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CC Ādi-līlā 14.29

Texto

māṭi — deha, māṭi — bhakṣya, dekhaha vicāri’
avicāre deha doṣa, ki balite pāri

Palabra por palabra

māṭi—tierra; deha—este cuerpo; māṭi—tierra; bhakṣya—alimento; dekhaha—tan sólo trata de ver; vicāri’—reflexionando; avicāre—sin reflexionar; deha—pones; doṣa—culpa sobre Mí; ki—qué; balite—decir; pāri—puedo.

Traducción

«Este cuerpo es una transformación de la tierra, y los alimentos son también una transformación de la tierra. Por favor, reflexiona sobre esto. Me estás riñendo sin reflexionar. ¿Qué puedo decir?»

Significado

Aquí encontramos una explicación de la filosofía māyāvāda, que considera que todo es uno. Las necesidades corporales, es decir, comer, dormir, aparearse y defenderse, son innecesarias en la vida espiritual. Cuando la persona se eleva al nivel espiritual, no hay más necesidades corporales, y en las actividades relativas a las necesidades corporales, no hay consideraciones espirituales. En otras palabras, cuanto más comemos, dormimos, nos entregamos a la vida sexual y tratamos de defendernos, más nos ocupamos en actividades materiales. Desgraciadamente, los filósofos māyāvādīs consideran que las actividades devocionales son actividades corporales. No pueden comprender la sencilla explicación de la Bhagavad-gītā (14.26):

māṁ ca yo ’vyabhicāreṇabhakti-yogena sevate
sa guṇān samatītyaitān
brahma-bhūyāya kalpate

«Todo aquel que se ocupa en el servicio devocional espiritual sin motivación, ofreciendo ese servicio para la satisfacción del Señor, se eleva inmediatamente al nivel espiritual, y todas sus actividades son espirituales». Brahma-bhūyāya se refiere a las actividades en el nivel Brahman (espiritual). Aunque los filósofos māyāvādīs tienen un gran deseo de fundirse en la refulgencia del Brahman, no tienen actividades en el nivel Brahman. Hasta cierto punto, recomiendan las actividades en el nivel Brahman, lo cual para ellos significa el ocuparse en estudiar las filosofías vedānta sāṅkhya, pero sus interpretaciones no son más que áridas especulaciones. Sin las variedades de la actividad espiritual, no pueden permanecer mucho tiempo en ese nivel de no hacer sino estudiar filosofía vedānta sāṅkhya.

La vida se ha hecho para la variedad de disfrute. La entidad viviente, por naturaleza, está llena de un espíritu de disfrute, como se afirma en el Vedānta-sūtra (1.1.12): ānanda-mayo bhyāsāt. En el servicio devocional, las actividades son variadas y plenas de disfrute. Como se afirma en la Bhagavad-gītā (9.2), todas las actividades devocionales son fáciles de realizar (su-sukhaṁ kartum), y son eternas y espirituales (avyayam). Como los filósofos māyāvādīs no pueden entender esto, dan por supuesto que las actividades del devoto (śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ smaraṇaṁ pāda-sevanam, etc.) son materiales y, por tanto, māyā. También consideran el advenimiento de Kṛṣṇa en este universo y todas Sus actividades como māyā. Por tanto, como consideran que todo es māyā, se les conoce como māyāvādīs.

En realidad, toda actividad llevada a cabo de un modo favorable para la satisfacción del Señor, bajo la dirección del maestro espiritual, es espiritual. Pero el que una persona no haga caso de lo que ordena el maestro espiritual y actúe siguiendo su propia idea, creyendo que esas acciones disparatadas son espirituales, es māyā. Hay que alcanzar el favor de la Suprema Personalidad de Dios a través de la misericordia del maestro espiritual. Por tanto, ante todo hay que complacer al maestro espiritual, y si él está satisfecho, debemos entender que la Suprema Personalidad de Dios también está satisfecha. Pero si el maestro está descontento de lo que hacemos, es que lo que hacemos no es espiritual. Śrīla Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura lo confirma: yasya prasādād bhagavat-prasādo yasyāprasādān na gatiḥ kuto pi. Las acciones que complacen al maestro espiritual deben considerarse como espirituales, y deben aceptarse como agradables al Señor.

El Señor Caitanya Mahāprabhu, como maestro espiritual supremo, instruyó a Su madre sobre la filosofía māyāvāda. Al decir que el cuerpo es tierra y que los alimentos también lo son, implicaba que todo es māyā. Ésta es la filosofía māyāvāda. La filosofía de los māyāvādīs es imperfecta, porque sostiene que todo es māyā, menos los disparates que dicen sus seguidores. Al decir que todo es māyā, el filósofo māyāvādī pierde la oportunidad del servicio devocional, y como consecuencia, su vida se condena. Śrī Caitanya Mahāprabhu, por tanto, aconsejaba: māyāvādi-bhāṣya śunile haya sarva-nāśa (CcMadhya 6.169). Si se acepta la filosofía māyāvāda, el avance espiritual está condenado para siempre.