Skip to main content

CC Ādi-līlā 2.37

Texto

pṛthvī yaiche ghaṭa-kulera kāraṇa āśraya
jīvera nidāna tumi, tumi sarvāśraya

Palabra por palabra

pṛthvī—la Tierra; yaiche—así como; ghaṭa—de las vasijas de barro; kulera—de las muy numerosas; kāraṇa—la causa; āśraya—el refugio; jīvera—de los seres vivos; nidāna—causa original; tumi—Tú; tumi—Tú; sarva-āśraya—refugio de todos.

Traducción

«Así como la Tierra es la causa original y el refugio de todas las vasijas hechas de tierra, Tú eres la causa fundamental y el refugio de todos los seres vivientes.

Significado

Igual que la inmensa Tierra es la fuente de los ingredientes de todas las vasijas de barro, el Alma Suprema es el origen de la substancia completa de todas las entidades vivientes individuales. La causa de todas las causas, la Suprema Personalidad de Dios, es la causa de las entidades vivientes. Esto se confirma en la Bhagavad-gītā (7.10), en la cual el Señor dice: bījaṁ māṁ sarva-bhūtānām («Yo soy la semilla de todas las entidades vivientes»), y en los Upaniṣads, que dicen: nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām («El Señor es el líder supremo entre todos los seres vivientes eternos»).

El Señor es el receptáculo de toda manifestación cósmica, animada e inanimada. Los que preconizan la filosofía viśiṣṭādvaita-vāda explican el Vedānta-sūtra diciendo que, aunque la entidad viviente tiene dos clases de cuerpos, el sutil (que consiste en mente, inteligencia y ego falso) y el físico (que consiste en los cinco elementos básicos), y aunque vive en tres dimensiones corporales (física, sutil y espiritual), es, sin embargo, un alma espiritual. Igualmente, la Suprema Personalidad de Dios, de la que emanan los mundos material y espiritual, es el Espíritu Supremo. Así como un alma espiritual individual es casi idéntica a sus cuerpos físico y sutil, el Señor Supremo es casi idéntico a los mundos material y espiritual. El mundo material, lleno de almas condicionadas que tratan de dominar la materia, es una manifestación de la energía externa del Señor Supremo, y el mundo espiritual, lleno de servidores perfectos del Señor, es una manifestación de Su energía interna. Puesto que todas las entidades vivientes son chispas diminutas de la Suprema Personalidad de Dios, Él es el Alma Suprema en ambos mundos, material y espiritual. Los vaiṣṇavas, siguiendo al Señor Caitanya, enfatizan la doctrina de acintya-bhedābheda-tattva, que afirma que el Señor Supremo, al ser la causa y efecto de todo, es simultánea e inconcebiblemente uno con Sus manifestaciones de energía y diferente de ellas.