaloka, donde la Personalidad de Dios original, Kṛṣṇa, manifiesta totalmente Su potencia de placer en libres relaciones de amor. Puesto que los devotos del mundo material no conocen casi nada sobre estas relaciones, el Señor Se las quiere mostrar.

En Goloka Vṛndāvana existe un intercambio de amor llamado parakīya-rasa. Es algo parecido a la atracción que puede sentir una mujer casada por un hombre que no es su marido. En el mundo material, esta clase de relación es sumamente abominable, porque es un reflejo pervertido del parakīya-rasa del mundo espiritual, donde es la más elevada forma de relación amorosa. Estos sentimientos entre el devoto y el Señor se presentan por la influencia de yogamāyā. La Bhagavad-gītā afirma que los devotos del grado más elevado están bajo el cuidado de daiva-māyā, o yogamāyā. Mahātmānas tu māṁ pārtha daivīṁ prakṛtim āśritāḥ (Bg. 9.13). Aquellos que son realmente grandes almas (mahātmās) están totalmente absortos en el estado de conciencia de Kṛṣṇa, siempre ocupados al servicio del Señor. Estos mahātmās están bajo el cuidado de daivī prakṛti, o yoga-māyā, que crea una situación en la que el devoto está preparado para transgredir todos los principios regulativos, sólo para amar a Kṛṣṇa. Por naturaleza, al devoto no le gusta transgredir las leyes de reverencia a la Suprema Personalidad de Dios, pero bajo la influencia de yogamāyā, está dispuesto a hacer cualquier cosa para amar mejor al Señor Supremo.

Aquellos que están bajo el hechizo de la energía material no pueden apreciar de ninguna manera la acción de yogamāyā, porque al alma condicionada le será difícil comprender la reciprocidad pura entre el Señor y Su devoto. Pero al ejecutar el servicio devocional bajo los principios regulativos, se puede alcanzar un nivel muy elevado, y entonces comenzar a apreciar las relaciones de amor puro bajo la dirección de yogamāyā.

En el sentimiento de amor espiritual provocado por la potencia yogamāyā, lo mismo el Señor Śrī Kṛṣṇa que las doncellas de Vraja se olvidan de sí mismos en arrebato espiritual. Por la influencia de este olvido, la atractiva belleza de las gopīs tiene una función importante en la satisfacción trascendental del Señor, que no tiene relación alguna con el sexo mundano. Como el amor espiritual por Dios está por encima de todo lo mundano, superficialmente parece que las gopīs vulneran los códigos de la moralidad mundana. Esto confunde siempre a los moralistas mundanos. Por esto, yogamāyā cubre al Señor y Sus pasatiempos a los ojos de la gente mundana, como se confirma en la Bhagavad-gītā, donde el Señor dice que Se reserva el derecho de no exponerse a todos.

Por la acción de yogamāyā es posible que el Señor y las gopīs, en éxtasis de amor, a veces se encuentren y a veces se separen. Estas relaciones de amor trascendental del Señor son inimaginables para los empíricos enfrascados en el aspecto impersonal de la Verdad Absoluta. Por esto, el Señor mismo aparece ante los mundanos para otorgarles la forma más elevada de comprensión espiritual, y también para saborear personalmente su esencia. El Señor es tan misericordioso, que desciende personalmente para llevar a las almas caídas a su hogar en el reino de Dios, donde los principios eróticos de Dios se saborean eternamente en su forma real, distinta del amor sexual pervertido, tan adorado y al que tanto se entregan las almas caídas en su condición enferma. La razón por la cual el Señor muestra el rāsa-līlā es esencialmente para inducir a todas las almas caídas a que abandonen su moralidad y religiosidad enfermas, y atraerlas al reino de Dios, para que gocen de la realidad. La persona que comprenda realmente lo que es el rāsa-līlā, odiará ciertamente entregarse a la vida sexual mundana. El alma con comprensión espiritual que escuche el rāsa-līlā del Señor a través de los canales adecuados llegará a la total abstinencia del placer sexual material.