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CC Ādi-līlā 14.37

Texto

atithi-viprera anna khāila tina-bāra
pāche gupte sei vipre karila nistāra

Palabra por palabra

atithi—invitado; viprera—de un brāhmaṇa; anna—alimento; khāila—comió; tina-bāra—tres veces; pāche—luego; gupte—en privado; sei—este; vipre—al brāhmaṇa; karila—hizo; nistāra—liberación.

Traducción

En una ocasión, el Señor comió, por tres veces, los alimentos de un invitado brāhmaṇa, y después, en privado, el Señor liberó al brāhmaṇa del enredo material.

Significado

La historia de la liberación de ese brāhmaṇa es la siguiente. Un brāhmaṇa que recorría el país viajando de un lugar de peregrinación a otro, llegó a Navadvīpa, donde Jagannātha Miśra le invitó a su casa. Jagannātha Miśra le dio lo necesario para guisar, y el brāhmaṇa preparó su comida. Cuando el brāhmaṇa estaba ofreciendo en meditación aquellos alimentos al Señor Viṣṇu, el niño Nimāi apareció ante él y comenzó a comer, a causa de lo cual el brāhmaṇa consideró que la ofrenda había sido arruinada. A pedido de Jagannātha Miśra, guisó una segunda vez, pero cuando estaba meditando, vino de nuevo el niño y comenzó a comer los alimentos, echando a perder otra vez la ofrenda. A petición de Jagannātha Miśra, el brāhmaṇa guisó por tercera vez, pero por tercera vez vino el Señor ante él y comenzó a comer los alimentos, aunque habían encerrado al niño con llave en un cuarto, y todos dormían, porque era ya muy tarde. De manera que, creyendo que el Señor Viṣṇu no quería aceptar aquel día sus alimentos y que, por tanto, se le ordenaba que ayunase, el brāhmaṇa se alteró mucho y empezó a gritar: «hāya hāya», «¡Que ha ocurrido! ¡Que ha ocurrido!». Cuando el Señor Caitanya Mahāprabhu vio al brāhmaṇa tan alterado, le dijo: «Anteriormente fui el hijo de madre Yaśodā. En aquel entonces, tú también estuviste invitado en casa de Nanda Mahārāja, e hice contigo lo mismo que ahora. Estoy muy satisfecho de tu devoción, por eso tomo los alimentos que has preparado». Al comprender cuanto le estaba favoreciendo el Señor, el brāhmaṇa se sintió enormemente complacido y rebosaba de amor por Kṛṣṇa. Estaba muy agradecido al Señor, porque se sentía muy afortunado. Entonces el Señor pidió al brāhmaṇa que no revelase a nadie el incidente. Esto está explicado con todo detalle en el Capítulo Tercero del Ādi-khaṇḍa del Caitanya-bhagavata.