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CAPÍTULO 9

El conocimiento más confidencial

Texto

śrī-bhagavān uvāca
idaṁ tu te guhya-tamaṁ
pravakṣyāmy anasūyave
jñānaṁ vijñāna-sahitaṁ
yaj jñātvā mokṣyase ’śubhāt

Palabra por palabra

śrī-bhagavān uvāca — la Suprema Personalidad de Dios dijo; idam — este; tu — pero; te — a ti; guhya-tamam — lo más confidencial; pravakṣyāmi — estoy hablando; anasūyave — al que no es envidioso; jñānam — conocimiento; vijñāna — conocimiento revelado; sahitam — con; yat — el cual; jñātvā — sabiendo; mokṣyase — te liberarás; aśubhāt — de esta desoladora existencia material.

Traducción

La Suprema Personalidad de Dios dijo: Mi querido Arjuna, como tú nunca Me envidias, te he de impartir ese conocimiento y esa comprensión que son de lo más confidenciales, con lo cual te verás liberado de los sufrimientos de la existencia material.

Significado

A medida que el devoto oye hablar del Señor Supremo, se va iluminando. Este proceso de oír se recomienda en el Śrīmad-Bhāgavatam: «Los mensajes de la Suprema Personalidad de Dios están llenos de potencias, y esas potencias se pueden conocer a plenitud si los temas relacionados con la Divinidad Suprema se discuten entre devotos. Esto no se puede lograr por medio de la relación con los especuladores mentales o los eruditos académicos, ya que es un conocimiento revelado».

Los devotos están dedicados constantemente al servicio del Señor Supremo. El Señor se da cuenta de la mentalidad y de la sinceridad de una entidad viviente en particular que esté dedicada al cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, y le da la inteligencia para que entienda la ciencia de Kṛṣṇa en compañía de devotos. La discusión acerca de Kṛṣṇa es algo muy potente, y si una persona afortunada tiene esa clase de compañía y trata de asimilar el conocimiento, es seguro entonces que va a progresar hacia la comprensión espiritual. El Señor Kṛṣṇa, a fin de animar a Arjuna a elevarse cada vez más en el potente servicio de Él, describe en este noveno capítulo asuntos más confidenciales que cuantos ya ha revelado.

El comienzo en sí del Bhagavad-gītā, el primer capítulo, es más o menos una introducción al resto del libro; y en el segundo y tercer capítulo, el conocimiento espiritual que se describe se dice que es confidencial. Los temas que se discuten en los capítulos séptimo y octavo estan relacionados específicamente con el servicio devocional, y, por consiguiente, este capítulo se dice que es el más confidencial de todos. Aquel que está situado en el plano del conocimiento más confidencial acerca de Kṛṣṇa, es trascendental por naturaleza; por ello, esa persona no tiene angustias materiales, aunque se encuentre en el mundo material. En el Bhakti-rasāmṛta-sindhu se dice que, aunque aquel que tiene un deseo sincero de prestarle un amoroso servicio al Señor Supremo se encuentre en el estado condicional de la existencia material, se debe considerar que está liberado. De igual modo, en el décimo capítulo del Bhagavad-gītā observaremos que cualquiera que se ocupe de esa manera es una persona liberada.

Ahora bien, este primer verso tiene un significado especial. Las palabras idaṁ jñānam (“este conocimiento”) se refieren al servicio devocional puro, el cual consta de nueve actividades diferentes: oír, cantar, recordar, servir, adorar, orar, obedecer, mantener una amistad y entregarlo todo. Por medio de la práctica de estos nueve elementos del servicio devocional, uno se eleva al estado de conciencia espiritual, conciencia de Kṛṣṇa. Cuando el corazón de uno se limpia así de la contaminación material, se puede entender esta ciencia de Kṛṣṇa. El simple hecho de entender que la entidad viviente no es material, no es suficiente. Eso puede que sea el comienzo de la comprensión espiritual, pero uno debe reconocer la diferencia que hay entre las actividades del cuerpo y las actividades espirituales de aquel que entiende que no es el cuerpo.

En el séptimo capítulo ya hemos discutido la opulenta potencia de la Suprema Personalidad de Dios, Sus diferentes energías, la naturaleza inferior y la superior, y toda esta manifestación material. Ahora, en el capítulo nueve, se describirán las glorias del Señor.

La palabra sánscrita anasūyave que aparece en este verso, también es muy significativa. Por lo general, los comentaristas, aun si son sumamente eruditos, envidian todos a Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios. Hasta los eruditos más entendidos de todos escriben acerca del Bhagavad-gītā de un modo muy equivocado. Como ellos están envidiosos de Kṛṣṇa, sus comentarios son inútiles. Los comentarios que dan los devotos del Señor son genuinos. Nadie que sea envidioso puede explicar el Bhagavad-gītā o proporcionar un conocimiento perfecto acerca de Kṛṣṇa. Aquel que critica el carácter de Kṛṣṇa sin conocer a Kṛṣṇa, es un necio. Luego se debe tener el sumo cuidado de evitar esos comentarios. Para aquel que entiende que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, la Personalidad pura y trascendental, estos capítulos le serán de sumo provecho.

Texto

rāja-vidyā rāja-guhyaṁ
pavitram idam uttamam
pratyakṣāvagamaṁ dharmyaṁ
su-sukhaṁ kartum avyayam

Palabra por palabra

rāja-vidyā — el rey de la educación; rāja-guhyam — el rey del conocimiento confidencial; pavitram — el más puro; idam — este; uttamam — trascendental; pratyakṣa — mediante la experiencia directa; avagamam — entendido; dharmyam — el principio de la religión; su-sukham — muy feliz; kartum — de ejecutar; avyayam — eterno.

Traducción

Este conocimiento es el rey de la educación y el más secreto de todos los secretos. Es el conocimiento más puro de todos, y como brinda una percepción directa del ser mediante la iluminación, es la perfección de la religión. Además, es eterno, y se practica con alegría.

Significado

Este capítulo del Bhagavad-gītā se denomina el rey de la educación, porque es la esencia de todas las doctrinas y filosofías que se explicaron antes. Entre los principales filósofos de la India, se encuentran Gautama, Kaṇāda, Kapila, Yājñavalkya, Śāṇḍilya y Vaiśvānara. Y, finalmente, se tiene a Vyāsadeva, el autor del Vedānta-sūtra. Así que no hay escasez de conocimiento en el campo de la filosofía o del conocimiento trascendental. Ahora bien, el Señor dice que este noveno capítulo es el rey de todo ese conocimiento, la esencia de todo el conocimiento que se puede adquirir del estudio de los Vedas y de las diferentes clases de filosofías. Es el conocimiento más confidencial de todos, porque el conocimiento confidencial o trascendental entraña el entender la diferencia que hay entre el alma y el cuerpo. Y el rey de todo el conocimiento confidencial culmina en el servicio devocional.

Por lo común, a la gente no se la educa en lo que se refiere a ese conocimiento confidencial, sino que se la educa en el conocimiento externo. En lo que respecta a la educación ordinaria, la gente está ocupada en muchísimos departamentos: política, sociología, física, química, matemáticas, astronomía, ingeniería, etc. Hay muchos departamentos del conocimiento por todas partes del mundo y muchas universidades inmensas, pero, desafortunadamente, no hay ninguna universidad ni institución educativa en la que se imparta la ciencia del alma espiritual. Sin embargo, el alma es la parte más importante de este cuerpo; sin la presencia del alma, el cuerpo carece de valor. Aun así, la gente le está dando mucho énfasis a las necesidades corporales de la vida, sin preocuparse por el alma, que es vital.

El Bhagavad-gītā, especialmente desde el segundo capítulo en adelante, recalca la importancia del alma. En el mismo comienzo, el Señor dice que este cuerpo es perecedero y que el alma no lo es (antavanta ime dehā nityasyoktāḥ śarīriṇaḥ). Ésa es una parte confidencial del conocimiento: el simple hecho de saber que el alma espiritual es diferente de este cuerpo, y que su naturaleza es inmutable, indestructible y eterna. No obstante, eso no da ninguna información positiva acerca del alma. A veces la gente tiene la impresión de que el alma es diferente del cuerpo, y que cuando el cuerpo se termina, o cuando uno se libera del cuerpo, el alma permanece en un vacío y se vuelve impersonal. Pero, en realidad, eso no es cierto. ¿Cómo es posible que el alma, que es tan activa dentro de este cuerpo, se vuelva inactiva después de liberarse de él? El alma siempre es activa. Si es eterna, entonces es eternamente activa, y sus actividades en el reino espiritual son la parte más confidencial del conocimiento espiritual. Aquí se indica, por lo tanto, que esas actividades del alma espiritual son el rey de todo el conocimiento, la parte más confidencial de todo el conocimiento.

Este conocimiento es la forma más pura de todas las actividades, tal como se explica en la literatura védica. En el Padma Purāṇa se han analizado las actividades pecaminosas del hombre, y se ha señalado que son los resultados de un pecado tras otro. Aquellos que están dedicados a las actividades fruitivas, están enredados en diferentes etapas y formas de reacciones pecaminosas. Por ejemplo, cuando se planta la semilla de un determinado árbol, éste no aparece de inmediato, sino que toma algún tiempo en hacerlo. Primero es un pequeño retoño, luego adopta la forma de un árbol, luego florece y da su fruto, y cuando se completa su desarrollo, las personas que plantaron la semilla del árbol disfrutan de las flores y las frutas. De la misma manera, un hombre ejecuta un acto pecaminoso, y, como una semilla, éste se toma su tiempo en fructificar. Hay diferentes etapas de ello. Puede que la acción pecaminosa ya haya cesado en el individuo, pero los resultados del fruto de esa acción pecaminosa aún están por disfrutarse. Hay pecados que aún están en forma de semilla, y hay otros que ya han fructificado y que nos están dando su fruto, el cual estamos disfrutando en la forma de dolor y congoja.

Como se explicó en el vigésimo octavo verso del séptimo capítulo, la persona que ha terminado por completo con las reacciones de todas las actividades pecaminosas y que está plenamente dedicada a las actividades piadosas, estando libre de la dualidad de este mundo material, se ocupa en el servicio devocional que se le presta a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. En otras palabras, aquellos que verdaderamente están dedicados al servicio devocional del Señor Supremo, ya están libres de todas las reacciones. Esa declaración se confirma en el Padma Purāṇa:

aprārabdha-phalaṁ pāpaṁ
kūṭaṁ bījaṁ phalonmukham
krameṇaiva pralīyeta
viṣṇu-bhakti-ratātmanām

En aquellos que están dedicados al servicio devocional que se le presta a la Suprema Personalidad de Dios, todas las reacciones pecaminosas, bien sea que hayan fructificado, que estén almacenadas o que se encuentren en forma de semilla, gradualmente se desvanecen. Por lo tanto, la potencia purificadora del servicio devocional es muy fuerte, y se denomina pavitram uttamam, lo más puro de todo. Uttama significa trascendental. Tamas significa «este mundo material» o «la oscuridad», y uttama significa «aquello que es trascendental a las actividades materiales». Nunca se debe considerar que las actividades devocionales son materiales, aunque a veces dé la impresión de que los devotos se ocupan tal como los hombres ordinarios. Aquel que puede ver y que está familiarizado con el servicio devocional, sabe que las actividades devocionales no son actividades materiales. Todas ellas son espirituales y devocionales, y no están contaminadas por las modalidades de la naturaleza material.

Se dice que la ejecución del servicio devocional es tan perfecta, que uno puede percibir sus resultados directamente. Ese resultado directo se percibe de hecho, y tenemos experiencia práctica de que cualquier persona que canta los santos nombres de Kṛṣṇa (Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare), cuando canta sin ofensas, siente un placer trascendental, y muy rápidamente se purifica de toda la contaminación material. Esto se ve en la realidad. Además, si uno no solo se dedica a oír sino también a tratar de divulgar el mensaje de las actividades devocionales, o si se dedica a ayudar en las actividades misioneras del proceso de conciencia de Kṛṣṇa, gradualmente va sintiendo un progreso espiritual. Ese adelanto en la vida espiritual no depende de ninguna clase de educación o aptitud previa. El método en sí es tan puro, que, por el simple hecho de dedicarse a él, uno se vuelve puro.

En el Vedānta-sūtra (3.2.26) también se describe eso con las siguientes palabras: prakāśaś ca karmaṇy abhyāsāt. «El servicio devocional es tan potente, que, con tan solo dedicarse a las actividades del servicio devocional, uno se ilumina sin duda alguna». Un ejemplo práctico de esto se tiene en la vida anterior de Nārada, quien en esa vida resultó ser el hijo de una sirvienta. Él no nació en una familia de clase alta, ni recibió ninguna educación. Pero cuando su madre se ocupaba en servir a los grandes devotos, Nārada también se ocupaba, y en ocasiones, en ausencia de su madre, él mismo servía a los grandes devotos. Nārada dice personalmente:

ucchiṣṭa-lepān anumodito dvijaiḥ
sakṛt sma bhuñje tad-apāsta-kilbiṣaḥ
evaṁ pravṛttasya viśuddha-cetasas
tad-dharma evātma-ruciḥ prajāyate

En este verso del Śrīmad-Bhāgavatam (1.5.25), Nārada le describe su vida anterior a su discípulo Vyāsadeva. Él cuenta que, mientras hizo de niño sirviente de esos devotos purificados, durante los cuatro meses de su estadía, él se estuvo asociando íntimamente con ellos. A veces esos sabios dejaban en sus platos remanentes de su comida, y el muchacho, que era quien les lavaba los platos, quería probar esos remanentes. Así que, él les pedía permiso a los grandes devotos, y cuando ellos se lo daban, Nārada se comía los remanentes, en virtud de lo cual se liberó de todas las reacciones pecaminosas. A medida que él iba comiendo, el corazón se le iba volviendo tan puro como el de los sabios. Mediante el proceso de oír y cantar, los grandes devotos disfrutaban del sabor de prestarle al Señor un servicio devocional continuo, y en Nārada se fue desarrollando gradualmente el mismo gusto. Nārada dice, además:

tatrānv-ahaṁ kṛṣṇa-kathāḥ pragāyatām
anugraheṇāśṛṇavaṁ mano-harāḥ
tāḥ śraddhayā me ’nu-padaṁ viśṛṇvataḥ
priyaśravasy aṅga mamābhavad ruciḥ

Por el hecho de relacionarse con los sabios, Nārada adquirió un gusto por el proceso de oír y cantar las glorias del Señor, y en él se desarrolló un gran deseo de realizar servicio devocional. De modo que, como se describe en el Vedānta-sūtra: prakāśaś ca karmaṇy abhyāsāt, si uno simplemente se dedica a los actos del servicio devocional, todo se le revelará automáticamente y podrá entender. Eso se denomina pratyakṣa, «lo que se percibe directamente».

La palabra dharmyam significa «el sendero de la religión». Nārada era de hecho el hijo de una sirvienta. Él no tuvo la oportunidad de ir al colegio. Él simplemente asistía a su madre, y, afortunadamente, ella les prestaba algún servicio a los devotos. El niño Nārada también tuvo la oportunidad, y, simplemente por medio de la compañía, alcanzó la máxima meta de toda religión. La máxima meta de toda religión la constituye el servicio devocional, tal como se declara en el Śrīmad-Bhāgavatam (sa vai puṁsāṁ paro dharmo yato bhaktir adhokṣaje). Por lo general, la gente religiosa no sabe que la máxima perfección de la religión la constituye la consecución del servicio devocional. Como ya lo hemos discutido en relación con el último verso del capítulo ocho (vedeṣu yajñeṣu tapaḥsu caiva), para la autorrealización se requiere generalmente del conocimiento védico. Pero aquí vemos que, aunque Nārada nunca fue a la escuela del maestro espiritual y no fue educado en lo que respecta a los principios védicos, no obstante obtuvo los máximos resultados que se pueden obtener del estudio védico. Este proceso es tan potente, que, incluso sin ejecutar el proceso religioso de un modo regular, uno puede ser ascendido hasta la máxima perfección. ¿Cómo es posible? Eso también se confirma en la literatura védica: ācāryavān puruṣo veda. Aquel que se relaciona con grandes ācāryas, incluso si no es educado o si nunca ha estudiado los Vedas, puede llegar a familiarizarse con todo el conocimiento necesario para lograr la iluminación.

El proceso del servicio devocional es un proceso muy dichoso (su-sukham). ¿Por qué? El servicio devocional consiste en śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ, por lo cual uno simplemente tiene que oír el canto de las glorias del Señor o asistir a conferencias filosóficas acerca del conocimiento trascendental, dictadas por ācāryas autorizados. Con solo sentarse, uno puede aprender; luego, uno puede comer los remanentes de la comida que se le ofrece a Dios, platos buenos y sabrosos. El servicio devocional es dichoso en cada etapa. Uno puede ejecutar servicio devocional incluso en medio de la mayor pobreza. El Señor dice: patraṁ puṣpaṁ phalaṁ toyam, Él está dispuesto a aceptar cualquier clase de ofrenda que le haga el devoto, sea lo que fuere. Incluso una hoja, una flor, un pedazo de fruta o un poco de agua, todo lo cual se consigue en cualquier parte del mundo, puede ofrecerlo cualquier persona, sea cual fuere su posición social, y ello será aceptado si se ofrece con amor. Hay muchos ejemplos de ello en la historia. Por el simple hecho de saborear las hojas de tulasī ofrecidas a los pies de loto del Señor, grandes sabios, tales como Sanat-kumāra, se volvieron grandes devotos. Por consiguiente, el proceso devocional es muy hermoso, y se puede llevar a cabo con alegría. Dios acepta únicamente el amor con el que las cosas se le ofrecen a Él.

Aquí se dice que este servicio devocional existe eternamente. No es como lo describen los filósofos māyāvādīs. Aunque a veces ellos emprenden un supuesto servicio devocional, creen que mientras no se liberen van a continuar realizándolo, pero al final, cuando se liberen, «se volverán uno con Dios». Esa clase de servicio devocional temporal y contemporizador no se acepta como servicio devocional puro. El verdadero servicio devocional continúa incluso después de la liberación. Cuando el devoto va al planeta espiritual del Reino de Dios, ahí también se dedica a servir al Señor Supremo. Él no trata de volverse uno con el Señor Supremo.

Como se verá en el Bhagavad-gītā, el verdadero servicio devocional comienza después de la liberación. Después de que uno se libera, cuando uno se sitúa en la posición Brahman (brahma-bhūta), comienza el servicio devocional de uno (samaḥ sarveṣu bhūteṣu mad-bhaktiṁ labhate parām). Nadie puede llegar a entender a la Suprema Personalidad de Dios mediante la ejecución de karma-yoga, jñāna-yoga, aṣṭāṅga-yoga o cualquier otro yoga, independientemente. Puede que mediante esos métodos yóguicos uno progrese un poco hacia el bhakti-yoga, pero si no se llega a la etapa del servicio devocional, no se puede entender lo que es la Personalidad de Dios. En el Śrīmad-Bhāgavatam también se confirma que, cuando uno se ha purificado mediante la ejecución del proceso del servicio devocional, especialmente mediante el proceso de oír el Śrīmad-Bhāgavatam o el Bhagavad-gītā de labios de almas iluminadas, puede entonces entender la ciencia de Kṛṣṇa, o la ciencia de Dios. Evaṁ prasanna-manaso bhagavad-bhakti- yogataḥ. Cuando el corazón de uno se limpia de todas las tonterías, puede uno entonces entender lo que es Dios. Así pues, el proceso del servicio devocional, el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, es el rey de toda la educación y el rey de todo el conocimiento confidencial. Ese proceso es la forma más pura de la religión, y se puede ejecutar con alegría sin ninguna dificultad. Por lo tanto, uno debe adoptarlo.

Texto

aśraddadhānāḥ puruṣā
dharmasyāsya paran-tapa
aprāpya māṁ nivartante
mṛtyu-saṁsāra-vartmani

Palabra por palabra

aśraddadhānāḥ — aquellos que son infieles; puruṣāḥ — esa clase de personas; dharmasya — hacia ese proceso religioso; asya — este; param-tapa — ¡oh, aniquilador de los enemigos!; aprāpya — sin obtener; mām — a Mí; nivartante — regresan; mṛtyu — de muerte; saṁsāra — en la existencia material; vartmani — en el sendero de.

Traducción

Aquellos que no son fieles en este servicio devocional no pueden alcanzarme, ¡oh, conquistador de los enemigos! Por lo tanto, ellos regresan al sendero del nacimiento y la muerte de este mundo material.

Significado

Los infieles no pueden llevar a cabo este proceso del servicio devocional; ése es el significado de este verso. La fe se crea mediante la relación con devotos. La gente desafortunada no tiene fe en Dios, ni siquiera después de oír a grandes personalidades presentar toda la prueba de la literatura védica. Esas personas son indecisas, y no pueden permanecer fijas en el servicio devocional del Señor. Así pues, la fe es un factor de lo más importante para progresar en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa. En el Caitanya-caritāmṛta se dice que fe es la plena convicción en que, por el simple hecho de servir al Señor Supremo, Śrī Kṛṣṇa, se puede lograr la perfección absoluta. Eso se llama verdadera fe. Como se afirma en el Śrīmad-Bhāgavatam (4.31.14):

yathā taror mūla-niṣecanena
tṛpyanti tat-skandha-bhujopaśākhāḥ
prāṇopahārāc ca yathendriyāṇāṁ
tathaiva sarvārhaṇam acyutejyā

«Al darle agua a la raíz de un árbol, uno satisface a sus ramas, ramitas y hojas, y al suministrarle comida al estómago, uno satisface a todos los sentidos del cuerpo. De igual modo, al uno dedicarse al trascendental servicio del Señor Supremo, automáticamente satisface a todos los semidioses y a todas las demás entidades vivientes». Por lo tanto, después de leer el Bhagavad-gītā se debe llegar prestamente a la conclusión del Bhagavad-gītā: uno debe abandonar todas las demás ocupaciones y adoptar el servicio del Señor Supremo, Kṛṣṇa, la Personalidad de Dios. Si uno está convencido de esa filosofía de la vida, eso es tener fe.

Ahora bien, el desarrollo de esa fe constituye el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Hay tres categorías de hombres conscientes de Kṛṣṇa. En la tercera categoría se encuentran aquellos que no tienen fe. Ellos, incluso si se hallan dedicados oficialmente al servicio devocional, no pueden alcanzar la etapa más elevada y perfecta. Lo más probable es que después de algún tiempo se resbalen. Puede que ellos se ocupen, pero como no tienen plena fe y convicción, es muy difícil para ellos continuar en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Hemos tenido la experiencia práctica al llevar a cabo nuestra actividad misionera, de que cierta gente viene y, con algún motivo oculto, se aplica en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, y en cuanto logra estar algo bien económicamente, abandona el proceso y se entrega de nuevo a sus antiguos hábitos. Solo mediante la fe puede uno adelantar en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa. En lo que respecta al desarrollo de fe, aquel que está bien versado en las Escrituras del servicio devocional y que ha alcanzado la etapa de la fe firme, se dice que es una persona consciente de Kṛṣṇa de primera categoría. En la segunda categoría se encuentran aquellos que no están muy adelantados en su comprensión de las Escrituras devocionales, pero que automáticamente tienen una fe firme en que el kṛṣṇa-bhakti, o el servicio que se le presta a Kṛṣṇa, es el mejor camino, y en virtud de ello lo han emprendido de buena fe. En consecuencia, ellos son superiores a los de la tercera categoría, que ni tienen un conocimiento perfecto de las Escrituras, ni una buena fe, pero que mediante las compañías y la sencillez tratan de seguir. La persona consciente de Kṛṣṇa de tercera categoría puede caer, pero cuando uno se halla en la segunda categoría no cae, y para la persona consciente de Kṛṣṇa de primera categoría no hay ninguna posibilidad de caer. Aquel que se encuentra en la primera categoría, es seguro que va a progresar y que al final va a conseguir el resultado. En lo que respecta a la persona consciente de Kṛṣṇa de tercera categoría, aunque ella tiene fe y convicción en que el servicio devocional que se le presta a Kṛṣṇa es algo muy bueno, aún no ha adquirido el conocimiento adecuado acerca de Kṛṣṇa a través de Escrituras tales como el Śrīmad-Bhāgavatam y el Bhagavad-gītā. A veces estas personas conscientes de Kṛṣṇa de tercera categoría tienen cierta tendencia hacia el karma-yoga y el jñāna-yoga, y a veces se perturban, pero en cuanto la infección del karma-yoga o el jñāna-yoga es vencida, se vuelven personas conscientes de Kṛṣṇa de primera o de segunda categoría. La fe en Kṛṣṇa también se divide en tres etapas, y se describe en el Śrīmad-Bhāgavatam. Los apegos de primera, de segunda y de tercera clase también se explican en el Śrīmad-Bhāgavatam, en el Undécimo Canto. Aquellos que no tienen fe ni siquiera después de oír hablar de Kṛṣṇa y de la excelencia del servicio devocional, que piensan que todo ello es tan solo un elogio, encuentran que el sendero es muy difícil, incluso si supuestamente están dedicados al servicio devocional. Para ellos hay muy pocas esperanzas de lograr la perfección. Así pues, la fe es algo muy importante en el desempeño del servicio devocional.

Texto

mayā tatam idaṁ sarvaṁ
jagad avyakta-mūrtinā
mat-sthāni sarva-bhūtāni
na cāhaṁ teṣv avasthitaḥ

Palabra por palabra

mayā — por Mí; tatam — impregnado; idam — este; sarvam — todo; jagat — manifestación cósmica; avyakta-mūrtinā — por medio de la forma no manifestada; mat-sthāni — en Mí; sarva-bhūtāni — todas las entidades vivientes; na — no; ca — también; aham — Yo; teṣu — en ellos; avasthitaḥ — situado.

Traducción

Yo, en Mi forma no manifestada, Me encuentro omnipresente en todo este universo. Todos los seres están en Mí, pero Yo no estoy en ellos.

Significado

A la Suprema Personalidad de Dios no se lo puede percibir a través de los sentidos materiales ordinarios. Se dice que:

ataḥ śrī-kṛṣṇa-nāmādi
na bhaved grāhyam indriyaiḥ
sevonmukhe hi jihvādau
svayam eva sphuraty adaḥ

(Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.2.234)

Mediante los sentidos materiales no se pueden entender el nombre, la fama, los pasatiempos, etc., del Señor Śrī Kṛṣṇa. Él se le revela solo a aquel que está dedicado al servicio devocional puro. En la Brahma-saṁhitā (5.38) se dice: premāñjana-cchurita-bhakti-vilocanena santaḥ sadaiva hṛdayeṣu vilokayanti, uno siempre puede ver a la Suprema Personalidad de Dios, Govinda, dentro y fuera de sí, si en uno se ha desarrollado la actitud amorosa y trascendental hacia Él. Así pues, Él no está visible a los ojos de la generalidad de la gente. Aquí se dice que aunque Él es omnipresente —aunque está presente en todas partes—, no puede ser concebido por los sentidos materiales. Eso se indica aquí con la palabra avyakta-mūrtinā. Pero, en realidad, aunque a Él no podemos verlo, todo descansa en Él. Como ya hemos discutido en el capítulo siete, toda la manifestación cósmica material solo es una combinación de Sus dos diferentes energías: la energía espiritual y superior, y la energía material e inferior. Así como la luz del Sol se difunde por todo el universo, así mismo la energía del Señor se difunde por toda la creación, y todo descansa en esa energía.

Sin embargo, uno no debe concluir que, debido a que Él se difunde por todas partes, ha perdido por ello Su existencia personal. Para refutar semejante argumento, el Señor dice: «Yo estoy en todas partes y todo está en Mí, pero aun así estoy aparte». Por ejemplo, un rey encabeza un gobierno que no es más que la manifestación de la energía del rey; los diferentes departamentos gubernamentales no son más que las energías del rey, y cada departamento descansa en el poder del rey. Aun así, no se puede esperar que el rey esté presente personalmente en cada departamento. Ése es un ejemplo ordinario. De la misma manera, todas las manifestaciones que vemos y todo lo que existe, tanto en este mundo como en el mundo espiritual, descansan en la energía de la Suprema Personalidad de Dios. La creación se lleva a cabo mediante la difusión de Sus diferentes energías, y, como se afirma en el Bhagavad-gītā, viṣṭabhyāham idaṁ kṛtsnam: Él está presente en todas partes por medio de Su representación personal, la difusión de Sus diferentes energías.

Texto

na ca mat-sthāni bhūtāni
paśya me yogam aiśvaram
bhūta-bhṛn na ca bhūta-stho
mamātmā bhūta-bhāvanaḥ

Palabra por palabra

na — nunca; ca — también; mat-sthāni — situado en Mí; bhūtāni — todo lo creado; paśya — tan solo ve; me — Mi; yogam aiśvaram — poder místico inconcebible; bhūta-bhṛt — el sustentador de todas las entidades vivientes; na — nunca; ca — también; bhūta-sthaḥ — en la manifestación cósmica; mama — Mi; ātmā — Ser; bhūta-bhāvanaḥ — la fuente de todo lo manifestado.

Traducción

Y, sin embargo, todo lo creado no descansa en Mí. ¡He ahí mi opulencia mística! Aunque Yo soy el que mantiene a todas las entidades vivientes y aunque estoy en todas partes, Yo no soy parte de esta manifestación cósmica, pues Mi Ser es la fuente en sí de la creación.

Significado

El Señor dice que todo descansa en Él (mat-sthāni sarva-bhūtāni). Eso no debe ser mal entendido. El Señor no está involucrado directamente en el mantenimiento y sustento de esta manifestación material. A veces vemos una ilustración de Atlas en la que está cargando el globo en los hombros; él se ve muy cansado de cargar este gran planeta terráqueo. Semejante imagen no debe considerarse en relación con la manera en que Kṛṣṇa sostiene este universo creado. Él dice que aunque todo descansa en Él, Él está aparte. Los sistemas planetarios están flotando en el espacio, y ese espacio es la energía del Señor Supremo. Pero Él es diferente del espacio. Su situación es diferente. Por lo tanto, el Señor dice: «Aunque ellos están situados en Mi inconcebible energía, Yo, como la Suprema Personalidad de Dios, estoy apartado de ellos». Ésa es la inconcebible opulencia del Señor.

En el diccionario védico Nirukti se dice: yujyate ’nena durghaṭeṣu kāryeṣu, «El Señor Supremo está llevando a cabo pasatiempos inconcebiblemente maravillosos, haciendo gala de Su energía». Su persona está llena de diferentes energías potentes, y Su determinación es de por sí un hecho real. Ésa es la manera en que hay que entender a la Personalidad de Dios. Puede que uno piense en hacer algo, pero hay muchísimos impedimentos y a veces no es posible hacer lo que uno quiere. Mas, cuando Kṛṣṇa quiere hacer algo, con solo desearlo, todo se ejecuta de una forma tan perfecta, que uno no puede imaginarse cómo se está realizando. El Señor explica ese hecho: aunque Él es quien mantiene y sustenta toda la manifestación material, Él no la toca. Simplemente por Su voluntad suprema, todo es creado, todo es sustentado, todo es mantenido y todo es aniquilado. No hay ninguna diferencia entre Su mente y Él Mismo (tal como sí la hay entre nosotros y nuestra mente material actual), debido a que Él es espíritu absoluto. El Señor está presente simultáneamente en todo; sin embargo, el hombre común no puede entender cómo Él también está presente personalmente. Él es diferente de esta manifestación material, y aun así todo descansa en Él. Eso se explica aquí como yogam aiśvaram, el poder místico de la Suprema Personalidad de Dios.

Texto

yathākāśa-sthito nityaṁ
vāyuḥ sarvatra-go mahān
tathā sarvāṇi bhūtāni
mat-sthānīty upadhāraya

Palabra por palabra

yathā — así como; ākāśa-sthitaḥ — situado en el cielo; nityam — siempre; vāyuḥ — el viento; sarvatra-gaḥ — que sopla por doquier; mahān — gran; tathā — de igual modo; sarvāṇi — todos; bhūtāni — los seres creados; mat-sthāni — situados en Mí; iti — así pues; upadhāraya — trata de entender.

Traducción

Has de saber que así como el poderoso viento, que sopla por doquier, siempre descansa en el cielo, así mismo todos los seres creados descansan en Mí.

Significado

A la persona ordinaria le resulta prácticamente inconcebible el hecho de que la descomunal creación material descanse en Él. Pero el Señor está dando un ejemplo que nos puede ayudar a entender eso. Puede que el cielo sea la manifestación más grande que podemos concebir. Y en ese cielo, el viento o el aire es la manifestación más grande del mundo cósmico. El movimiento del aire influye en los movimientos de todo. Pero aunque el viento es grande, aun así se halla dentro del ámbito del cielo; el viento no está más allá del cielo. De igual modo, todas las maravillosas manifestaciones cósmicas existen por la suprema voluntad de Dios, y todas ellas están supeditadas a esa voluntad suprema. Como decimos comúnmente, ni una brizna de paja se mueve sin la voluntad de la Suprema Personalidad de Dios. Así pues, todo se está moviendo conforme a Su voluntad: por Su voluntad todo es creado, todo es mantenido y todo es aniquilado. No obstante, Él está aparte de todo, tal como el cielo siempre está aparte de las actividades del viento.

En los Upaniṣads se afirma: yad bhīṣā vātaḥ pavate, «El viento sopla solo por temor al Señor Supremo» (Taittirīya Upaniṣad 2.8.1). En el Bṛhad-āraṇyaka Upaniṣad (3.8.9) se declara: etasya vā akṣarasya praśāsane gārgi sūrya-candramasau vidhṛtau tiṣṭhata, etasya vā akṣarasya praśāsane gārgi dyāv-āpṛthivyau vidhṛtau tiṣṭhataḥ. «La Luna, el Sol y los demás grandes planetas se mueven por la orden suprema, bajo la superintendencia de la Suprema Personalidad de Dios». En la Brahma-saṁhitā (5.52) también se afirma:

yac-cakṣur eṣa savitā sakala-grahāṇāṁ
rājā samasta-sura-mūrtir aśeṣa-tejāḥ
yasyājñayā bhramati sambhṛta-kāla-cakro
govindam ādi-puruṣaṁ tam ahaṁ bhajāmi

Ésa es una descripción del movimiento del Sol. Se dice que el Sol es uno de los ojos del Señor Supremo, y que tiene inmenso poder para difundir calor y luz. Aun así, el Sol se mueve en su órbita prescrita, por la orden y la voluntad suprema de Govinda. Luego en la literatura védica podemos encontrar pruebas de que esta manifestación material, que a nosotros nos parece muy grande y maravillosa, se halla bajo el pleno control de la Suprema Personalidad de Dios. Esto se explicará aún más en versos posteriores de este capítulo.

Texto

sarva-bhūtāni kaunteya
prakṛtiṁ yānti māmikām
kalpa-kṣaye punas tāni
kalpādau visṛjāmy aham

Palabra por palabra

sarva-bhūtāni — all created entities; kaunteya — O son of Kuntī; prakṛtim — nature; yānti — enter; māmikām — My; kalpa-kṣaye — at the end of the millennium; punaḥ — again; tāni — all those; kalpa-ādau — in the beginning of the millennium; visṛjāmi — create; aham — I.

Traducción

¡Oh, hijo de Kuntī!, al final del milenio, todas las manifestaciones materiales entran en Mi naturaleza, y al comienzo de otro milenio, mediante Mi potencia, Yo las creo de nuevo.

Significado

La creación, manutención y aniquilación de esta manifestación cósmica material, dependen por completo de la suprema voluntad de la Personalidad de Dios. «Al final del milenio» significa «al morir Brahmā». Brahmā vive cien años, y uno de sus días equivale a 4.300.000.000 de nuestros años terrestres. Su noche es de la misma duración. Su mes consta de 30 de esos días y noches, y su año consta de 12 meses. Después de cien de tales años, cuando Brahmā muere, ocurre la devastación o aniquilación; esto significa que la energía que el Señor Supremo manifiesta se recoge de nuevo y entra en Él. Y luego, cuando vuelve a haber la necesidad de manifestar el mundo cósmico, ello se hace por Su voluntad. Bahu syām: «Aunque Yo soy uno, he de volverme muchos». Eso dice el aforismo védico (Chāndogya Upaniṣad 6.2.3). Él Mismo se expande en esta energía material, y toda la manifestación cósmica ocurre de nuevo.

Texto

prakṛtiṁ svām avaṣṭabhya
visṛjāmi punaḥ punaḥ
bhūta-grāmam imaṁ kṛtsnam
avaśaṁ prakṛter vaśāt

Palabra por palabra

prakṛtim — la naturaleza material; svām — de Mi ser personal; avaṣṭabhya — entrando en; visṛjāmi — Yo creo; punaḥ punaḥ — una y otra vez; bhūta-grāmam — todas las manifestaciones cósmicas; imam — éstas; kṛtsnam — en su totalidad; avaśam — automáticamente; prakṛteḥ — por la fuerza de la naturaleza; vaśāt — por obligación.

Traducción

Todo el orden cósmico está supeditado a Mí. Por Mi voluntad, se manifiesta automáticamente una y otra vez, y por Mi voluntad, al final es aniquilado.

Significado

Este mundo material es la manifestación de la energía inferior de la Suprema Personalidad de Dios. Eso ya se ha explicado varias veces. En el momento de la creación, la energía material se deja en libertad en forma del mahat-tattva, en el cual el Señor entra en forma de Mahā-Viṣṇu, Su primera encarnación puruṣa. Él yace en el océano Causal y exhala innumerables universos, y en cada uno de ellos el Señor entra de nuevo en forma de Garbhodakaśāyī Viṣṇu. De ese modo se crea cada universo. Él se manifiesta además como Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, y ese Viṣṇu entra en todo —incluso en el diminuto átomo—. Ese hecho se explica aquí. Él entra en todo.

Ahora bien, en lo que respecta a las entidades vivientes, a ellas se las impregna en esta naturaleza material, y, como resultado de sus acciones pasadas, ellas adoptan diferentes posiciones. Así comienzan las actividades de este mundo material. Las actividades de las diferentes especies de seres vivientes comienzan desde el mismo momento en que ocurre la creación. No ha de creerse que todo va evolucionando. Las diferentes especies de vida son creadas de inmediato junto con el universo. Los hombres, los animales, las bestias, las aves... todo es creado simultáneamente, debido a que cualesquiera deseos que las entidades vivientes tuvieron en la última aniquilación, vuelven a manifestarse. Aquí se indica claramente con la palabra avaśam, que las entidades vivientes no tienen nada que ver con ese proceso. El estado de existencia que tenían en su vida pasada dentro de la creación pasada, simplemente se manifiesta de nuevo, y todo eso se lleva a cabo tan solo por la voluntad de Él. Ésa es la potencia inconcebible de la Suprema Personalidad de Dios. Y después de crear diferentes especies de vida, Él no tiene ninguna vinculación con ellas. La creación se lleva a cabo para darles acomodo a las inclinaciones de las diversas entidades vivientes, por lo cual el Señor no se involucra en ello.

Texto

na ca māṁ tāni karmāṇi
nibadhnanti dhanañ-jaya
udāsīna-vad āsīnam
asaktaṁ teṣu karmasu

Palabra por palabra

na — never; ca — also; mām — Me; tāni — all those; karmāṇi — activities; nibadhnanti — bind; dhanam-jaya — O conqueror of riches; udāsīna-vat — as neutral; āsīnam — situated; asaktam — without attraction; teṣu — for those; karmasu — activities.

Traducción

¡Oh, Dhanañjaya!, todo este trabajo no puede atarme. Yo siempre estoy desapegado, situado como si fuera neutral.

Significado

No se debe pensar, en relación con esto, que la Suprema Personalidad de Dios no tiene ninguna ocupación. En Su mundo espiritual, Él siempre está ocupado. En la Brahma-saṁhitā (5.6) se afirma: ātmārāmasya tasyāsti prakṛtyā na samāgamaḥ, «Él siempre está dedicado a Sus actividades espirituales eternas y bienaventuradas, pero Él no tiene nada que ver con estas actividades materiales». Las actividades materiales las están dirigiendo Sus diferentes potencias. El Señor siempre es neutral en las actividades materiales del mundo creado. Esa neutralidad se menciona aquí con la palabra udāsīna-vat. Aunque Él controla cada minúsculo detalle de las actividades materiales, no obstante se encuentra situado como si fuera neutral. Como un ejemplo para ilustrar esto, pensemos en un juez de la suprema corte sentado en su estrado. Por orden de él se están llevando a cabo tantas cosas—alguien está siendo colgado, alguien es encarcelado, y a alguien más se le otorga una enorme suma de dinero—, pero aun así él es neutral. Él no tiene nada que ver con toda esa ganancia y pérdida. De modo similar, el Señor siempre es neutral, aunque Él tiene Su mano en todos los campos de las actividades. En el Vedānta-sūtra (2.1.34) se declara: vaiṣamya-nairghṛṇye na, es decir, que Él no está en medio de las dualidades de este mundo material. Él es trascendental a esas dualidades. Y Él tampoco está apegado a la creación y aniquilación de este mundo material. Las entidades vivientes adoptan sus diferentes formas en las diversas especies de vida según sus acciones pasadas, y el Señor no interfiere en ello.

Texto

mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ
sūyate sa-carācaram
hetunānena kaunteya
jagad viparivartate

Palabra por palabra

mayā — por Mí; adhyakṣeṇa — mediante la superintendencia; prakṛtiḥ — la naturaleza material; sūyate — manifiesta; sa — ambas; cara-acaram — las móviles y las inmóviles; hetunā — por la razón; anena — esta; kaunteya — ¡oh, hijo de Kuntī!; jagat — la manifestación cósmica; viparivartate — está funcionando.

Traducción

Esta naturaleza material, que es una de Mis energías, funciona bajo Mi dirección, ¡oh, hijo de Kuntī!, y produce a todos los seres móviles e inmóviles. Por orden suya, esta manifestación es creada y aniquilada una y otra vez.

Significado

Aquí se afirma claramente que el Señor Supremo, aunque está apartado de todas las actividades del mundo material, permanece como director supremo. El Señor Supremo es la voluntad suprema y el trasfondo de esta manifestación material, pero el manejo de la misma lo dirige la naturaleza material. Kṛṣṇa también afirma en el Bhagavad-gītā que «Yo soy el Padre» de todas las entidades vivientes que se encuentran en las diferentes formas y especies. El padre pone en el vientre de la madre la simiente del niño, y, de igual modo, el Señor Supremo, con solo Su mirada, inyecta a todas las entidades vivientes en el vientre de la naturaleza material, y ellas salen en sus diferentes formas y especies, conforme a sus últimos deseos y actividades. Todas esas entidades vivientes, si bien nacen bajo la mirada del Señor Supremo, adoptan sus diferentes cuerpos de acuerdo con sus pasadas acciones y deseos. Así que el Señor no está directamente apegado a esta creación material. Él simplemente le lanza una mirada a la naturaleza material, la naturaleza material se activa con ello, y todo es creado de inmediato. Como Él le lanza una mirada a la naturaleza material, es indudable que hay una actividad por parte del Señor Supremo, pero Él no tiene nada que ver directamente con la manifestación del mundo material. El siguiente ejemplo se da en el smṛti: cuando alguien tiene ante sí una flor fragante, la fragancia es tocada por la capacidad olfativa de la persona, pero el olfato y la flor están separados el uno del otro. Entre el mundo material y la Suprema Personalidad de Dios hay un nexo similar; en realidad, Él no tiene nada que ver con este mundo material, pero Él crea mediante Su mirada y ordena. En resumidas cuentas, la naturaleza material, sin la superintendencia de la Suprema Personalidad de Dios, no puede hacer nada. Sin embargo, la Suprema Personalidad está separada de todas las actividades materiales.

Texto

avajānanti māṁ mūḍhā
mānuṣīṁ tanum āśritam
paraṁ bhāvam ajānanto
mama bhūta-maheśvaram

Palabra por palabra

avajānanti — se burlan; mām — de Mí; mūḍhāḥ — hombres necios; mānuṣīm — en una forma humana; tanum — un cuerpo; āśritam — adoptando; param — trascendental; bhāvam — naturaleza; ajānantaḥ — sin conocer; mama — Mi; bhūta — de todo lo que existe; maha-īsvaram — el propietario supremo.

Traducción

Los necios se burlan de Mí cuando desciendo con forma humana. Ellos no conocen Mi naturaleza trascendental como Señor Supremo de todo lo que existe.

Significado

Con las otras explicaciones de los versos anteriores de este capítulo, queda claro que, aunque la Suprema Personalidad de Dios aparezca como un ser humano, no es un hombre común. La Personalidad de Dios, quien dirige la creación, mantenimiento y aniquilación de toda la manifestación cósmica, no puede ser un ser humano. No obstante, hay muchas personas necias que consideran que Kṛṣṇa es tan solo un hombre poderoso y nada más. En realidad, Él es la Personalidad Suprema original, tal como se confirma en la Brahma-saṁhitā (īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ); Él es el Señor Supremo.

Hay muchos īśvaras, o controladores, y algunos parecen ser superiores a otros. En el manejo ordinario de los asuntos del mundo material encontramos a algún oficial o director, por encima de él hay un secretario, por encima de éste hay un ministro, y por encima del ministro hay un presidente. Cada uno de ellos es un controlador, pero el uno es controlado por el otro. En la Brahma-saṁhitā se dice que Kṛṣṇa es el controlador supremo; es indudable que tanto en el mundo material como en el mundo espiritual hay muchos controladores, pero Kṛṣṇa es el controlador supremo (īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ), y Su cuerpo es sac-cid-ānanda, no material.

Los cuerpos materiales no pueden realizar los maravillosos actos que se describieron en versos anteriores. Su cuerpo es eterno, bienaventurado y está colmado de conocimiento. Aunque Él no es un hombre común, los necios se burlan de Él y consideran que es un hombre. A Su cuerpo se lo designa aquí como mānuṣīm, porque Él actúa tal como un hombre, como un amigo de Arjuna, como un político involucrado en la batalla de Kurukṣetra. De tantas maneras Él actúa tal como un hombre ordinario, pero de hecho Su cuerpo es sac-cid-ānanda-vigraha, eterna bienaventuranza y conocimiento absoluto. Eso también se confirma en el lenguaje védico. Sac-cid-ānanda-rūpāya kṛṣṇāya: «Le ofrezco mis reverencias a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, quien es la eterna y bienaventurada forma del conocimiento» (Gopāla-tāpanī Upaniṣad 1.1). En el lenguaje védico también hay otras descripciones. Tam ekaṁ govindam: «Tú eres Govinda, el placer de los sentidos y las vacas». Sac-cid-ānanda-vigraham: «Y Tu forma es trascendental, y está colmada de conocimiento, bienaventuranza y eternidad» (Gopāla-tāpanī Upaniṣad 1.38).

A pesar de las cualidades trascendentales del cuerpo del Señor Kṛṣṇa, de su plena bienaventuranza y conocimiento, hay muchos supuestos eruditos y comentaristas del Bhagavad-gītā que se burlan de Kṛṣṇa como si fuera un hombre ordinario. El erudito puede que haya nacido como un hombre extraordinario debido a sus buenas obras anteriores, pero esa concepción de Śrī Kṛṣṇa se debe a un escaso conocimiento. Por eso se lo llama mūḍha, ya que solo las personas necias consideran que Kṛṣṇa es un ser humano ordinario. Los necios creen que Kṛṣṇa es un ser humano ordinario, porque no conocen las actividades confidenciales del Señor Supremo y Sus diferentes energías. Ellos no saben que el cuerpo de Kṛṣṇa es un símbolo de pleno conocimiento y bienaventuranza, y que Él es el propietario de todo lo que existe, y que Él puede conferirle la liberación a cualquiera. Como ellos no saben que Kṛṣṇa posee tantas cualidades trascendentales, se burlan de Él.

Y ellos tampoco saben que la aparición de la Suprema Personalidad de Dios en este mundo material, es una manifestación de Su energía interna. Él es el amo de la energía material. Como ya se explicó en varios lugares (mama māyā duratyayā), Él dice que aunque la energía material es muy poderosa, se encuentra bajo Su control, y que todo el que se entregue a Él puede dejar de estar controlado por esa energía material. Si un alma entregada a Kṛṣṇa puede apartarse de la influencia de la energía material, ¿cómo es posible, entonces, que el Señor Supremo, quien dirige la creación, mantenimiento y aniquilación de toda la naturaleza cósmica, tenga un cuerpo material como nosotros? Así que ese concepto acerca de Kṛṣṇa es una completa necedad. Sin embargo, las personas necias no pueden concebir que la Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, quien aparece tal como un hombre ordinario, pueda ser el controlador de todos los átomos y de la gigantesca manifestación de la forma universal. Lo más grande que existe y lo más diminuto que existe se hallan fuera del alcance de su concepción, debido a lo cual ellas no pueden imaginar que una forma como la de un ser humano pueda simultáneamente controlar lo infinito y lo diminuto. A decir verdad, aunque Él controla lo infinito y lo finito, Él se encuentra aparte de toda esta manifestación. En lo que se refiere a Su yogam aiśvaram, Su inconcebible energía trascendental, se afirma claramente que Él puede controlar al mismo tiempo lo infinito y lo finito, y puede permanecer aparte de ellos. Aunque los necios no pueden imaginar cómo es posible que Kṛṣṇa, que aparece tal como un ser humano, pueda controlar lo infinito y lo finito, aquellos que son devotos puros lo aceptan, ya que saben que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. En consecuencia, ellos se entregan por completo a Él y se dedican al proceso de conciencia de Kṛṣṇa, el servicio devocional del Señor.

Existen muchas controversias entre los impersonalistas y los personalistas con respecto a la aparición del Señor como un ser humano. Pero si consultamos el Bhagavad-gītā y el Śrīmad-Bhāgavatam, los textos autoritativos para entender la ciencia de Kṛṣṇa, podremos entonces entender que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. Él no es un hombre ordinario, aunque haya aparecido en esta Tierra como un ser humano ordinario. En el Śrīmad-Bhāgavatam, Primer Canto, primer capítulo, cuando los sabios encabezados por Śaunaka hicieron preguntas acerca de las actividades de Kṛṣṇa, dijeron:

kṛtavān kila karmāṇi
saha rāmeṇa keśavaḥ
ati-martyāni bhagavān
gūḍhaḥ kapaṭa-māṇuṣaḥ

«El Señor Śrī Kṛṣṇa, la Personalidad de Dios, juntamente con Balarāma, actuó como un ser humano, y, disfrazado así, realizó muchos actos sobrehumanos» (Bhāg. 1.1.20). La aparición del Señor como un hombre confunde a los necios. Ningún ser humano podría realizar los maravillosos actos que Kṛṣṇa llevó a cabo mientras estuvo presente en esta Tierra. Cuando Kṛṣṇa apareció ante Sus padres, Vasudeva y Devakī, apareció con cuatro manos, pero después de las oraciones de ellos, se transformó en un niño ordinario. Como se declara en el Bhāgavatam (10.3.46): babhūva prākṛtaḥ śiśuḥ, Él se volvió como un niño ordinario, como un ser humano ordinario. Ahora bien, aquí se indica de nuevo que, la aparición del Señor como un ser humano ordinario, es uno de los aspectos de Su cuerpo trascendental. En el undécimo capítulo del Bhagavad-gītā también se afirma que Arjuna oró pidiendo ver la forma de Kṛṣṇa de cuatro manos (tenaiva rūpeṇa catur-bhujena). Después de revelar esa forma, Kṛṣṇa, a pedido de Arjuna, adoptó de nuevo Su forma original semejante a la humana (mānuṣaṁ rūpam). Es indudable que estos diferentes aspectos del Señor Supremo no son los de un ser humano ordinario.

Algunas de las personas que se burlan de Kṛṣṇa y que están infectadas con la filosofía māyāvādī, citan el siguiente verso del Śrīmad-Bhāgavatam (3.29.21) para demostrar que Kṛṣṇa es solo un hombre ordinario. Ahaṁ sarveṣu bhūteṣu bhūtātmāvasthitaḥ sadā, «El Supremo está presente en toda entidad viviente». Haríamos mejor en estudiar este verso específico con los ācāryas vaiṣṇavas tales como Jīva Gosvāmi y Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura, en vez de seguir la interpretación de personas desautorizadas que se burlan de Kṛṣṇa. Al comentar este verso, Jīva Gosvāmī dice que Kṛṣṇa, en Su expansión plenaria como Paramātmā, está situado en forma de la Superalma en las entidades móviles y en las inmóviles, y, por lo tanto, cualquier devoto neófito que tan solo le preste atención al arcā-mūrti, la forma del Señor Supremo que se halla en el templo, y no respete a ninguna otra entidad viviente, está adorando en vano esa forma del Señor que se encuentra en el templo. Hay tres clases de devotos del Señor, y el neófito está en la etapa más baja de todas. El devoto neófito le presta más atención a la Deidad del templo que a los demás devotos, y Viśvanātha Cakravartī Ṭhākura advierte que ese tipo de mentalidad debe ser corregida. El devoto debe ver que, como Kṛṣṇa está presente en forma de Paramātmā en el corazón de todo el mundo, cada cuerpo es la personificación o el templo del Señor Supremo, y así como uno le ofrece respetos al templo del Señor, igualmente debe ofrecerles respetos a todos y cada uno de los cuerpos en los que mora el Paramātmā. Por consiguiente, a todos se les debe dar el debido respeto, y no se los debe desdeñar.

También existen muchos impersonalistas que se burlan de la adoración que se realiza en el templo. Ellos dicen que, como Dios está en todas partes, ¿por qué habría uno de limitarse a la adoración que se hace en el templo? Pero, si Dios está en todas partes, ¿acaso no está en el templo o en la Deidad? Aunque el personalista y el impersonalista van a pelearse perpetuamente, un devoto perfecto y consciente de Kṛṣṇa sabe que, si bien Kṛṣṇa es la Personalidad Suprema, Él es omnipresente, tal como se confirma en la Brahma-saṁhitā. Pese a que Su morada personal es Goloka Vṛndāvana y Él siempre se encuentra ahí, no obstante, por medio de las diferentes manifestaciones de Su energía y por medio de Su expansión plenaria, Él está presente en todas partes de la creación material y espiritual.

Texto

moghāśā mogha-karmāṇo
mogha-jñānā vicetasaḥ
rākṣasīm āsurīṁ caiva
prakṛtiṁ mohinīṁ śritāḥ

Palabra por palabra

mogha-āśāḥ — frustrados en sus esperanzas; mogha-karmāṇaḥ — frustrados en las actividades fruitivas; mogha-jñānāḥ — frustrados en el conocimiento; vicetasaḥ — confundidos; rākṣasīm — demoníacos; āsurīm — ateos; ca — y; eva — ciertamente; prakṛtim — naturaleza; mohinīm — desconcertante; śritāḥ — refugiándose en.

Traducción

Aquellos que están confundidos de ese modo son atraídos por opiniones ateas y demoníacas. En esa condición engañada, sus esperanzas de liberarse, sus actividades fruitivas y su cultivo de conocimiento se ven todos frustrados.

Significado

Hay muchos devotos que suponen que tienen conciencia de Kṛṣṇa y que suponen que hacen servicio devocional, pero que en el fondo no aceptan a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, como la Verdad Absoluta. Ellos jamás saborearán el fruto del servicio devocional: el ir de vuelta a Dios. Así mismo, aquellos que están dedicados a actividades fruitivas piadosas y que en fin de cuentas están esperando ser liberados de este enredo material, tampoco tendrán éxito jamás, porque se burlan de la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. En otras palabras, a las personas que se mofan de Kṛṣṇa se las debe tener por demoníacas o ateas. Como se describe en el séptimo capítulo del Bhagavad-gītā, esos herejes demoníacos nunca se entregan a Kṛṣṇa. Por lo tanto, las especulaciones mentales que ellos hacen para llegar a la Verdad Absoluta, los llevan a la falsa conclusión de que la entidad viviente ordinaria y Kṛṣṇa son exactamente lo mismo. Con esa falsa convicción, ellos creen que ahora el cuerpo de cualquier ser humano simplemente se encuentra cubierto por la naturaleza material, y que en cuanto uno se libera de este cuerpo material, no hay ninguna diferencia entre Dios y uno. Ese intento de volverse uno con Kṛṣṇa se verá frustrado por ser ilusorio. Esa manera atea y demoníaca de cultivar conocimiento espiritual, siempre es inútil. Eso es lo que se indica en este verso. Para esas personas, el cultivo del conocimiento que se encuentra en la literatura védica, tal como en el Vedānta-sūtra y los Upaniṣads, siempre fracasa.

Es una gran ofensa, pues, considerar que Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, es un hombre ordinario. Aquellos que así lo hacen están sin duda engañados, porque no pueden entender la forma eterna de Kṛṣṇa. El Bṛhad-viṣṇu-smṛti afirma claramente:

yo vetti bhautikaṁ dehaṁ
kṛṣṇasya paramātmanaḥ
sa sarvasmād bahiṣ-kāryaḥ
śrauta-smārta-vidhānataḥ
mukhaṁ tasyāvalokyāpi
sa-celaṁ snānam ācaret

«Aquel que considera que el cuerpo de Kṛṣṇa es material, debe ser echado de todos los rituales y actividades del śruti y del smṛti. Y si por casualidad uno le ve la cara a esa persona, se debe bañar de inmediato en el Ganges para librarse de la infección. La gente se burla de Kṛṣṇa, porque envidia a la Suprema Personalidad de Dios. Su destino es ciertamente el de tener que aparecer nacimiento tras nacimiento en las especies de vida ateas y demoníacas. Su verdadero conocimiento permanecerá cubierto por la ilusión perpetuamente, y poco a poco ellos irán retrocediendo hacia la región más oscura de la creación».

Texto

mahātmānas tu māṁ pārtha
daivīṁ prakṛtim āśritāḥ
bhajanty ananya-manaso
jñātvā bhūtādim avyayam

Palabra por palabra

mahā-ātmānaḥ — las grandes almas; tu — pero; mām — a Mí; pārtha — ¡oh, hijo de Pṛthā!; daivīm — divina; prakṛtim — naturaleza; āśritāḥ — habiéndose refugiado en; bhajanti — prestar servicio; ananya-manasaḥ — sin que la mente se desvíe; jñātvā — sabiendo; bhūta — de la creación; ādim — el origen; avyayam — inagotable.

Traducción

¡Oh, hijo de Pṛthā!, aquellos que no están engañados, las grandes almas, se hallan bajo la protección de la naturaleza divina. Ellos están plenamente dedicados al servicio devocional, porque saben que Yo soy la Suprema Personalidad de Dios, original e inagotable.

Significado

En este verso se da claramente la descripción del mahātmā. El primer signo característico del mahātmā es que ya está situado en el plano de la naturaleza divina. Él no se halla bajo el control de la naturaleza material. Y, ¿cómo ocurre eso? Ello se explica en el séptimo capítulo: aquel que se entrega a la Suprema Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa, de inmediato se libera del control de la naturaleza material. Ése es el requisito. Uno podrá liberarse del control de la naturaleza material, en cuanto entregue su alma a la Suprema Personalidad de Dios. Ésa es la fórmula preliminar. Como la entidad viviente es potencia marginal, tan pronto como se libera del control de la naturaleza material, es puesta bajo la guía de la naturaleza espiritual. La guía de la naturaleza espiritual se denomina daivī prakṛti, naturaleza divina. Así que, cuando uno es promovido de ese modo —por haberse entregado a la Suprema Personalidad de Dios—, llega a la etapa de gran alma, mahātmā.

El mahātmā no aparta la atención hacia nada fuera de Kṛṣṇa, porque sabe perfectamente bien que Kṛṣṇa es la Persona Suprema original, la causa de todas las causas. No hay ninguna duda de ello. Esa clase de mahātmā, o gran alma, se desarrolla mediante la compañía de otros mahātmās, o devotos puros. A los devotos puros no los atraen ni siquiera otros aspectos de Kṛṣṇa, tales como el Mahā-Viṣṇu de cuatro brazos. Ellos simplemente están atraídos a la forma de Kṛṣṇa de dos brazos. A ellos no los atraen otros aspectos de Kṛṣṇa, ni les interesa ninguna forma de un semidiós o de un ser humano. Ellos meditan únicamente en Kṛṣṇa con conciencia de Kṛṣṇa. Ellos siempre están dedicados al inquebrantable servicio del Señor con conciencia de Kṛṣṇa.

Texto

satataṁ kīrtayanto māṁ
yatantaś ca dṛḍha-vratāḥ
namasyantaś ca māṁ bhaktyā
nitya-yuktā upāsate

Palabra por palabra

satatam — siempre; kīrtayantaḥ — cantando; mām — acerca de Mí; yatantaḥ — esforzándose plenamente; ca — también; dṛḍha-vratāḥ — con determinación; namasyantaḥ — ofreciendo reverencias; ca — y; mām — a Mí; bhaktyā — con devoción; nitya-yuktāḥ — dedicados perpetuamente; upāsate — adoran.

Traducción

Siempre cantando Mis glorias, esforzándose con gran determinación y postrándose ante Mí, estas grandes almas Me adoran perpetuamente con devoción.

Significado

No se puede fabricar un mahātmā estampándole un sello a un hombre ordinario. Las características propias de un mahātmā se describen aquí: el mahātmā siempre está dedicado a cantar las glorias del Supremo Señor Kṛṣṇa, la Personalidad de Dios. Él no tiene ninguna otra ocupación. Él siempre está dedicado a la glorificación del Señor. En otras palabras, él no es un impersonalista. Cuando se habla de glorificación, hay que glorificar al Señor Supremo, alabando Su santo nombre, Su forma eterna, Sus cualidades trascendentales y Sus extraordinarios pasatiempos. Uno tiene que glorificar todas esas cosas; por lo tanto, un mahātmā está apegado a la Suprema Personalidad de Dios.

A aquel que está apegado al aspecto impersonal del Señor Supremo, el brahma-jyotir, no se lo describe como mahātmā en el Bhagavad-gītā. A él se lo describe de otra manera en el próximo verso. El mahātmā siempre está dedicado a diferentes actividades del servicio devocional, tal como se describe en el Śrīmad-Bhāgavatam, oyendo hablar de Viṣṇu y cantando acerca de Él, no de un semidiós o de un ser humano. Eso es devoción: śravaṇaṁ kīrtanaṁ viṣṇoḥ, y smaraṇam, recordándolo a Él. Esa clase de mahātmā tiene la firme determinación de conseguir al final la compañía del Señor Supremo en cualquiera de los cinco rasas trascendentales. Para lograr ese éxito, él pone todas las actividades —las mentales, las físicas y las vocales, todo— al servicio del Señor Supremo, Śrī Kṛṣṇa. Eso se denomina plena conciencia de Kṛṣṇa.

En el servicio devocional hay ciertas actividades que se llaman «determinadas», tales como el ayuno en ciertos días, como el undécimo día de la Luna, ekādaśī, y el día de la aparición del Señor. Todas esas reglas y regulaciones las presentan los grandes ācāryas para aquellos que verdaderamente están interesados en ganarse la compañía de la Suprema Personalidad de Dios en el mundo trascendental. Los mahātmās, las grandes almas, observan estrictamente todas esas reglas y regulaciones, y, en consecuencia, es seguro que conseguirán el resultado deseado.

Como se describe en el segundo verso de este capítulo, el servicio devocional no solo es sencillo, sino que además se puede ejecutar alegremente. Uno no tiene que someterse a ninguna austeridad o penitencia severa. Se puede llevar esta vida en medio del servicio devocional, bajo la guía de un maestro espiritual experto, y en cualquier posición, ya sea como casado, como sannyāsī o como brahmacārī; en cualquier posición y en cualquier parte del mundo se puede llevar a cabo ese servicio devocional que se le presta a la Suprema Personalidad de Dios, y de ese modo llegar a ser realmente un mahātmā, una gran alma.

Texto

jñāna-yajñena cāpy anye
yajanto mām upāsate
ekatvena pṛthaktvena
bahudhā viśvato-mukham

Palabra por palabra

jñāna-yajñena — mediante el cultivo de conocimiento; ca — también; api — ciertamente; anye — otros; yajantaḥ — sacrificando; mām — a Mí; upāsate — adoran; ekatvena — en la unidad; pṛthaktvena — en la dualidad; bahudhā — en la diversidad; viśvataḥ-mukham — y en la forma universal.

Traducción

Otros, que hacen sacrificio mediante el cultivo de conocimiento, adoran al Señor Supremo como aquel que no tiene igual, como aquel que se ha diversificado en muchos, y como la forma universal.

Significado

Este verso constituye el resumen de los versos anteriores. El Señor le dice a Arjuna que aquellos que solo siguen el proceso de conciencia de Kṛṣṇa y que no conocen nada aparte de Kṛṣṇa, reciben el nombre de mahātmās; sin embargo, hay otras personas que no están precisamente en la posición de mahātmā, pero que también adoran a Kṛṣṇa, aunque de diferentes maneras. A algunos de ellos ya se los ha descrito como los afligidos, los necesitados, los indagadores y aquellos que se dedican al cultivo de conocimiento. Pero hay otros que son aún más bajos, y a ellos se los divide en tres grupos: (1) aquel que se adora a sí mismo considerando que él y el Señor Supremo son uno, (2) aquel que inventa una forma del Señor Supremo y la adora, y (3) aquel que acepta la forma universal, el viśva-rūpa de la Suprema Personalidad de Dios, y la adora. De estos tres, los más bajos de todos, aquellos que se adoran a sí mismos como el Señor Supremo y que creen que son monistas, son los que más abundan. Esa gente cree que es el Señor Supremo, y en ese estado de conciencia se adoran a sí mismos. Esto también es un tipo de adoración de Dios, pues ellos pueden entender que no son el cuerpo material sino que de hecho son alma espiritual; al menos ese sentido impera. Por lo general, los impersonalistas adoran al Señor Supremo de ese modo. La segunda clase comprende a los adoradores de los semidioses, aquellos que, mediante la imaginación, consideran que cualquier forma es la forma del Señor Supremo. Y la tercera clase comprende a aquellos que no pueden concebir nada más allá de la manifestación de este universo material. Ellos consideran que el universo es la entidad u organismo supremo, y lo adoran. El universo también es una forma del Señor.

Texto

ahaṁ kratur ahaṁ yajñaḥ
svadhāham aham auṣadham
mantro ’ham aham evājyam
aham agnir ahaṁ hutam

Palabra por palabra

aham — Yo; kratuḥ — ritual védico; aham — Yo; yajñaḥ — sacrificio del smṛti; svadhā — oblación; aham — Yo; aham — Yo; auṣadham — hierba medicinal; mantraḥ — canto trascendental; aham — Yo; aham — Yo; eva — ciertamente; ājyam — mantequilla derretida; aham — Yo; agniḥ — fuego; aham — Yo; hutam — ofrenda.

Traducción

Mas, Yo soy el ritual, el sacrificio, la ofrenda a los antepasados, la hierba medicinal y el canto trascendental. Yo soy la mantequilla, el fuego y la ofrenda.

Significado

El sacrificio védico conocido como Jyotiṣṭoma también es Kṛṣṇa, y Él es también el mahā-yajña que se menciona en la smṛti. Las oblaciones que se le ofrecen al Pitṛloka o el sacrificio que se celebra para complacer al Pitṛloka, que se considera que es un tipo de medicina en la forma de mantequilla clarificada, también es Kṛṣṇa. Los mantras que se cantan en relación con eso, también son Kṛṣṇa. Y muchos otros elementos que se hacen con productos lácteos para ser ofrecidos en los sacrificios, también son Kṛṣṇa. El fuego también es Kṛṣṇa, porque es uno de los cinco elementos materiales, y se considera por ello que es la energía separada de Kṛṣṇa. En otras palabras, los sacrificios védicos que se recomiendan en la división karma-kāṇḍa de los Vedas, también son Kṛṣṇa en su totalidad. O, dicho de otra manera, aquellos que están dedicados a prestarle servicio devocional a Kṛṣṇa, se debe sobrentender que han celebrado todos los sacrificios que se recomiendan en los Vedas.

Texto

pitāham asya jagato
mātā dhātā pitāmahaḥ
vedyaṁ pavitram oṁ-kāra
ṛk sāma yajur eva ca

Palabra por palabra

pitā — padre; aham — Yo; asya — de este; jagataḥ — universo; mātā — madre; dhātā — sostén; pitāmahaḥ — abuelo; vedyam — lo que ha de conocerse; pavitram — aquello que purifica; oṁ-kāraḥ — la sílaba oṁ; ṛkel Ṛg Veda; sāmael Sāma Veda; yajuḥel Yajur Veda; eva — ciertamente; ca — y.

Traducción

Yo soy el padre de este universo, la madre, el sostén y el abuelo. Yo soy el objeto del conocimiento, el purificador y la sílaba oṁ. Yo también soy los Vedas Ṛg, Sāma y Yajur.

Significado

Todas las manifestaciones cósmicas, móviles e inmóviles, son manifestadas por diferentes actividades de la energía de Kṛṣṇa. En la existencia material creamos diferentes relaciones con diferentes entidades vivientes, que no son más que la energía marginal de Kṛṣṇa; bajo la creación de prakṛti, algunas de ellas aparecen como nuestro padre, madre, abuelo, creador, etc., pero en realidad ellas son partes integrales de Kṛṣṇa. Como tales, esas entidades vivientes que parecen ser nuestro padre, madre, etc., no son más que Kṛṣṇa. En este verso, la palabra dhātā significa «creador». No solo nuestro padre y madre son partes integrales de Kṛṣṇa: el creador, la abuela y el abuelo, etc., también son Kṛṣṇa. En realidad, cualquier entidad viviente es Kṛṣṇa, ya que es parte integral de Kṛṣṇa. Todos los Vedas apuntan, pues, únicamente hacia Kṛṣṇa. Todo lo que queramos saber a través de los Vedas, no es más que un paso progresivo para llegar a entender a Kṛṣṇa. Esa materia que nos ayuda a purificar nuestra posición constitucional, es especialmente Kṛṣṇa. De igual forma, la entidad viviente que está muy interesada en entender todos los principios védicos, también es parte integral de Kṛṣṇa, y, como tal, también es Kṛṣṇa. En todos los mantras védicos, la palabra oṁ, llamada praṇava, es una vibración sonora trascendental, y también es Kṛṣṇa. Y como en todos los himnos de los cuatro VedasSāma, Yajur, Ṛg y Atharva— el praṇava, o el oṁkāra, es muy resaltante, se considera que es Kṛṣṇa.

Texto

gatir bhartā prabhuḥ sākṣī
nivāsaḥ śaraṇaṁ suhṛt
prabhavaḥ pralayaḥ sthānaṁ
nidhānaṁ bījam avyayam

Palabra por palabra

gatiḥ — meta; bhartā — sustentador; prabhuḥ — Señor; sākṣī — testigo; nivāsaḥ — morada; śaraṇam — refugio; su-hṛt — el amigo más íntimo; prabhavaḥ — creación; pralayaḥ — disolución; sthānam — suelo; nidhānam — lugar de descanso; bījam — semilla; avyayam — imperecedera.

Traducción

Yo soy la meta, el sustentador, el amo, el testigo, la morada, el refugio y el amigo más querido. Yo soy la creación y la aniquilación, la base de todo, el lugar de descanso y la simiente eterna.

Significado

Gati significa el destino al que queremos llegar. Pero la meta última es Kṛṣṇa, si bien la gente no lo sabe. Aquel que no conoce a Kṛṣṇa está extraviado, y su supuesta marcha progresiva es, o bien parcial o bien alucinatoria. Hay muchas personas que ponen a los diferentes semidioses como su destino, y mediante la rígida ejecución de los métodos estrictos respectivos llegan a diferentes planetas, conocidos como Candraloka, Sūryaloka, Indraloka, Maharloka, etc. Pero como todos esos lokas, o planetas, son creaciones de Kṛṣṇa, son Kṛṣṇa y no son Kṛṣṇa, simultáneamente. Como esos planetas son manifestaciones de la energía de Kṛṣṇa, también son Kṛṣṇa, pero, en realidad, solo sirven como un paso hacia adelante en el camino a lograr una perfecta comprensión de Kṛṣṇa. Acudir a las diferentes energías de Kṛṣṇa es acudir a Kṛṣṇa indirectamente. Uno debe acudir a Kṛṣṇa directamente, ya que eso le ahorrará a uno tiempo y energía. Por ejemplo, si hay la posibilidad de ir al último piso de un edificio con la ayuda de un elevador, ¿por qué habríamos de ir por la escalera, de paso en paso? Todo descansa en la energía de Kṛṣṇa; por consiguiente, sin el refugio de Kṛṣṇa nada puede existir. Kṛṣṇa es el supremo gobernante, porque todo le pertenece a Él y todo existe basado en Su energía. Como Kṛṣṇa está situado en el corazón de todo el mundo, es el testigo supremo. Las residencias, países o planetas en los que vivimos, también son Kṛṣṇa. Kṛṣṇa es la última meta en lo que a refugio se refiere, y, en consecuencia, uno debe refugiarse en Kṛṣṇa, ya sea para protegerse, o para eliminar su condición afligida. Y cuando quiera que tengamos que protegernos, debemos saber que nuestra protección ha de ser una fuerza viviente. Así pues, Kṛṣṇa es la entidad viviente suprema. Puesto que Kṛṣṇa es la fuente de nuestra generación, es decir, el padre supremo, nadie puede ser mejor amigo que Kṛṣṇa, ni nadie puede ser un mejor bienqueriente. Kṛṣṇa es la fuente original de la creación y el descanso final después de la aniquilación. Kṛṣṇa es, pues, la causa eterna de todas las causas.

Texto

tapāmy aham ahaṁ varṣaṁ
nigṛhṇāmy utsṛjāmi ca
amṛtaṁ caiva mṛtyuś ca
sad asac cāham arjuna

Palabra por palabra

tapāmi — doy calor; aham — Yo; aham — Yo; varṣam — lluvia; nigṛhṇāmi — retengo; utsṛjāmi — envío; ca — y; amṛtam — inmortalidad; ca — y; eva — ciertamente; mṛtyuḥ — muerte; ca — y; sat — espíritu; asat — materia; ca — y; aham — Yo; arjuna — ¡oh, Arjuna!

Traducción

¡Oh, Arjuna!, Yo doy calor, y retengo o envío la lluvia. Yo soy la inmortalidad, y también soy la personificación de la muerte. Tanto el espíritu como la materia están en Mí.

Significado

Kṛṣṇa, mediante Sus diferentes energías, difunde el calor y la luz por intermedio de la electricidad y el Sol. Durante la estación de verano, Kṛṣṇa es quien le impide a la lluvia caer del cielo, y luego, durante la estación de lluvias, Él envía incesantes torrentes de lluvia. Kṛṣṇa es la energía que nos sustenta y que prolonga la duración de nuestra vida, y Kṛṣṇa nos espera al final en forma de la muerte. Mediante el análisis de todas estas diferentes energías de Kṛṣṇa, uno puede darse cuenta de que para Kṛṣṇa no existe diferencia entre la materia y el espíritu, o, en otras palabras, Él es tanto la materia como el espíritu. Por lo tanto, en la etapa adelantada de conciencia de Kṛṣṇa, uno no hace esas distinciones. Uno solo ve a Kṛṣṇa en todo.

Debido a que Kṛṣṇa es tanto la materia como el espíritu, la gigantesca forma universal que abarca todas las manifestaciones materiales también es Kṛṣṇa, y Sus pasatiempos en Vṛndāvana como el Śyāmasundara de dos manos que toca una flauta son los de la Suprema Personalidad de Dios.

Texto

trai-vidyā māṁ soma-pāḥ pūta-pāpā
yajñair iṣṭvā svar-gatiṁ prārthayante
te puṇyam āsādya surendra-lokam
aśnanti divyān divi deva-bhogān

Palabra por palabra

trai-vidyāḥ — los conocedores de los tres Vedas; mām — a Mí; soma-pāḥ — que beben el jugo soma; pūta — purificados; pāpāḥ — de pecados; yajñaiḥ — con sacrificios; iṣṭvā — adorando; svaḥ-gatim — pasaje al cielo; prārthayante — oran por; te — ellos; puṇyam — piadoso; āsādya — llegando; sura-indra — de Indra; lokam — el mundo; aśnanti — disfrutan; divyān — celestial; divi — en el cielo; deva-bhogān — placeres de los dioses.

Traducción

Aquellos que estudian los Vedas y beben el jugo soma, buscando los planetas celestiales, Me adoran indirectamente. Al purificarse de las reacciones pecaminosas, ellos nacen en el piadoso y celestial planeta de Indra, donde disfrutan de deleites divinos.

Significado

La palabra trai-vidyāḥ se refiere a los tres VedasSāma, Yajur y Ṛg—. El brāhmaṇa que ha estudiado esos tres Vedas recibe el nombre de tri-vedī. Cualquiera que esté muy apegado al conocimiento que se obtiene de esos tres Vedas, es respetado en la sociedad. Desafortunadamente, hay muchos y grandes eruditos de los Vedas que no conocen el objetivo final de su estudio. En consecuencia, Kṛṣṇa declara aquí que Él Mismo es la meta última de los tri-vedīs. Los verdaderos tri-vedīs se refugian bajo los pies de loto de Kṛṣṇa, y se dedican al servicio devocional puro para satisfacer al Señor. El servicio devocional comienza con el canto del mantra Hare Kṛṣṇa a la par del intento de entender a Kṛṣṇa en verdad. Por desgracia, aquellos que tan solo son estudiantes oficiales de los Vedas, se interesan más en ofrecerles sacrificios a los diferentes semidioses, tales como Indra y Candra. Por medio de ese esfuerzo, los adoradores de los diferentes semidioses se purifican sin duda de la contaminación de las cualidades inferiores de la naturaleza, y, en virtud de ello, se elevan a los sistemas planetarios superiores, o los planetas celestiales conocidos como Maharloka, Janaloka, Tapoloka, etc. Una vez que uno se encuentra en esos sistemas planetarios superiores, puede satisfacer sus sentidos cientos de miles de veces mejor que en este planeta.

Texto

te taṁ bhuktvā svarga-lokaṁ viśālaṁ
kṣīṇe puṇye martya-lokaṁ viśanti
evaṁ trayī-dharmam anuprapannā
gatāgataṁ kāma-kāmā labhante

Palabra por palabra

te — ellos; tam — ese; bhuktvā — disfrute; svarga-lokam — el cielo; viśālam — vasto; kṣīṇe — estando agotado; puṇye — los resultados de sus actividades piadosas; martya-lokam — al mundo de la muerte; viśanti — caen; evam — así pues; trayī — de los tres Vedas; dharmam — doctrinas; anuprapannāḥ — siguiendo; gata-āgatam — muerte y nacimiento; kāma-kāmāḥ — deseando disfrutes de los sentidos; labhante — consiguen.

Traducción

Después de que han disfrutado así de un inmenso placer celestial de los sentidos y los resultados de sus actividades piadosas se agotan, ellos regresan de nuevo a este planeta mortal. Así pues, aquellos que buscan el disfrute de los sentidos adhiriéndose para ello a los principios de los tres Vedas, consiguen únicamente el reiterado ciclo del nacimiento y la muerte.

Significado

Aquel que es promovido a los sistemas planetarios superiores disfruta de una vida más larga y de mejores facilidades para el disfrute de los sentidos, pero aun así no se le permite quedarse ahí para siempre. Al terminársele los frutos resultantes de las actividades piadosas, uno es enviado de nuevo a esta Tierra. Aquel que no ha logrado la perfección del conocimiento, tal como se indica en el Vedānta-sūtra (janmādy asya yataḥ), o, en otras palabras, aquel que no llega a entender a Kṛṣṇa, la causa de todas las causas, fracasa en lo que se refiere a llegar a la meta última de la vida, por lo cual es sometido a la rutina de ser ascendido a los planetas superiores y luego descender de nuevo, como si se encontrara en una rueda de la fortuna, la cual a veces sube y a veces baja. El significado de esto es que, en vez de elevarse al mundo espiritual, del que deja de haber toda posibilidad de descender, uno simplemente gira en el ciclo del nacimiento y la muerte en sistemas planetarios superiores e inferiores. Es mejor ir al mundo espiritual a disfrutar de una vida eterna colmada de bienaventuranza y conocimiento, y no regresar jamás a esta existencia material desoladora.

Texto

ananyāś cintayanto māṁ
ye janāḥ paryupāsate
teṣāṁ nityābhiyuktānāṁ
yoga-kṣemaṁ vahāmy aham

Palabra por palabra

ananyāḥ — sin tener otro objeto; cintayantaḥ — concentrándose; mām — en Mí; ye — aquellos que; janāḥ — personas; paryupāsate — adoran debidamente; teṣām — de ellos; nitya — siempre; abhiyuktānām — fijo en la devoción; yoga — necesidades; kṣemam — protección; vahāmi — llevo; aham — Yo.

Traducción

Pero a aquellos que siempre Me adoran con una devoción exclusiva, meditando en Mi forma trascendental, Yo les llevo lo que les falta y les preservo lo que tienen.

Significado

Aquel que es incapaz de vivir por un momento sin conciencia de Kṛṣṇa, no puede sino pensar en Kṛṣṇa las veinticuatro horas del día, ocupado en el servicio devocional por medio del proceso de oír, cantar, recordar, ofrecer oraciones, adorar, servir los pies de loto del Señor, prestar otros servicios, hacer amistad y entregarse por entero al Señor. Todas esas actividades son auspiciosas y están llenas de potencias espirituales, las cuales hacen que el devoto sea perfecto en lo referente a la autorrealización, de modo que su único deseo sea el de conseguir la compañía de la Suprema Personalidad de Dios. Es indudable que esa clase de devoto llega al Señor sin dificultad. Eso se denomina yoga. Por la misericordia del Señor, ese devoto nunca regresa a esta condición material de la vida. La palabra kṣema se refiere a la misericordiosa protección del Señor. El Señor ayuda al devoto a adquirir conciencia de Kṛṣṇa mediante el yoga, y cuando el devoto se vuelve plenamente consciente de Kṛṣṇa, el Señor lo protege de caer en una desoladora vida condicionada.

Texto

ye ’py anya-devatā-bhaktā
yajante śraddhayānvitāḥ
te ’pi mām eva kaunteya
yajanty avidhi-pūrvakam

Palabra por palabra

ye — aquellos que; api — también; anya — de otros; devatā — dioses; bhaktāḥ — devotos; yajante — adoran; śraddhayā-anvitāḥ — con fe; te — ellos; api — también; mām — a Mí; eva — únicamente; kaunteya — ¡oh, hijo de Kuntī!; yajanti — ellos adoran; avidhi-pūrvakam — de un modo equivocado.

Traducción

Aquellos que son devotos de otros dioses y que los adoran con fe, en realidad Me adoran únicamente a Mí, ¡oh, hijo de Kuntī!, pero lo hacen de un modo equivocado.

Significado

Las personas que se dedican a la adoración de los semidioses no son muy inteligentes, pese a que esa adoración indirectamente se Me ofrece a Mí» —dice Kṛṣṇa. Por ejemplo, cuando un hombre vierte agua en las hojas y ramas de un árbol sin echarle agua a la raíz, lo hace sin suficiente conocimiento o sin observar principios regulativos. De forma similar, el proceso para prestarles servicio a las diferentes partes del cuerpo consiste en proveerle de comida al estómago. Los semidioses son, por así decirlo, diferentes funcionarios y directores que forman parte del gobierno del Señor Supremo. Uno tiene que seguir las leyes promulgadas por el gobierno, no por los funcionarios o directores. De la misma manera, todo el mundo debe ofrecerle su adoración únicamente al Señor Supremo. Eso satisfará automáticamente a los diferentes directores y funcionarios del Señor. Los funcionarios y directores trabajan como representantes del gobierno, y tratar de sobornarlos es ilegal. Ello se denota aquí como avidhi-pūrvakam. En otras palabras, Kṛṣṇa no aprueba la adoración innecesaria de los semidioses.

Texto

ahaṁ hi sarva-yajñānāṁ
bhoktā ca prabhur eva ca
na tu mām abhijānanti
tattvenātaś cyavanti te

Palabra por palabra

aham — Yo; hi — seguro; sarva — de todos; yajñānām — los sacrificios; bhoktā — el disfrutador; ca — y; prabhuḥ — el Señor; eva — también; ca — y; na — no; tu — pero; mām — a Mí; abhijānanti — conocen; tattvena — en realidad; ataḥ — por consiguiente; cyavanti — caen; te — ellos.

Traducción

Yo soy el único disfrutador y amo de todos los sacrificios. Por consiguiente, aquellos que no reconocen Mi verdadera naturaleza trascendental, caen.

Significado

Aquí se expresa claramente que hay muchos tipos de ejecuciones de yajña que se recomiendan en las Escrituras védicas, pero que, en realidad, todas ellas tienen por objeto satisfacer al Señor Supremo. Yajña significa Viṣṇu. En el tercer capítulo del Bhagavad-gītā se dice claramente que uno debe trabajar solo para satisfacer a Yajña, o Viṣṇu. La forma más perfecta de civilización humana, conocida como varṇāśrama-dharma, está hecha específicamente para satisfacer a Viṣṇu. Por lo tanto, Kṛṣṇa dice en este verso: «Yo soy el disfrutador de todos los sacrificios, porque Yo soy el amo supremo». Sin embargo, algunas personas poco inteligentes, ignorando este hecho, adoran a los semidioses en aras de un beneficio temporal. Eso hace que ellas caigan a la existencia material y que no consigan la meta que se desea en la vida. Mas, si aun así alguien tiene algún deseo material que complacer, lo mejor que puede hacer es pedirle por ello al Señor Supremo (aunque eso no es devoción pura), y de ese modo obtendrá el resultado deseado.

Texto

yānti deva-vratā devān
pitṝn yānti pitṛ-vratāḥ
bhūtāni yānti bhūtejyā
yānti mad-yājino ’pi mām

Palabra por palabra

yānti — van; deva-vratāḥ — adoradores de los semidioses; devān — a los semidioses; pitṝn — a los antepasados; yānti — van; pitṛ-vratāḥ — adoradores de los antepasados; bhūtāni — a los fantasmas y espíritus; ānti — van; bhūta-ijyāḥ — adoradores de los fantasmas y espíritus; yānti — van; mat — Mis; yājinaḥ — devotos; api — pero; mām — a Mí.

Traducción

Aquellos que adoran a los semidioses, nacerán entre los semidioses; aquellos que adoran a los antepasados, irán a los antepasados; aquellos que adoran a los fantasmas y espíritus, nacerán entre esos seres; y aquellos que Me adoran a Mí, vivirán conmigo.

Significado

Si uno tiene algún deseo de ir a la Luna, al Sol o a cualquier otro planeta, puede lograr ir al destino deseado si sigue los principios védicos específicos que se recomiendan para ese fin, tales como el proceso técnicamente conocido como darśa-paurṇamāsī. Dichos principios se describen vívidamente en la porción de los Vedas que trata de las actividades fruitivas, y en la que se recomienda una adoración específica de los semidioses que están situados en diferentes planetas celestiales. De igual modo, uno puede llegar a los planetas Pitā si realiza un yajña específico. Y, así mismo, uno puede ir a muchos planetas de fantasmas, y volverse un yakṣa, rakṣa o piśāca. La adoración piśāca se denomina «artes negras» o «magia negra». Hay muchos hombres que practican ese arte negro, y ellos creen que es espiritualismo; pero esas actividades son totalmente materialistas. De manera similar, el devoto puro, quien solo adora a la Suprema Personalidad de Dios, llega a los planetas de Vaikuṇṭha y Kṛṣṇaloka sin ninguna duda. Es muy fácil entender con este importante verso que si, por el simple hecho de adorar a los semidioses, uno puede llegar a los planetas celestiales, o por adorar a los pitās uno puede llegar a los planetas Pitā, o por el hecho de practicar las artes negras uno puede llegar a los planetas de los fantasmas, ¿por qué el devoto puro no puede llegar al planeta de Kṛṣṇa o Viṣṇu? Por desgracia, mucha gente carece de información acerca de esos planetas sublimes en los que viven Kṛṣṇa y Viṣṇu, y como no saben de ellos, caen. Hasta los impersonalistas se caen del brahma-jyotir. Por eso el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa le está distribuyendo una información sublime a toda la sociedad humana, con objeto de que, por el simple hecho de cantar el mantra Hare Kṛṣṇa, uno pueda volverse perfecto en esta vida e ir de vuelta al hogar, de vuelta a Dios.

Texto

patraṁ puṣpaṁ phalaṁ toyaṁ
yo me bhaktyā prayacchati
tad ahaṁ bhakty-upahṛtam
aśnāmi prayatātmanaḥ

Palabra por palabra

patram — una hoja; puṣpam — una flor; phalam — una fruta; toyam — agua; yaḥ — quienquiera; me — a Mí; bhaktyā — con devoción; prayacchati — ofrece; tat — eso; aham — Yo; bhakti-upahṛtam — ofrecido con devoción; aśnāmi — acepto; prayata-ātmanaḥ — de alguien que tiene la conciencia pura.

Traducción

Si alguien Me ofrece con amor y devoción una hoja, una flor, una fruta o agua, Yo la aceptaré.

Significado

Para la persona inteligente es esencial hallarse en estado de conciencia de Kṛṣṇa, dedicada al amoroso servicio trascendental del Señor, a fin de conseguir una morada bienaventurada y permanente para la felicidad eterna. El proceso para lograr ese maravilloso resultado es muy sencillo, y hasta el más pobre de los pobres puede intentar llevarlo a cabo, sin tener que cumplir con ningún requisito. El único requisito necesario en relación con esto es el de ser un devoto puro del Señor. No importa lo que uno sea o dónde esté situado. El proceso es tan sencillo, que hasta una hoja, un poquito de agua o una fruta, se le puede ofrecer al Señor Supremo con amor genuino, y el Señor tendrá a bien aceptarlo. Por consiguiente, nadie puede ser excluido del proceso de conciencia de Kṛṣṇa, ya que es muy fácil y universal. ¿Quién sería tan necio como para no querer volverse consciente de Kṛṣṇa mediante este sencillo método, y con ello alcanzar la vida más elevada y perfecta que existe de eternidad, bienaventuranza y conocimiento? Kṛṣṇa solo quiere servicio amoroso y nada más. Kṛṣṇa acepta incluso una pequeña flor que le dé Su devoto puro. Él no quiere ninguna clase de ofrenda que venga de un no devoto. Él no necesita nada de nadie, ya que es autosuficiente, y, no obstante, acepta la ofrenda de Su devoto en un intercambio de amor y afecto. El desarrollo de conciencia de Kṛṣṇa constituye la máxima perfección de la vida. En este verso se menciona dos veces la palabra bhakti, con el fin de declarar más enfáticamente que el bhakti, o el servicio devocional, es el único medio para acercarse a Kṛṣṇa. Ninguna otra condición, como la de convertirse en un brāhmaṇa, en un erudito, en un hombre muy rico o en un gran filósofo, puede inducir a Kṛṣṇa a aceptar alguna ofrenda. Sin el principio básico del bhakti, nada puede inducir al Señor a que acceda a aceptar nada de nadie. El bhakti nunca es algo casual. El proceso es eterno. Es acción directa para servicio del todo absoluto.

Aquí, el Señor Kṛṣṇa, habiendo establecido que Él es el único disfrutador, el Señor primordial y el verdadero objeto de todas las ofrendas de los sacrificios, revela qué tipos de sacrificios desea que se le ofrezcan. Si uno desea prestarle servicio devocional al Supremo a fin de purificarse y llegar a la meta de la vida —el amoroso servicio trascendental de Dios—, debe averiguar entonces qué es lo que el Señor desea de él. Aquel que ama a Kṛṣṇa le da todo lo que Él quiera, y se abstiene de ofrecerle algo poco recomendable o que no se haya pedido. Así pues, a Kṛṣṇa no se le debe ofrecer carne, pescado ni huevos. Si Él deseara esa clase de ofrendas, lo hubiera dicho. En lugar de eso, Él pide claramente que se le dé una hoja, una fruta, flores y agua, y de esa ofrenda Él dice: «Yo la aceptaré». Por lo tanto, debemos entender que Él no aceptará carne, pescado ni huevos. Las verduras, los granos, las frutas, la leche y el agua constituyen los alimentos indicados para los seres humanos, y el propio Señor Kṛṣṇa los prescribe. Cualquier otra cosa que comamos no se le puede ofrecer a Él, pues Él no la aceptará. De modo que, si ofrecemos esas otras comidas, no estaremos actuando en el plano de la devoción amorosa.

En el capítulo tres, verso trece, Śrī Kṛṣṇa explica que solo los remanentes de un sacrificio están purificados, y que solo esos remanentes son aptos para el consumo de aquellos que están tratando de progresar en la vida y liberarse de las garras del enredo material. De aquellos que no ofrecen su comida, Él dice en el mismo verso que solo comen pecado. En otras palabras, cada uno de sus bocados simplemente aumenta su enredo en las complejidades de la naturaleza material. Pero el acto de preparar sencillos y sabrosos platos de verduras, ofrecerlos ante el retrato o la Deidad del Señor Kṛṣṇa y postrarse y orarle a Él para que acepte esa humilde ofrenda, le permite a uno progresar firmemente en la vida, purificar el cuerpo y crear tejidos cerebrales finos que lo llevarán a uno a tener un pensamiento claro. Y, por encima de todo, la ofrenda se debe hacer con una actitud amorosa. Kṛṣṇa no necesita comida, puesto que Él ya posee todo lo que existe, mas, aun así, Él aceptará la ofrenda de alguien que desea complacerlo de esa manera. El elemento importante al preparar, servir y ofrecer, es actuar con amor por Kṛṣṇa.

Los filósofos impersonalistas que desean sostener que la Verdad Absoluta no tiene sentidos, no pueden entender este verso del Bhagavad-gītā. Para ellos, o bien es una metáfora, o una prueba del carácter mundano de Kṛṣṇa, el expositor del Bhagavad-gītā. Pero, en realidad, Kṛṣṇa, la Divinidad Suprema, tiene sentidos, y se afirma que Sus sentidos son intercambiables; en otras palabras, cada uno de Sus sentidos puede realizar la función de cualquier otro de ellos. Eso es lo que quiere decir que Kṛṣṇa es absoluto. Si Él no tuviera sentidos, difícilmente se podría considerar que Él está colmado de toda clase de opulencias. En el capítulo siete, Kṛṣṇa ha explicado que Él fecunda la naturaleza material con las entidades vivientes. Eso lo hace con lanzar Su mirada sobre la naturaleza material. Así que, en este caso, que Kṛṣṇa oiga las amorosas palabras del devoto al ofrecer la comida, es totalmente idéntico a que Él coma y de hecho la pruebe. Este punto se debe recalcar: debido a Su posición absoluta, su acto de oír es totalmente idéntico a Su acto de comer y saborear. Solo el devoto —quien acepta a Kṛṣṇa tal como Él mismo se describe, sin interpretaciones— puede entender que la Suprema Verdad Absoluta puede comer algo y disfrutarlo.

Texto

yat karoṣi yad aśnāsi
yaj juhoṣi dadāsi yat
yat tapasyasi kaunteya
tat kuruṣva mad-arpaṇam

Palabra por palabra

yat — todo lo que; karoṣi — hagas; yat — todo lo que; aśnāsi — comas; yat — todo lo que; juhoṣi — ofrezcas; dadāsi — regales; yat — todo lo que; yat — todo lo que; tapasyasi — austeridades que realizes; kaunteya — ¡oh, hijo de Kuntī!; tat — eso; kuruṣva — hazlo; mat — a Mí; arpaṇam — como una ofrenda.

Traducción

Todo lo que hagas, todo lo que comas, todo lo que ofrezcas o regales, y todas las austeridades que realizes, hazlo, ¡oh, hijo de Kuntī!, como una ofrenda a Mí.

Significado

Así pues, todo el mundo tiene el deber de amoldar su vida de modo tal, que no olvide a Kṛṣṇa en ninguna circunstancia. Todo el mundo tiene que trabajar para mantener el cuerpo y el alma juntos, y Kṛṣṇa recomienda aquí que uno trabaje para Él. Todo el mundo tiene que comer algo para vivir; por lo tanto, se deben aceptar los remanentes de alimentos que se le hayan ofrecido a Kṛṣṇa. Todo hombre civilizado tiene que llevar a cabo algunas ceremonias y rituales religiosos; Kṛṣṇa recomienda, pues, «Hazlo por Mí», y eso se denomina arcana. Todo el mundo tiene la tendencia a dar caridad; Kṛṣṇa dice «Dámela a Mí», y eso significa que todo el dinero sobrante que se haya acumulado, se debe utilizar para divulgar el movimiento de conciencia de Kṛṣṇa. Hoy en día la gente está muy inclinada al proceso de la meditación, el cual no es práctico en esta era; pero si alguien practica el meditar en Kṛṣṇa veinticuatro horas al día, mediante el proceso de cantar con sus cuentas el mantra Hare Kṛṣṇa esa persona es sin duda el meditador y el yogī más grande de todos, tal como lo establece el sexto capítulo del Bhagavad-gītā.

Texto

śubhāśubha-phalair evaṁ
mokṣyase karma-bandhanaiḥ
sannyāsa-yoga-yuktātmā
vimukto mām upaiṣyasi

Palabra por palabra

śubha — de los auspiciosos; aśubha — y de los desfavorables; phalaiḥ — resultados; evam — así pues; mokṣyase — te librarás; karma — del trabajo; bandhanaiḥ — del cautiverio; sannyāsa — de la renunciación; yoga — el yoga; yukta-ātmā — teniendo la mente puesta firmemente en; vimuktaḥ — liberado; mām — a Mí; upaiṣyasi — llegarás.

Traducción

De ese modo te librarás del cautiverio del trabajo y sus resultados auspiciosos y desfavorables. Con la mente fija en Mí y siguiendo ese principio de renunciación, te liberarás y vendrás a Mí.

Significado

Aquel que actúa con conciencia de Kṛṣṇa bajo una dirección superior, se conoce como yukta. El término técnico es yukta-vairāgya. Esto lo explica más ampliamente Rūpa Gosvāmī, de la siguiente manera:

anāsaktasya viṣayān
yathārham upayuñjataḥ
nirbandhaḥ kṛṣṇa-sambandhe
yuktaṁ vairāgyam ucyate

(Bhakti-rasāmṛta-sindhu, 1.2.255)

Rūpa Gosvāmī dice que, mientras nos encontremos en este mundo material, tenemos que actuar; no podemos dejar de hacerlo. Por consiguiente, si las acciones se llevan a cabo y los frutos se le dan a Kṛṣṇa, eso se denomina yukta-vairāgya. Esas actividades, verdaderamente situadas en el plano de la renunciación, limpian el espejo de la mente, y mientras el ejecutor va progresando en lo que se refiere a la iluminación espiritual, se vuelve completamente entregado a la Suprema Personalidad de Dios. De modo que, al final se libera, y su liberación también se especifica. Por medio de esa liberación él no se vuelve uno con el brahma-jyotir, sino que más bien entra en el planeta del Señor Supremo. Ello se menciona aquí claramente: mām upaiṣyasi, «él viene a Mí», de vuelta al hogar, de vuelta a Dios. Hay cinco etapas diferentes de liberación, y acá se especifica que el devoto que siempre ha vivido aquí bajo la dirección del Señor Supremo, tal como ya se dijo, ha evolucionado hasta el punto en que, al abandonar el cuerpo, puede ir de vuelta a Dios y tener directamente la compañía del Señor Supremo.

Todo aquel que no tenga ningún otro interés más que el de dedicar su vida al servicio del Señor es de hecho un sannyāsī. Esa persona siempre se considera un sirviente eterno que depende de la voluntad suprema del Señor. Así pues, todo lo que ella hace es por el bien del Señor. Cualquier acción que ella realiza, la realiza como servicio al Señor. Esa persona no le presta mucha atención a las actividades fruitivas o a los deberes prescritos que se mencionan en los Vedas. Las personas ordinarias tienen la obligación de ejecutar los deberes prescritos que se mencionan en los Vedas, pero aunque el devoto puro que está totalmente dedicado al servicio del Señor, puede que en ocasiones parezca ir en contra de los deberes védicos prescritos, en realidad no es así.

Las autoridades vaiṣṇavas dicen, en consecuencia, que ni siquiera la persona más inteligente de todas puede entender los planes y las actividades de un devoto puro. Las palabras exactas con las que se indica eso, son: tāṅra vākya, kriyā, mudrā vijñeha nā bujhāya (Cc. Madhya 23.39). A la persona que siempre está dedicada de ese modo al servicio del Señor o que siempre está pensando y planeando cómo servir al Señor, se la debe considerar completamente liberada en el presente, y en el futuro su ida al hogar, de vuelta a Dios, está garantizada. Dicha persona está por encima de toda crítica materialista, tal como Kṛṣṇa está por encima de toda crítica.

Texto

samo ’haṁ sarva-bhūteṣu
na me dveṣyo ’sti na priyaḥ
ye bhajanti tu māṁ bhaktyā
mayi te teṣu cāpy aham

Palabra por palabra

samaḥ — con la misma disposición; aham — Yo; sarva-bhūteṣu — a todas las entidades vivientes; na — nadie; me — a Mí; dveṣyaḥ — odioso; asti — es; na — ni; priyaḥ — querido; ye — aquellos que; bhajanti — prestan un servicio trascendental; tu — pero; mām — a Mí; bhaktyā — con devoción; mayi — están en Mí; te — esas personas; teṣu — en ellas; ca — también; api — ciertamente; aham — Yo.

Traducción

Yo no envidio a nadie, ni soy parcial con nadie. Yo tengo la misma disposición para con todos. Pero todo el que Me presta servicio con devoción es un amigo y está en Mí, y Yo también soy un amigo para él.

Significado

Uno pudiera preguntar aquí que, si Kṛṣṇa es igual con todo el mundo y nadie es Su amigo especial, entonces ¿por qué muestra un interés especial en los devotos que siempre están dedicados a Su trascendental servicio? Pero ello no es una discriminación; es algo natural. Puede que un hombre cualquiera de este mundo material tenga una disposición muy caritativa, mas, aun así, él muestra un interés especial en sus propios hijos. El Señor dice que toda entidad viviente —sea cual fuere su forma— es Su hija, y por ende, Él le proporciona a cada cual una generosa provisión de las cosas necesarias en la vida. Él es tal como una nube, que derrama su lluvia por todas partes sin tener en cuenta si el agua cae en una roca, en la tierra o en el agua. Pero a Sus devotos, Él les da una atención especial. A esos devotos se los menciona aquí: ellos siempre se hallan en estado de conciencia de Kṛṣṇa, y, por consiguiente, siempre están situados en Kṛṣṇa de un modo trascendental. La misma frase «conciencia de Kṛṣṇa» sugiere que, aquellos que tienen ese estado de conciencia, son trascendentalistas vivientes que están situados en Él. El Señor dice aquí muy claro mayi te, «Ellos están en Mí». Naturalmente, como resultado de eso, el Señor también está en ellos. Es algo recíproco. Esto también explica las palabras ye yathā māṁ prapadyante tāṁs tathaiva bhajāmy aham: «En la proporción en que cualquiera se entregue a Mí, Yo me ocupo de Él». Esa reciprocidad trascendental existe debido a que tanto el Señor como el devoto tienen conciencia. Cuando un diamante está montado en un anillo de oro, se ve muy hermoso. El oro es glorificado, y al mismo tiempo el diamante es glorificado. El Señor y la entidad viviente brillan eternamente, y cuando una entidad viviente se inclina hacia el servicio del Señor Supremo, se ve como el oro. El Señor es un diamante, y esa combinación es muy hermosa. A los seres vivientes que se hallan en un estado puro se los conoce como devotos. El Señor Supremo se vuelve el devoto de Sus devotos. Si entre el devoto y el Señor no hubiera una relación recíproca, entonces no habría ninguna filosofía personalista. En la filosofía impersonalista no existe una correspondencia entre el Supremo y la entidad viviente, pero en la filosofía personalista sí la hay.

A menudo se da el ejemplo de que el Señor es como un árbol de los deseos, y que todo lo que uno quiere de ese árbol el Señor lo provee. Pero la explicación que se da aquí es más completa. Aquí se declara que el Señor es parcial con los devotos. Ésa es la manifestación de la misericordia especial del Señor para con los devotos. La reciprocidad del Señor no se debe considerar que se encuentra bajo la ley del karma. Ella pertenece a la situación trascendental en la que actúan el Señor y Sus devotos. El servicio devocional que se le presta al Señor no es una actividad de este mundo material; es parte del mundo espiritual, en el que predominan la eternidad, la bienaventuranza y el conocimiento.

Texto

api cet su-durācāro
bhajate mām ananya-bhāk
sādhur eva sa mantavyaḥ
samyag vyavasito hi saḥ

Palabra por palabra

api — incluso; cet — si; su-durācāraḥ — aquel que comete las acciones más abominables de todas; bhajate — se dedica al servicio devocional; mām — a Mí; ananya-bhāk — sin desviación; sādhuḥ — un santo; eva — ciertamente; saḥ — él; mantavyaḥ — hay que considerarlo; samyak — completamente; vyavasitaḥ — situado en la determinación; hi — ciertamente; saḥ — él.

Traducción

Incluso si alguien comete las acciones más abominables de todas, si está dedicado al servicio devocional se debe considerar que es un santo, porque está debidamente situado en su determinación.

 

Significado

La palabra su-durācāraḥ que se emplea en este verso es muy significativa, y debemos entenderla bien. Cuando una entidad viviente está condicionada, tiene dos clases de actividades: unas condicionales y otras constitucionales. En lo que respecta a la protección del cuerpo o a acatar las reglas de la sociedad y el estado, sin duda que hay diferentes actividades, incluso para los devotos, en relación con la vida condicional, y esas actividades se denominan condicionales. Además de ellas, la entidad viviente que está plenamente consciente de su naturaleza material y está dedicada al proceso de conciencia de Kṛṣṇa, o el servicio devocional del Señor, tiene actividades que se denominan trascendentales. Esas actividades las realiza en su posición constitucional, y técnicamente se denominan servicio devocional. Ahora bien, en el estado condicionado, a veces el servicio devocional y el servicio condicional relacionado con el cuerpo, corren paralelos. Pero, en ocasiones, esas actividades también se oponen entre sí. En la medida de lo posible, el devoto tiene sumo cuidado en no hacer nada que pueda trastornar su condición sana. Él sabe que el logro de la perfección en sus actividades depende de su comprensión progresiva del proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Algunas veces, sin embargo, puede que se observe que una persona consciente de Kṛṣṇa comete un acto que, desde el punto de vista social o político, pudiera tomarse como de lo más abominable. Pero esa caída temporal no la incapacita. En el Śrīmad-Bhāgavatam se dice que si una persona cae pero está dedicada de todo corazón al servicio trascendental del Señor Supremo, el Señor, como está situado en su corazón, la purifica y le perdona esa acción abominable. La contaminación material es tan fuerte, que hasta un yogī plenamente dedicado al servicio del Señor, a veces queda atrapado; pero el proceso de conciencia de Kṛṣṇa es tan fuerte, que esa clase de caída ocasional es corregida de inmediato. Por consiguiente, el proceso del servicio devocional siempre es un éxito. Nadie debe burlarse de un devoto por algún alejamiento accidental del sendero ideal, pues, como se explica en el siguiente verso, esas caídas ocasionales se detendrán a su debido tiempo, en cuanto el devoto se halle totalmente situado en el estado de conciencia de Kṛṣṇa.

Así pues, una persona que está situada en el estado de conciencia de Kṛṣṇa y que está dedicada con determinación al proceso de cantar Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare, se debe considerar que se encuentra en la posición trascendental, incluso si se observa que, por casualidad o por accidente, se ha caído. Las palabras sādhur eva —“es un santo”— son muy enfáticas. Esas palabras son una advertencia que se les da a los no devotos, para que sepan que no se deben burlar de un devoto por causa de una caída accidental; aun si se ha caído accidentalmente, se lo debe considerar santo. Y la palabra mantavyaḥ es aún más enfática. Si uno no sigue esa regla y se burla del devoto por su caída accidental, entonces está desobedeciendo la orden del Señor Supremo. El único requisito que debe cumplir un devoto es el de estar resuelta y exclusivamente dedicado al servicio devocional.

En el Nṛsiṁha Purāṇa se presenta la siguiente declaración:

bhagavati ca harāv ananya-cetā
bhṛśa-malino ’pi virājate manuṣyaḥ
na hi śaśa-kaluṣa-cchabiḥ kadācit
timira-parābhavatām upaiti candraḥ

El significado de esto es que, incluso si se ve que alguien que está dedicado plenamente al servicio devocional del Señor, a veces realiza actividades abominables, esas actividades se debe considerar que son como las manchas que se ven en la Luna, las cuales se asemejan a las huellas de un conejo. Esas manchas no son un impedimento a la difusión de la luz de la Luna. De igual modo, que un devoto se aleje accidentalmente del sendero del carácter santo, no lo vuelve abominable.

Por otra parte, uno no debe cometer el error de creer que un devoto que se encuentra en el trascendental servicio devocional, puede actuar de cualquier manera abominable; este verso únicamente se refiere a un accidente causado por el fuerte poder de las relaciones materiales. El servicio devocional es más o menos una declaración de guerra contra la energía ilusoria. Mientras uno no es lo suficientemente fuerte como para pelear contra la energía ilusoria, puede que hayan caídas accidentales. Pero cuando uno es lo suficientemente fuerte, deja de estar supeditado a esas caídas, tal como se explicó antes. Nadie debe aprovecharse de este verso y hacer tonterías y creer que aún es un devoto. Si él no mejora su carácter mediante el servicio devocional, se ha de entender entonces que no es un devoto elevado.

Texto

kṣipraṁ bhavati dharmātmā
śaśvac-chāntiṁ nigacchati
kaunteya pratijānīhi
na me bhaktaḥ praṇaśyati

Palabra por palabra

kṣipram — muy pronto; bhavati — se vuelve; dharma-ātmā — virtuoso; śaśvat-śāntim — paz duradera; nigacchati — consigue; kaunteya — ¡oh, hijo de Kuntī!; pratijānīhi — declara; na — nunca; me — Mi; bhaktaḥ — devoto; praṇaśyati — perece.

Traducción

Prontamente él se vuelve virtuoso y consigue una paz perdurable. ¡Oh, hijo de Kuntī!, declara osadamente que Mi devoto nunca perece.

Significado

Esto no se debe mal interpretar. En el séptimo capítulo, el Señor dice que aquel que está dedicado a actividades perjudiciales, no puede volverse devoto del Señor. Aquel que no es devoto del Señor, no tiene ninguna cualidad en absoluto. Entonces, aun queda la pregunta de cómo alguien que está dedicado a actividades abominables —ya sea accidentalmente o intencionalmente— puede ser un devoto puro. Esta pregunta se puede hacer con razón. Según se declara en el capítulo siete, los herejes, quienes nunca se acercan al servicio devocional del Señor, no tienen ninguna cualidad, tal como se declara en el Śrīmad-Bhāgavatam. Por lo general, el devoto que está dedicado a las nueve clases de actividades devocionales, está ejecutando el proceso de limpiar del corazón toda la contaminación material. Él pone a la Suprema Personalidad de Dios en su corazón, y todas las contaminaciones pecaminosas se limpian naturalmente. La actividad de pensar siempre en el Señor Supremo lo vuelve puro por naturaleza. De acuerdo con los Vedas, existe una cierta regulación según la cual si uno cae de su excelsa posición, tiene que someterse a ciertos procesos rituales para purificarse. Pero aquí no se pone esa condición, porque el proceso purificador ya se encuentra presente en el corazón del devoto, debido a su acto de recordar constantemente a la Suprema Personalidad de Dios. Por lo tanto, el canto de Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare, se debe continuar sin interrupción. Esto protegerá al devoto de todas las caídas accidentales. Él permanecerá así libre de todas las contaminaciones materiales, perpetuamente.

Texto

māṁ hi pārtha vyapāśritya
ye ’pi syuḥ pāpa-yonayaḥ
striyo vaiśyās tathā śūdrās
te ’pi yānti parāṁ gatim

Palabra por palabra

mām — de Mí; hi — ciertamente; pārtha — ¡oh, hijo de Pṛthā!; vyapāśritya — refugiándose particularmente; ye — aquellos que; api — también; syuḥ — son; pāpa-yonayaḥ — nacidos en una familia baja; striyaḥ — mujeres; vaiśyāḥ — comerciantes; tathā — también; śūdrāḥ — hombres de clase baja; te api — incluso ellos; yānti — van; parāṁ — al supremo; gatim — destino.

Traducción

¡Oh, hijo de Pṛthā!, aquellos que se refugian en Mí, aunque sean de baja estirpe —las mujeres, los vaiśyas [los comerciantes] y los śūdras [los trabajadores]—, pueden dirigirse hacia el destino supremo.

Significado

El Señor Supremo expresa aquí claramente que, en el servicio devocional, no hay ninguna distinción entre gente de clase alta y gente de clase baja. En el concepto material de la vida sí existen esas divisiones, pero para una persona que está dedicada al trascendental servicio devocional del Señor, no las hay. Todo el mundo es digno de ir hacia el destino supremo. En el Śrīmad- Bhāgavatam (2.4.18) se declara que, incluso las personas más bajas de todas, que se denominan caṇḍālas (los que comen perros), pueden purificarse mediante la relación con un devoto puro. Por consiguiente, el servicio devocional y la guía de un devoto puro son cosas tan fuertes, que no hay ninguna discriminación entre hombres de clase baja y de clase alta; cualquiera puede participar de ello. El hombre más sencillo de todos que se refugie en el devoto puro, puede purificarse mediante la guía indicada. De acuerdo con las diferentes modalidades de la naturaleza material, a los hombres se los clasifica en: aquellos que están influidos por la modalidad de la bondad (los brāhmaṇas), los que están influidos por la modalidad de la pasión (los kṣatriyas o administradores), los que están influidos por una mezcla de las modalidades de la pasión y la ignorancia (los vaiśyas o comerciantes), y los que están influidos por la modalidad de la ignorancia (los śūdras u obreros). Aquellos que son más bajos que éstos se denominan caṇḍālas, y nacen en familias pecaminosas. Por lo general, las clases superiores no aceptan relacionarse con aquellos que nacen en familias pecaminosas. Pero el proceso del servicio devocional es tan fuerte, que el devoto puro del Señor Supremo puede permitirle a la gente de todas las clases bajas que logren la máxima perfección de la vida. Eso solo es posible cuando uno se refugia en Kṛṣṇa. Como se indica aquí con la palabra vyapāśritya, uno tiene que refugiarse en Kṛṣṇa por completo. De ese modo, uno puede volverse mucho más eminente que grandes jñānīs y yogīs.

Texto

kiṁ punar brāhmaṇāḥ puṇyā
bhaktā rājarṣayas tathā
anityam asukhaṁ lokam
imaṁ prāpya bhajasva mām

Palabra por palabra

kim — cuánto más; punaḥ — de nuevo; brāhmaṇāḥbrāhmaṇas; puṇyāḥ — virtuosos; bhaktāḥ — devotos; rāja-ṛṣayaḥ — reyes santos; tathā — también; anityam — temporal; asukham — lleno de sufrimientos; lokam — planeta; imam — este; prāpya — ganando; bhajasva — dedícate al servicio amoroso; mām — a Mí.

Traducción

¡Cuánto más cierto no es esto en el caso de los virtuosos brāhmaṇas, de los devotos y también de los reyes santos! Así que, habiendo venido a este temporal y desolador mundo, dedícate a Mi amoroso servicio.

Significado

En este mundo material hay diferentes clases de gente, pero, al fin y al cabo, este mundo no es un lugar feliz para nadie. Aquí se afirma claramente: anityam asukhaṁ lokam, este mundo es temporal y está repleto de sufrimientos; no es un lugar habitable para ningún hombre cuerdo. La Suprema Personalidad de Dios declara que este mundo es temporal y está colmado de desdichas. Algunos filósofos, especialmente los filósofos māyāvādīs, dicen que este mundo es falso; pero con el Bhagavad-gītā podemos entender que el mundo no es falso; es temporal. Existe una diferencia entre temporal y falso. Este mundo es temporal, pero hay otro mundo, el cual es eterno. Este mundo es desolador, pero el otro mundo es eterno y bienaventurado.

Arjuna nació en una familia real y santa. También a él el Señor le dice: «Emprende Mi servicio devocional y ven rápidamente de vuelta a Dios, de vuelta al hogar». Nadie debe permanecer en este mundo temporal, el cual está tan lleno de sufrimientos. Todo el mundo debe apegarse al regazo de la Suprema Personalidad de Dios para poder ser eternamente feliz. El servicio devocional del Señor Supremo es el único proceso mediante el cual se pueden resolver todos los problemas de todas las clases de hombres que hay. De modo que, todo el mundo debe emprender el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, y hacer que su vida sea perfecta.

Texto

man-manā bhava mad-bhakto
mad-yājī māṁ namaskuru
mām evaiṣyasi yuktvaivam
ātmānaṁ mat-parāyaṇaḥ

Palabra por palabra

mat-manāḥ — pensando en Mí siempre; bhava — vuélvete; mat — Mi; bhaktaḥ — devoto; mat — Mi; yājī — adorador; mām — a Mí; namaskuru — ofrece reverencias; mām — a Mí; eva — completamente; eṣyasi — vendrás; yuktvā — estando absorto; evam — así pues; ātmānam — tu alma; mat-parāyaṇaḥ — consagrado a Mí.

Traducción

Siempre ocupa la mente en pensar en Mí, vuélvete devoto Mío, ofréceme reverencias y adórame a Mí. Estando completamente absorto en Mí, es seguro que vendrás a Mí.

Significado

En este verso se indica claramente que el proceso de conciencia de Kṛṣṇa es el único medio para liberarse de las garras de este mundo material contaminado. A veces, unos comentaristas inescrupulosos desvirtúan el significado de lo que aquí se afirma claramente: que todo el servicio devocional se le debe ofrecer a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. Por desgracia, los comentaristas inescrupulosos apartan la mente del lector hacia aquello que no es factible en absoluto. Esos comentaristas no saben que no hay ninguna diferencia entre Kṛṣṇa y la mente de Kṛṣṇa. Kṛṣṇa no es un ser humano ordinario; Él es la Verdad Absoluta. Su cuerpo, Su mente y Él Mismo son uno y son absolutos. En el Kūrma Purāṇa se declara, tal como lo cita Bhaktisiddhānta Sarasvatī Gosvāmī en sus comentarios Anubhāṣya al Caitanya-caritāmṛta, quinto capítulo del Ādi-līlā, versos 41-48, deha-dehi-vibhedo ’yaṁ neśvare vidyate kvacit. Esto significa que en Kṛṣṇa, el Señor Supremo, no existe ninguna diferencia entre Él y Su cuerpo. Pero debido a que los comentaristas no conocen esta ciencia de Kṛṣṇa, esconden a Kṛṣṇa y dividen Su personalidad de Su mente o de Su cuerpo. Aunque esto es signo de una crasa ignorancia de la ciencia de Kṛṣṇa, algunos hombres obtienen ganancias de desorientar a la gente.

Hay algunos hombres que son demoníacos; ellos también piensan en Kṛṣṇa, pero con envidia, tal como el rey Kaṁsa, el tío de Kṛṣṇa. Él también estaba pensando siempre en Kṛṣṇa, pero pensaba en Kṛṣṇa como enemigo. Él siempre estaba angustiado, preguntándose cuándo Kṛṣṇa iría a matarlo. Esa manera de pensar no nos ayudará. Uno debe pensar en Kṛṣṇa con amor devocional. Eso es bhakti. Uno debe cultivar el conocimiento acerca de Kṛṣṇa continuamente. ¿Cómo se hace ese cultivo favorable? Aprendiendo con un maestro genuino. Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, y varias veces hemos explicado que Su cuerpo no es material, sino que es conocimiento eterno y bienaventurado. Esa clase de plática acerca de Kṛṣṇa lo ayudará a uno a volverse devoto. Entender a Kṛṣṇa de otra manera, oyendo a la fuente equivocada, será infructuoso.

Por consiguiente, uno debe ocupar la mente en la forma eterna, la forma primordial de Kṛṣṇa; uno se debe dedicar a adorar a Kṛṣṇa con la convicción en el corazón de que Él es el Supremo. En la India hay cientos de miles de templos para la adoración de Kṛṣṇa, y en ellos se practica el servicio devocional. Cuando esa práctica se lleva a cabo, uno tiene que ofrecerle reverencias a Kṛṣṇa. Uno debe inclinar la cabeza ante la Deidad y ocupar la mente, el cuerpo, las actividades, todo. Eso hará que uno se absorba en Kṛṣṇa por entero sin desviación. Eso lo ayudará a uno a trasladarse a Kṛṣṇaloka. Uno no debe dejarse desviar por los comentaristas inescrupulosos. Uno debe dedicarse a los nueve procesos del servicio devocional, comenzando con los procesos de oír y cantar acerca de Kṛṣṇa. El servicio devocional puro es el máximo logro de la sociedad humana.

Los capítulos séptimo y octavo del Bhagavad-gītā han explicado el servicio devocional puro que se le presta al Señor, el servicio que está libre del conocimiento especulativo, del yoga místico y de las actividades fruitivas. Puede que aquellos que no están plenamente santificados se vean atraídos por diferentes aspectos del Señor, tales como el brahma-jyotir impersonal y el Paramātmā localizado, pero un devoto puro emprende directamente el servicio del Señor Supremo.

Hay un hermoso poema acerca de Kṛṣṇa en el que se expresa claramente que, cualquier persona que esté dedicada a la adoración de los semidioses, es muy poco inteligente y no puede obtener en ningún momento la recompensa suprema, que es Kṛṣṇa. Al comienzo puede que el devoto caiga a veces del plano modelo, pero aun así se debe considerar que él es superior a todos los demás filósofos y yogīs. Aquel que siempre está dedicado al proceso de conciencia de Kṛṣṇa, se debe sobrentender que es una persona completamente santa. Sus accidentales actividades no devocionales van a disminuir, y pronto él se verá situado sin ninguna duda en el estado de plena perfección. El devoto puro no tiene ninguna posibilidad de caer, porque la Divinidad Suprema cuida personalmente de Sus devotos puros. En consecuencia, la persona inteligente debe emprender directamente este proceso de conciencia de Kṛṣṇa, y vivir de una manera dichosa en este mundo material. A su debido tiempo, ella recibirá la recompensa suprema: Kṛṣṇa.

Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo noveno del Śrīmad Bhagavad-gītā, titulado «El conocimiento más confidencial».