Skip to main content

CC Ādi-līlā 2.96

Texto

kṛṣṇera svarūpa, āra śakti-traya-jñāna
yāṅra haya, tāṅra nāhi kṛṣṇete ajñāna

Palabra por palabra

kṛṣṇera—del Señor Kṛṣṇa ; sva-rūpa—la verdadera naturaleza; āra—y; śakti-traya—de las tres energías; jñāna—conocimiento; yāṅra—cuyo; haya—hay; tāṅra—de él; nāhi—no hay; kṛṣṇete—en el Señor Kṛṣṇa; ajñāna—ignorancia.

Traducción

«Aquel que conoce las verdaderas características de Śrī Kṛṣṇa y Sus tres diferentes energías, no puede permanecer ignorante de nada respecto a Él.

Significado

Śrīla Jīva Gosvāmī afirma en el Bhagavat-sandarbha (16) que por Sus potencias, que actúan en secuencias naturales, más allá del alcance de la especulativa mente humana, la Realidad Trascendental Suprema, la verdad más elevada, existe eterna y simultáneamente en cuatro aspectos trascendentales: Su personalidad, Su refulgencia impersonal, las partículas de Su potencia (las entidades vivientes), y la causa principal de todas las causas. La Totalidad Suprema se compara con el Sol, que también existe en cuatro aspectos, que son la personalidad del dios del Sol, el resplandor de su brillante esfera, los rayos en el propio planeta Sol, y los reflejos del Sol sobre otros muchos objetos. El deseo de corroborar la existencia de la Verdad Absoluta trascendental mediante conjeturas limitadas no puede verse satisfecho, porque Él está fuera del alcance de nuestras limitadas mentes especulativas. En nuestra búsqueda sincera de la verdad, tenemos que admitir que Sus poderes son inconcebibles para nuestro diminuto cerebro. La exploración del espacio ha exigido el trabajo de los más grandes científicos del mundo, pero aún hay incontables problemas referentes al conocimiento fundamental de la creación material que desconciertan a los científicos que se enfrentan con ellos. Este conocimiento material está muy lejos de la naturaleza espiritual, y, por tanto, las acciones y disposiciones de la Verdad Absoluta son, sin duda alguna, inconcebibles.

Se explica que las potencias más importantes de la Verdad Absoluta son tres: interna, externa y marginal. Por la acción de Su potencia interna, la Personalidad de Dios, en Su forma original, exhibe las manifestaciones cósmicas espirituales, que se conocen con el nombre de Vaikuṇṭhalokas y que existen eternamente, incluso después de la destrucción de la manifestación cósmica material. Por Su potencia marginal, el Señor Se expande en los seres vivos, que son parte de Él, del mismo modo que el Sol distribuye sus rayos en todas direcciones. Por Su potencia externa, el Señor manifiesta la creación material, del mismo modo que el Sol, con sus rayos, crea la niebla. La creación material no es más que un reflejo desvirtuado de la naturaleza eterna de Vaikuṇṭha.

Estas tres energías de la Verdad Absoluta se explican también en el Viṣṇu Purāṇa, donde se dice que el ser viviente es igual en cualidad a la potencia interna, mientras que la potencia externa está controlada indirectamente por la causa principal de todas las causas. Māyā, la energía ilusoria, desorienta al ser viviente como la niebla desorienta al caminante al interceptar la luz del Sol. Aunque la potencia de māyā es inferior en cualidad a la potencia marginal, que consiste en los seres vivientes, que son partes integrales del Señor, tiene, sin embargo, el poder de controlarlos, tal como la niebla puede obstaculizar la acción de algunos rayos de Sol, aunque no puede cubrir el Sol. Los seres vivos, cubiertos por la energía ilusoria, evolucionan en diferentes especies de vida, con cuerpos que van de la insignificante hormiga hasta Brahmā, el constructor del cosmos. El pradhāna, la causa principal de todas las causas en la visión impersonal, no es otro que el Señor Supremo, a quien puede verse cara a cara en la potencia interna. Mediante Su inconcebible poder, toma la forma material que todo lo penetra. Aunque las tres potencias, interna, externa y marginal, en último término son esencialmente una, son diferentes en acción, como la energía eléctrica, que lo mismo puede producir frío que calor en condiciones diferentes. La potencia externa y la marginal se llaman así en diversas condiciones, pero en la potencia interna original no se dan tales condiciones, ni es posible para las condiciones de la potencia externa existir en la marginal, o viceversa. El que puede comprender las complejidades de todas estas energías del Señor Supremo no puede seguir siendo un impersonalista empírico bajo la influencia de una base débil de conocimiento.