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CAPÍTULO 8

Alcanzando al Supremo

Texto

arjuna uvāca
kiṁ tad brahma kim adhyātmaṁ
kiṁ karma puruṣottama
adhibhūtaṁ ca kiṁ proktam
adhidaivaṁ kim ucyate

Palabra por palabra

arjunaḥ uvāca — Arjuna dijo; kim — qué; tat — eso; brahma — Brahman; kim — qué; adhyātmam — el ser; kim — qué; karma — actividades fruitivas; puruṣa-uttama — ¡oh, Persona Suprema!; adhibhūtam — la manifestación material; ca — y; kim — qué; proktam — se denomina; adhidaivam — los semidioses; kim — qué; ucyate — se llama.

Traducción

Arjuna preguntó: ¡Oh, mi Señor!, ¡oh, Persona Suprema!, ¿qué es Brahman? ¿Qué es el ser? ¿Qué son las actividades fruitivas? ¿Qué es esta manifestación material? Y, ¿qué son los semidioses? Por favor explícame eso.

Significado

En este capítulo, el Señor Kṛṣṇa responde diferentes preguntas de Arjuna, comenzando con la pregunta «¿qué es Brahman?». El Señor también explica el karma, las actividades fruitivas, el servicio devocional y los principios del yoga, y el servicio devocional en su forma pura. El Śrīmad-Bhāgavatam explica que a la Suprema Verdad Absoluta se la conoce como Brahman, Paramātmā y Bhagavān. Además, la entidad viviente, el alma individual, también recibe el nombre de Brahman. Arjuna también pregunta acerca del ātmā, lo cual se refiere al cuerpo, al alma y a la mente. Según el diccionario védico, ātmā se refiere a la mente, al alma, al cuerpo y también a los sentidos.

Arjuna se ha dirigido al Señor Supremo por el nombre de Puruṣottama, la Persona Suprema, lo cual significa que le estaba haciendo estas preguntas no solo a un amigo, sino a la Persona Suprema, con el entendimiento de que Él era la suprema autoridad capaz de dar respuestas definitivas.

Texto

adhiyajñaḥ kathaṁ ko ’tra
dehe ’smin madhusūdana
prayāṇa-kāle ca kathaṁ
jñeyo ’si niyatātmabhiḥ

Palabra por palabra

adhiyajñaḥ — el Señor del sacrificio; katham — cómo; kaḥ — quién; atra — aquí; dehe — en el cuerpo; asmin — este; madhusūdana — ¡oh, Madhusūdana!; prayāṇa-kāle — a la hora de la muerte; ca — y; katham — cómo; jñeyaḥ asi — pueden conocerte; niyata-ātmabhiḥ — los autocontrolados.

Traducción

¡Oh, Madhusūdana!, ¿quién es el Señor del sacrificio y cómo vive en el cuerpo? Y, ¿cómo pueden conocerte a la hora de la muerte aquellos que están dedicados al servicio devocional?

Significado

«El Señor del sacrificio» puede referirse a Indra o a Viṣṇu. Viṣṇu es el principal de los semidioses primarios, incluyendo a Brahmā y a Śiva, e Indra es el principal de los semidioses administrativos. Tanto a Indra como a Viṣṇu se los adora mediante la ejecución de yajñas. Pero Arjuna pregunta aquí que quién es en verdad el Señor del yajña (sacrificio), y cómo reside el Señor en el cuerpo de la entidad viviente.

Arjuna se dirige al Señor por el nombre de Madhusūdana, ya que, en una ocasión, Kṛṣṇa mató a un demonio llamado Madhu. A decir verdad, estas preguntas, que eran de la categoría de las dudas, no debieron haber surgido en la mente de Arjuna, porque Arjuna es un devoto consciente de Kṛṣṇa. Por lo tanto, estas dudas son como demonios. Puesto que Kṛṣṇa es muy experto en matar demonios, aquí Arjuna se dirige a Él como Madhusūdana, para que Kṛṣṇa le mate las demoníacas dudas que se le vienen a la mente.

Ahora bien, la palabra prayāṇa-kāle de este verso es muy significativa, porque todo lo que hagamos en la vida se pondrá a prueba en el momento de la muerte. Arjuna está muy ansioso de aprender acerca de aquellos que están dedicados constantemente al proceso de conciencia de Kṛṣṇa. ¿Cómo tienen que comportarse en ese último momento? A la hora de la muerte, todas las funciones del cuerpo se trastornan, y la mente no se encuentra en una buena condición. Perturbado de ese modo por la situación del cuerpo, puede que uno no sea capaz de recordar al Señor Supremo. Mahārāja Kulaśekhara, un gran devoto, ora lo siguiente: «Mi querido Señor, en este preciso momento estoy muy sano, y es mejor que yo muera de inmediato, de modo que el cisne de mi mente trate de entrar en el tallo de Tus pies de loto». La razón por la que se usa esta metáfora es porque al cisne, un ave acuática, le gusta meterse entre las flores de loto; su diversión consiste en entrar en la flor de loto. Mahārāja Kulaśekhara le dice al Señor: «Ahora no tengo la mente perturbada y estoy muy sano. Si muero ya, pensando en Tus pies de loto, estaré seguro entonces de que mi ejecución de Tu servicio devocional se volverá perfecta. Pero si tengo que esperar hasta que me llegue la muerte natural, entonces no sé lo que va a ocurrir, porque en ese momento las funciones del cuerpo se van a trastornar, la garganta se me va a obstruir, y no sé si voy a poder cantar Tu nombre. Mejor déjame morir de inmediato». Arjuna pregunta cómo puede una persona fijar la mente en los pies de loto de Kṛṣṇa en ese momento.

Texto

śrī-bhagavān uvāca
akṣaraṁ brahma paramaṁ
svabhāvo ’dhyātmam ucyate
bhūta-bhāvodbhava-karo
visargaḥ karma-saṁjñitaḥ

Palabra por palabra

srī-bhagavān uvāca — la Suprema Personalidad de Dios dijo; akṣaram — indestructible; brahma — Brahman; paramam — trascendental; svabhāvaḥ — naturaleza eterna; adhyātmam — el ser; ucyate — se llama; bhūta-bhāva-udbhava-karaḥ — que produce los cuerpos materiales de las entidades vivientes; visargaḥ — creación; karma — actividades fruitivas; saṁjñitaḥ — se denomina.

Traducción

La Suprema Personalidad de Dios dijo: La indestructible y trascendental entidad viviente recibe el nombre de Brahman, y su naturaleza eterna se llama adhyātma, el ser. La acción que está relacionada con el desarrollo de estos cuerpos materiales se denomina karma, o actividad fruitiva.

Significado

El Brahman es indestructible, existe eternamente y su constitución no cambia en ningún momento. Pero más allá del Brahman se encuentra el Parabrahman. El Brahman se refiere a la entidad viviente, y el Parabrahman se refiere a la Suprema Personalidad de Dios. La posición constitucional de la entidad viviente es diferente de la posición que ella adopta en el mundo material. En medio de la conciencia material, ella tiene la naturaleza de tratar de ser la ama de la materia, pero en medio de la conciencia espiritual, conciencia de Kṛṣṇa, su posición es la de servir al Supremo. Cuando la entidad viviente tiene conciencia material, tiene que adoptar diversos cuerpos en el mundo material. Eso se denomina karma, o la creación variada realizada por la fuerza de la conciencia material.

En la literatura védica, a la entidad viviente se la llama jīvātmā y Brahman, pero nunca se la llama Parabrahman. La entidad viviente (jīvātmā) adopta diferentes posiciones: a veces se sumerge en la oscura naturaleza material y se identifica con la materia, y a veces se identifica con la naturaleza espiritual superior. Por eso se la llama la energía marginal del Señor Supremo. Según se identifique con la naturaleza material o con la espiritual, recibe un cuerpo material o uno espiritual. En la naturaleza material puede adquirir un cuerpo de entre cualquiera de las 8.400.000 especies de vida, pero en la naturaleza espiritual solo tiene un cuerpo. En la naturaleza material, a veces se manifiesta como hombre, semidiós, animal, bestia, ave, etc., conforme a su karma. A veces, con el fin de ir a planetas celestiales materiales y disfrutar de las facilidades que hay en ellos, realiza sacrificios (yajña), pero cuando su mérito se agota, regresa de nuevo a la Tierra en la forma de un hombre. Ese proceso se denomina karma.

El Chaṇḍogya Upaniṣad describe el proceso védico de los sacrificios. En el altar del sacrificio, cinco clases de ofrendas se convierten en cinco clases de fuego. A las cinco clases de fuego se las concibe como: los planetas celestiales, las nubes, la tierra, el hombre y la mujer; y las cinco clases de ofrendas del sacrificio son: la fe, el que disfruta en la Luna, la lluvia, los granos y el semen.

En el proceso del sacrificio, la entidad viviente hace sacrificios específicos para ir a planetas celestiales específicos, y, en consecuencia, llega a ellos. Cuando el mérito del sacrificio se agota, la entidad viviente desciende a la Tierra en forma de lluvia, luego adopta la forma de granos, los granos son comidos por el hombre y se transforman en semen, y el semen fecunda a una mujer, con lo cual la entidad viviente consigue una vez más la forma humana, para realizar sacrificios y repetir así el mismo ciclo. De esa manera, la entidad viviente va y viene perpetuamente por la senda material. Sin embargo, la persona consciente de Kṛṣṇa evita esos sacrificios. Ella emprende directamente el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, y con ello se prepara para ir de vuelta a Dios.

Los comentaristas impersonalistas del Bhagavad-gītā suponen de un modo irrazonable que, en el mundo material, el Brahman adopta la forma de la jīva, y para fundamentar esto se refieren al capítulo quince, verso 7, del Gītā. Pero en ese verso, el Señor también habla de la entidad viviente como «un fragmento eterno de Mí». El fragmento de Dios, la entidad viviente, puede caer en el mundo material, pero el Señor Supremo (Acyuta) nunca cae. Por lo tanto, esa suposición de que el Brahman Supremo adopta la forma de la jīva, no es aceptable. Es importante recordar que en la literatura védica se distingue al Brahman (la entidad viviente) del Parabrahman (el Señor Supremo).

Texto

adhibhūtaṁ kṣaro bhāvaḥ
puruṣaś cādhidaivatam
adhiyajño ’ham evātra
dehe deha-bhṛtāṁ vara

Palabra por palabra

adhibhūtam — la manifestación física; kṣaraḥ — cambiando constantemente; bhāvaḥ — naturaleza; puruṣaḥ — la forma universal, que incluye a todos los semidioses, tales como el Sol y la Luna; ca — y; adhidaivatam — llamada adhidaivam; adhiyajñaḥ — la Superalma; aham — Yo (Kṛṣṇa); eva — ciertamente; atra — en este; dehe — cuerpo; deha-bhṛtām — de los encarnados; vara — ¡oh, el mejor!

Traducción

¡Oh, tú, el mejor de los seres encarnados!, la naturaleza física, que está cambiando constantemente, se denomina adhibhūtam [la manifestación material]. La forma universal del Señor, que incluye a todos los semidioses, como los del Sol y de la Luna, se denomina adhidaivam. Y Yo, el Señor Supremo, representado como la Superalma en el corazón de cada ser encarnado, Me llamo adhiyajña [el Señor del sacrificio].

Significado

La naturaleza física está cambiando constantemente. Los cuerpos materiales pasan por lo general a través de seis etapas: nacen, crecen, permanecen por algún tiempo, producen algunos subproductos, decaen y luego desaparecen. Esa naturaleza física se denomina adhibhūta. Ella es creada en determinado momento, y será aniquilada en determinado momento. El concepto de la forma universal del Señor Supremo, la cual incluye a todos los semidioses y sus diferentes planetas, se denomina adhidaivata. Y presente en el cuerpo junto con el alma individual se encuentra la Superalma, una representación plenaria del Señor Kṛṣṇa. La Superalma se denomina el Paramātmā o adhiyajña, y está situada en el corazón. La palabra eva es particularmente importante en el contexto de este verso, porque con esta palabra el Señor recalca que el Paramātmā no es diferente de Él. La Superalma, la Suprema Personalidad de Dios, que se halla sentada al lado del alma individual, es el testigo de las actividades del alma individual y es la fuente de los diversos tipos de conciencia que tiene el alma. La Superalma le da al alma individual la oportunidad de actuar libremente, y presencia sus actividades. Las funciones de todas esas diferentes manifestaciones del Señor Supremo, quedan claras automáticamente para el devoto puro y consciente de Kṛṣṇa que está dedicado a prestarle un servicio trascendental al Señor. La gigantesca forma universal del Señor, denominada adhidaivata, la contempla el neófito que no puede acercarse al Señor Supremo en Su manifestación como la Superalma. Al neófito se le aconseja que contemple la forma universal, o el virāṭ-puruṣa, cuyas piernas se considera que son los planetas inferiores, cuyos ojos se considera que son el Sol y la Luna, y cuya cabeza se considera que es el sistema planetario superior.

Texto

anta-kāle ca mām eva
smaran muktvā kalevaram
yaḥ prayāti sa mad-bhāvaṁ
yāti nāsty atra saṁśayaḥ

Palabra por palabra

anta-kāle — al final de la vida; ca — también; mām — a Mí; eva — ciertamente; smaran — recordando; muktvā — abandonando; kalevaram — el cuerpo; yaḥ — aquel que; prayāti — va; saḥ — él; mat-bhāvam — Mi naturaleza; yāti — consigue; na — no; asti — hay; atra — aquí; saṁśayaḥ — duda.

Traducción

Y quienquiera que al final de la vida abandone el cuerpo recordándome únicamente a Mí, de inmediato alcanza Mi naturaleza. De esto no hay ninguna duda.

Significado

En este verso se recalca la importancia del proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Todo aquel que abandone el cuerpo en estado de conciencia de Kṛṣṇa, es trasladado de inmediato a la naturaleza trascendental del Señor Supremo. El Señor Supremo es el más puro de los puros. Por lo tanto, todo aquel que esté consciente de Kṛṣṇa constantemente, también es el más puro de los puros. La palabra smaran («recordando») es importante. Recordar a Kṛṣṇa no le es posible al alma impura que no ha practicado el proceso de conciencia de Kṛṣṇa mediante el servicio devocional. En consecuencia, uno debe cultivar conciencia de Kṛṣṇa desde el mismo comienzo de la vida. Si uno quiere lograr el éxito al final de su vida, el proceso de recordar a Kṛṣṇa es esencial. De modo que, se debe cantar constante e incesantemente el mahā-mantra: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. El Señor Caitanya ha aconsejado que uno sea tan tolerante como un árbol (taror iva sahiṣṇunāy). A una persona que canta Hare Kṛṣṇa se le pueden presentar muchísimos impedimentos. No obstante, tolerando todos esos impedimentos, uno debe continuar cantando Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare, de modo que al final de su vida pueda tener todo el beneficio del proceso de conciencia de Kṛṣṇa.

Texto

yaṁ yaṁ vāpi smaran bhāvaṁ
tyajaty ante kalevaram
taṁ tam evaiti kaunteya
sadā tad-bhāva-bhāvitaḥ

Palabra por palabra

yam yam — todo lo que; — cualquiera de ellos; api — también; smaran — recordando; bhāvam — naturaleza; tyajati — abandona; ante — al final; kalevaram — este cuerpo; tam tam — similar; eva — ciertamente; eti — obtiene; kaunteya — ¡oh, hijo de Kuntī!; sadā — siempre; tat — ese; bhāva — estado de existencia; bhāvitaḥ — recordando.

Traducción

Cualquier estado de existencia que uno recuerde cuando abandone el cuerpo, ese estado alcanzará sin falta.

Significado

Aquí se explica el proceso mediante el cual uno cambia su naturaleza en el crítico momento de la muerte. La persona que al final de su vida abandona su cuerpo pensando en Kṛṣṇa, alcanza la naturaleza trascendental del Señor Supremo, pero no es cierto que una persona que piense en algo diferente de Kṛṣṇa, alcance el mismo estado trascendental. Este es un punto que debemos notar muy cuidadosamente. ¿Cómo es posible morir en el estado mental apropiado? Mahārāja Bharata, aunque era una gran personalidad, pensó en un venado al final de su vida, y, por ello, en su siguiente vida fue trasladado al cuerpo de un venado. Aunque como venado él recordaba sus actividades pasadas, tuvo que aceptar ese cuerpo de animal. Indudablemente, los pensamientos que se tienen en el transcurso de la vida se acumulan e influyen en los pensamientos que uno tiene en el momento de la muerte; así que, esta vida crea la siguiente vida de uno. Si en la vida actual uno vive bajo la influencia de la modalidad de la bondad y piensa siempre en Kṛṣṇa, es posible que al final de su vida uno recuerde a Kṛṣṇa. Eso lo ayudará a uno a ser trasladado a la naturaleza trascendental de Kṛṣṇa. Si uno está absorto de un modo trascendental en el servicio de Kṛṣṇa, entonces su siguiente cuerpo será trascendental (espiritual), no material. Por consiguiente, el canto de Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare / Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare, es el mejor proceso para que al final de la vida uno cambie con éxito el estado de su existencia.

Texto

tasmāt sarveṣu kāleṣu
mām anusmara yudhya ca
mayy arpita-mano-buddhir
mām evaiṣyasy asaṁśayaḥ

Palabra por palabra

tasmāt — por lo tanto; sarveṣu — en todo; kāleṣu — momento; mām — a Mí; anusmara — continúa recordando; yudhya — pelea; ca — también; mayi — a Mí; arpita — entregando; manaḥ — mente; buddhiḥ — intelecto; mām — a Mí; eva — con certeza; eṣyasi — llegarás; asaṁśayaḥ — sin ninguna duda.

Traducción

Por lo tanto, Arjuna, siempre debes pensar en Mí en la forma de Kṛṣṇa, y al mismo tiempo desempeñar tu deber prescrito de pelear. Con tus actividades dedicadas a Mí y con la mente y la inteligencia fijas en Mí, llegarás a Mí sin duda alguna.

Significado

Esta instrucción que se le da a Arjuna es muy importante para todos los hombres que están dedicados a las actividades materiales. El Señor no dice que uno deba abandonar sus deberes u ocupaciones prescritas. Uno puede continuar con ellos, y al mismo tiempo pensar en Kṛṣṇa mediante el canto de Hare Kṛṣṇa. Eso lo librará a uno de la contaminación material, y le ocupará la mente y la inteligencia en Kṛṣṇa. Mediante el canto de los nombres de Kṛṣṇa, uno se trasladará al planeta supremo, Kṛṣṇaloka, sin ninguna duda.

Texto

abhyāsa-yoga-yuktena
cetasā nānya-gāminā
paramaṁ puruṣaṁ divyaṁ
yāti pārthānucintayan

Palabra por palabra

abhyāsa-yoga — mediante la práctica; yuktena — estando dedicado a la meditación; cetasā — mediante la mente y la inteligencia; na anya-gāminā — sin que se aparten; paramam — el Supremo; puruṣam — la Personalidad de Dios; divyam — trascendental; yāti — uno alcanza; pārtha — ¡oh, hijo de Pṛthā!; anucintayan — pensando constantemente en.

Traducción

Aquel que medita en Mí como Suprema Personalidad de Dios, con la mente constantemente dedicada a recordarme a Mí, y que no se aparta del sendero, él, ¡oh, Pārtha!, es seguro que llega a Mí.

Significado

En este verso el Señor Kṛṣṇa hace énfasis en la importancia de recordarlo a Él. Uno revive su recuerdo de Kṛṣṇa mediante el canto del mahā-mantra, Hare Kṛṣṇa. Mediante esta práctica de cantar y oír la vibración sonora del Señor Supremo, se ocupan el oído, la lengua y la mente de uno. Esta meditación mística es muy fácil de practicar, y lo ayuda a uno a alcanzar al Señor Supremo. Puruṣam significa disfrutador. Aunque las entidades vivientes pertenecen a la energía marginal del Señor Supremo, se hallan en medio de la contaminación material. Ellas se creen disfrutadoras, pero no son el disfrutador supremo. Aquí se afirma claramente que el disfrutador supremo es la Suprema Personalidad de Dios, en Sus diferentes manifestaciones y expansiones plenarias, tales como Nārāyaṇa, Vāsudeva, etc.

Mediante el canto de Hare Kṛṣṇa, el devoto puede pensar constantemente en el objeto de la adoración —el Señor Supremo—, en cualquiera de Sus aspectos —Nārāyaṇa, Kṛṣṇa, Rāma, etc.—. Esta práctica lo purificará y al final de su vida, debido a su canto constante, será trasladado al Reino de Dios. La práctica del yoga consiste en meditar en la Superalma que está dentro; de forma similar, mediante el canto de Hare Kṛṣṇa, uno siempre fija la mente en el Señor Supremo. La mente es veleidosa y, en consecuencia, es necesario ocuparla a la fuerza en pensar en Kṛṣṇa. Un ejemplo que se da a menudo es el de la oruga que piensa en volverse una mariposa, y, de ese modo, se transforma en una mariposa en la misma vida. Así mismo, si pensamos constantemente en Kṛṣṇa, es seguro que al final de nuestra vida tendremos la misma constitución física que Kṛṣṇa.

Texto

kaviṁ purāṇam anuśāsitāram
aṇor aṇīyāṁsam anusmared yaḥ
sarvasya dhātāram acintya-rūpam
āditya-varṇaṁ tamasaḥ parastāt

Palabra por palabra

kavim — aquel que lo sabe todo; purāṇam — el más antiguo; anuśāsitāram — el controlador; aṇoḥ — que el átomo; aṇīyāṁsam — más pequeño; anusmaret — siempre piensa en; yaḥ — aquel que; sarvasya — de todo; dhātāram — el sustentador; acintya — inconcebible; rūpam — cuya forma; āditya-varṇam — luminoso como el Sol; tamasaḥ — a la oscuridad; parastāt — trascendental.

Traducción

Se debe meditar en la Persona Suprema como aquel que lo sabe todo, que es el más antiguo de todos, que es el controlador, que es más pequeño que lo más pequeño, que es el sustentador de todo, que está más allá de toda concepción material, que es inconcebible y que siempre es una persona. Él es luminoso como el Sol, y es trascendental, más allá de esta naturaleza material.

Significado

En este verso se menciona el proceso a seguir para pensar en el Supremo. Lo más importante de todo es que Él no es impersonal o vacío. Uno no puede meditar en algo impersonal o vacío. Eso es muy difícil. Sin embargo, el proceso que se sigue para pensar en Kṛṣṇa es muy fácil, y se expone aquí concretamente. En primer lugar, el Señor es puruṣa, una persona: pensamos en la persona Rāma y en la persona Kṛṣṇa. Y ya sea que uno piense en Rāma o en Kṛṣṇa, en este verso del Bhagavad-gītā se dice cómo es Él. El Señor es kavi, es decir, conoce el pasado, el presente y el futuro, y, por ende, lo conoce todo. Él es la personalidad más antigua que existe, porque es el origen de todo; todo nace de Él. Él es, además, el supremo controlador del universo, y el sustentador e instructor de la humanidad. Él es más pequeño que lo más pequeño. La entidad viviente es la diezmilésima parte de la punta de un cabello, pero el Señor es tan inconcebiblemente pequeño, que entra en el corazón de esa partícula. Por eso se lo llama «más pequeño que lo más pequeño». En Su carácter de Supremo, Él puede entrar en el átomo y en el corazón de lo más pequeño que existe, y controlarlo en forma de la Superalma. Aunque Él es así de pequeño, aun así es omnipresente y lo mantiene todo. Todos estos sistemas planetarios son sustentados por Él. A menudo nos preguntamos cómo estos grandes planetas flotan en el aire. Aquí se dice que el Señor Supremo, por medio de Su energía inconcebible, está sustentando a todos estos grandes planetas y sistemas de galaxias. La palabra acintya («inconcebible») es muy significativa en relación con esto. La energía de Dios está más allá de nuestra concepción, más allá de la jurisdicción de nuestro pensamiento, y, por consiguiente, se dice que es inconcebible (acintya). ¿Quién puede objetar este punto? Él se encuentra difundido por todo este mundo material y, sin embargo, está más allá de él. Nosotros ni siquiera podemos comprender este mundo material, que es insignificante en comparación con el mundo espiritual, así que, ¿cómo vamos a comprender lo que está más allá de él? Acintya significa aquello que está más allá de este mundo material, aquello que nuestro argumento, nuestra lógica y nuestra especulación filosófica no pueden tocar, aquello que es inconcebible. Por lo tanto, las personas inteligentes, evitando el argumento y la especulación inútil, deben aceptar lo que se declara en Escrituras tales como los Vedas, el Bhagavad-gītā y el Śrīmad-Bhāgavatam, y deben seguir los principios que en ellas se estipulan. Esto lo llevará a uno a entender.

Texto

prayāṇa-kāle manasācalena
bhaktyā yukto yoga-balena caiva
bhruvor madhye prāṇam āveśya samyak
sa taṁ paraṁ puruṣam upaiti divyam

Palabra por palabra

prayāṇa-kāle — en el momento de la muerte; manasā — por medio de la mente; acalena — sin que se aparte; bhaktyā — con toda devoción; yuktaḥ — dedicado; yoga-balena — mediante el poder del yoga místico; ca — también; eva — ciertamente; bhruvoḥ — las dos cejas; madhye — entre; prāṇam — el aire vital; āveśya — estableciendo; samyak — por completo; saḥ — él; tam — eso; param — trascendental; puruṣam — la Personalidad de Dios; upaiti — consigue; divyam — en el reino espiritual.

Traducción

Aquel que, en el momento de la muerte, fije su aire vital entre las cejas y, por la fuerza del yoga, con una mente recta, se dedique a recordar al Señor Supremo con toda devoción, ciertamente que llegará a la Suprema Personalidad de Dios.

Significado

En este verso se afirma claramente que, a la hora de la muerte, la mente debe estar fija en la devoción por la Suprema Personalidad de Dios. A los expertos en yoga se les recomienda que eleven la fuerza vital hasta el entrecejo (hasta el ājñā-cakra). Aquí se está sugiriendo la práctica del ṣaṭ-cakra-yoga, que implica el meditar en los seis cakras. El devoto puro no practica ese yoga, pero como él siempre está dedicado al proceso de conciencia de Kṛṣṇa, en el momento de morir puede recordar a la Suprema Personalidad de Dios, por la gracia de Él. Esto se explica en el verso 14.

En este verso es significativo el uso específico de la palabra yoga-balena, porque sin la práctica del yoga —ya sea el ṣaṭ-cakra-yoga o el bhakti-yoga—, a la hora de la muerte no se puede llegar a ese estado trascendental de la existencia. Al morir, uno no puede recordar súbitamente al Señor Supremo; se debe haber practicado algún sistema de yoga, especialmente el sistema del bhakti-yoga. Como en el momento de morir se tiene la mente muy perturbada, durante la vida se debe practicar la trascendencia a través del yoga.

Texto

yad akṣaraṁ veda-vido vadanti
viśanti yad yatayo vīta-rāgāḥ
yad icchanto brahma-caryaṁ caranti
tat te padaṁ saṅgraheṇa pravakṣye

Palabra por palabra

yat — aquello que; akṣaram — la sílaba oṁ; veda-vidaḥ — personas versadas en los Vedas; vadanti — dicen; viśanti — entran; yat — en el cual; yatayaḥ — grandes sabios; vīta-rāgāḥ — en la orden de vida de renuncia; yat — aquello que; icchantaḥ — deseando; brahmacaryam — celibato; caranti — practican; tat — eso; te — a ti; padam — situación; saṅgraheṇa — en resumen; pravakṣye — explicaré.

Traducción

Las personas que están versadas en los Vedas, que profieren el oṁkāra y que son grandes sabios de la orden de renuncia, entran en el Brahman. Al desear esa perfección, uno practica celibato. Ahora te explicaré brevemente ese proceso, mediante el cual se puede lograr la salvación.

Significado

El Señor Śrī Kṛṣṇa le ha recomendado a Arjuna la práctica del ṣaṭ-cakra-yoga, en la que uno coloca en el entrecejo el aire de la vida. Dando por sentado que Arjuna quizás no sepa cómo practicar el ṣaṭ-cakra-yoga, el Señor explica el proceso en los versos siguientes. El Señor dice que aunque el Brahman no tiene igual, tiene diversas manifestaciones y aspectos. En especial para los impersonalistas, el akṣara, o el oṁkāra —la sílaba oṁ—, es idéntica al Brahman. Kṛṣṇa explica aquí el Brahman impersonal, en el que entran los sabios de la orden renunciante.

En el sistema védico del conocimiento, a los estudiantes se les enseña desde el mismo comienzo a proferir el oṁ y aprender lo referente al Supremo Brahman impersonal, mientras viven con el maestro espiritual en completo celibato. De ese modo, ellos llegan a comprender dos de los aspectos del Brahman. Esa práctica es muy esencial para el adelanto del estudiante en la vida espiritual, pero en los actuales momentos, esa clase de vida de brahmacārī (de soltero célibe) no es posible en absoluto. La estructura social del mundo ha cambiado tanto, que no hay ninguna posibilidad de practicar celibato desde el comienzo de la vida de estudiante. Por todas partes del mundo hay muchas instituciones para diferentes departamentos del conocimiento, pero no hay ninguna institución reconocida en la que se pueda educar a los estudiantes en los principios de brahmacārī. A menos que se practique celibato, el adelanto en la vida espiritual es muy difícil. Por lo tanto, el Señor Caitanya, de conformidad con las disposiciones de las Escrituras para esta era de Kali, ha anunciado que en esta era no es posible llevar a cabo ningún proceso para comprender al Supremo, aparte del canto del santo nombre del Señor Kṛṣṇa: Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.

Texto

sarva-dvārāṇi saṁyamya
mano hṛdi nirudhya ca
mūrdhny ādhāyātmanaḥ prāṇam
āsthito yoga-dhāraṇām

Palabra por palabra

sarva-dvārāṇi — todas las puertas del cuerpo; saṁyamya — controlando; manaḥ — la mente; hṛdi — en el corazón; nirudhya — confinando; ca — también; mūrdhni — en la cabeza; ādhāya — fijación; ātmanaḥ — del alma; prāṇam — el aire vital; āsthitaḥ — situado en; yoga-dhāraṇām — la situación yóguica.

Traducción

La situación yóguica es la de estar desapegado de todas las ocupaciones de los sentidos. Cerrando todas las puertas de los sentidos y fijando la mente en el corazón y el aire vital en la parte superior de la cabeza, uno se establece en el yoga.

Significado

Para practicar yoga tal como se sugiere aquí, primero hay que cerrarle las puertas a todo el disfrute de los sentidos. Esta práctica se denomina pratyāhāra, o el acto de apartar los sentidos de sus objetos. Los órganos de los sentidos para adquirir conocimiento —los ojos, los oídos, la nariz, la lengua y el tacto— deben ser controlados por completo, y a ellos no se les debe permitir dedicarse a la complacencia propia. De ese modo, la mente se enfoca en la Superalma que está en el corazón, y la fuerza vital es elevada a la parte superior de la cabeza. En el capítulo sexto se describe ese proceso de forma detallada. Pero, como se mencionó antes, ese método no es práctico en esta era. El mejor proceso es el de conciencia de Kṛṣṇa. Si uno siempre es capaz de fijar la mente en Kṛṣṇa mediante el servicio devocional, le será muy fácil permanecer en un trance trascendental imperturbable, es decir, en samādhi.

Texto

oṁ ity ekākṣaraṁ brahma
vyāharan mām anusmaran
yaḥ prayāti tyajan dehaṁ
sa yāti paramāṁ gatim

Palabra por palabra

oṁ — la combinación de letras oṁ (oṁkāra); iti — así pues; eka-akṣaram — la sílaba única; brahma — absoluto; vyāharan — profiriendo; mām — a Mí (Kṛṣṇa); anusmaran — recordando; yaḥ — todo el que; prayāti — deje; tyajan — abandonando; deham — este cuerpo; saḥ — él; yāti — consigue; paramām — el supremo; gatim — destino.

Traducción

Si después de situarse en esa práctica del yoga y de proferir la sagrada sílaba oṁ, la suprema combinación de letras, uno piensa en la Suprema Personalidad de Dios y abandona su cuerpo, es seguro que llegará a los planetas espirituales.

Significado

Aquí se afirma claramente que oṁ, el Brahman y el Señor Kṛṣṇa no son diferentes. El oṁ es el sonido impersonal de Kṛṣṇa, pero el sonido Hare Kṛṣṇa contiene al oṁ. El canto del mantra Hare Kṛṣṇa se recomienda claramente para esta era, por lo cual si uno abandona su cuerpo al final de la vida cantando Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare, llegará sin duda a uno de los planetas espirituales, de conformidad con la modalidad de su práctica. Los devotos de Kṛṣṇa entran en el planeta de Kṛṣṇa, Goloka Vṛndāvana. Para los personalistas también hay infinidad de otros planetas en el cielo espiritual, conocidos como planetas Vaikuṇṭhas, mientras que los impersonalistas permanecen en el brahma-jyotir.

Texto

ananya-cetāḥ satataṁ
yo māṁ smarati nityaśaḥ
tasyāhaṁ su-labhaḥ pārtha
nitya-yuktasya yoginaḥ

Palabra por palabra

ananya-cetāḥ — sin desviación de la mente; satatam — siempre; yaḥ — todo el que; mām — a Mí (Kṛṣṇa); smarati — recuerda; nityaśaḥ — regularmente; tasya — a él; aham — Yo soy; su-labhaḥ — fácil de conseguir; pārtha — ¡oh, hijo de Pṛthā!; nitya — regularmente; yuktasya — dedicado; yoginaḥ — para el devoto.

Traducción

Para aquel que siempre Me recuerda sin desviación, Yo soy fácil de obtener, ¡oh, hijo de Pṛthā!, debido a su constante ocupación en el servicio devocional.

Significado

Este verso describe especialmente el destino final al que llegan los devotos puros que sirven a la Suprema Personalidad de Dios mediante el bhakti-yoga. En versos anteriores se han mencionado cuatro clases de devotos: los afligidos, los indagadores, aquellos que buscan ganancia material y los filósofos especuladores. También se han descrito diferentes procesos de liberación: el karma-yoga, el jñāna-yoga y el haṭha-yoga. Los principios de esos sistemas de yoga tienen añadido un poco de bhakti, pero en este verso se menciona particularmente el bhakti-yoga puro, sin ninguna mezcla de jñāna, karma o haṭha. Como se indica con la palabra ananya-cetāḥ, en el bhakti-yoga puro el devoto no desea nada aparte de Kṛṣṇa. Un devoto puro no desea ser promovido a los planetas celestiales, ni busca la unidad con el brahma-jyotir ni la salvación o la liberación del enredo material. El devoto puro no desea nada. En el Caitanya-caritāmṛta, al devoto puro se lo llama niṣkāma, que significa que él no tiene ningún deseo de procurar su bien personal. La paz perfecta le pertenece solo a él, y no a aquellos que se esfuerzan por el beneficio personal. Mientras que el jñāna-yogī, el karma-yogī o el haṭha-yogī tienen sus propios intereses egoístas, un devoto perfecto no tiene ningún otro deseo más que el de complacer a la Suprema Personalidad de Dios. Por consiguiente, el Señor dice que a alguien que está consagrado a Él de un modo resuelto, le es fácil conseguirlo a Él.

El devoto puro siempre se dedica a prestarle servicio devocional a Kṛṣṇa en uno de Sus diversos aspectos personales. Kṛṣṇa tiene diversas encarnaciones y expansiones plenarias, tales como Rāma y Nṛsiṁha, y el devoto puede escoger fijar la mente en cualquiera de esas trascendentales formas del Señor Supremo, con un servicio amoroso. Esa clase de devoto no se encuentra con ninguno de los problemas que plagan a los practicantes de otros yogas. El bhakti-yoga es muy sencillo, puro y fácil de ejecutar. Uno puede comenzar simplemente con el canto de Hare Kṛṣṇa. El Señor es misericordioso con todos, pero como ya lo hemos explicado, Él se inclina de un modo especial por aquellos que siempre lo sirven sin desviación. El Señor ayuda a esos devotos de diversas maneras. Como se afirma en los Vedas, (Kaṭha Upaniṣad 1.2.23): yam evaiṣa vṛṇute tena labhyas/ tasyaiṣa ātmā vivṛṇute tanuṁ svām, aquel que está plenamente entregado y dedicado al servicio devocional del Señor Supremo, puede entenderlo a Él tal como Él es. Y como se declara en el Bhagavad-gītā (10.10): dadāmi buddhi-yogaṁ tam, el Señor le da a ese devoto la inteligencia suficiente como para que al final el devoto pueda llegar a Él en Su reino espiritual.

La característica especial que tiene el devoto puro es la de que siempre está pensando en Kṛṣṇa sin desviación y sin considerar el tiempo o el lugar. No tiene que haber ningún impedimento. Él debe ser capaz de desempeñar su servicio en cualquier parte y en cualquier momento. Algunos dicen que el devoto debe permanecer en lugares sagrados tales como Vṛndāvana, o algún pueblo sagrado en el que el Señor vivió, pero el devoto puro puede vivir en cualquier parte y crear la atmósfera de Vṛndāvana por medio de su servicio devocional. Śrī Advaita le dijo al Señor Caitanya: «Dondequiera que Tú te encuentres, ¡oh, Señor!, ahí es Vṛndāvana».

Como se indica con las palabras satatam y nityaśaḥ, que significan «siempre», «regularmente» o «todos los días», el devoto puro constantemente recuerda a Kṛṣṇa y medita en Él. Estas son cualidades del devoto puro para quien el Señor es muy fácil de conseguir. El bhakti-yoga es el sistema que el Gītā recomienda por encima de todos los demás. Por lo general, los bhakti-yogīs se ocupan de cinco diferentes maneras: (1) śānta-bhakta, se ocupan en el servicio devocional en estado de neutralidad; (2) dāsya-bhakta, se ocupan en el servicio devocional como sirvientes; (3) sakhya-bhakta, se ocupan como amigos; (4) vātsalya-bhakta, se ocupan como padres o madres; y (5) mādhurya-bhakta, se ocupan como amantes conyugales del Señor Supremo. De cualquiera de esas maneras, el devoto puro siempre está dedicado de un modo constante al amoroso servicio trascendental del Señor Supremo y no puede olvidar al Señor Supremo, y por eso para él el Señor es fácil de conseguir. El devoto puro no puede olvidar al Señor Supremo ni por un momento, y, de la misma manera, el Señor Supremo no puede olvidar a Su devoto puro ni por un momento. Esa es la gran bendición del proceso de conciencia de Kṛṣṇa que consiste en el canto del mahā-mantra, Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare.

Texto

mām upetya punar janma
duḥkhālayam aśāśvatam
nāpnuvanti mahātmānaḥ
saṁsiddhiṁ paramāṁ gatāḥ

Palabra por palabra

mām — a Mí; upetya — llegando; punaḥ — de nuevo; janma — nacimiento; duḥkha-ālayam — lugar de sufrimientos; aśāśvatam — temporal; na — nunca; āpnuvanti — logran; mahā-ātmānaḥ — las grandes almas; saṁsiddhim — perfección; paramām — máxima; gatāḥ — habiendo logrado.

Traducción

Después de llegar a Mí, las grandes almas, que son yogīs en estado de devoción, jamás regresan a este mundo temporal, el cual está lleno de sufrimientos, ya que han logrado la máxima perfección.

Significado

Como este temporal mundo material está lleno de los sufrimientos del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte, aquel que logra la máxima perfección y llega al planeta supremo, Kṛṣṇaloka, Goloka Vṛndāvana, naturalmente no desea regresar. Al planeta supremo se lo describe en la literatura védica como avyakta, akṣara y paramā-gati; en otras palabras, ese planeta se encuentra fuera del alcance de nuestra visión material y es inexplicable, pero es la máxima meta, el destino de los mahātmās (las grandes almas). Los mahātmās reciben mensajes trascendentales de labios de los devotos iluminados, y de ese modo se desarrolla en ellos gradualmente el servicio devocional con conciencia de Kṛṣṇa; y ellos quedan tan absortos en el servicio trascendental, que dejan de desear elevarse a ninguno de los planetas materiales, y ni siquiera quieren ser trasladados a ningún planeta espiritual. Ellos solo quieren a Kṛṣṇa y la compañía de Kṛṣṇa, y nada más. Esa es la máxima perfección de la vida. Este verso menciona específicamente a los devotos personalistas del Señor Supremo, Kṛṣṇa. Estos devotos en estado de conciencia de Kṛṣṇa logran la máxima perfección de la vida. En otras palabras, ellos son las almas supremas.

Texto

ā-brahma-bhuvanāl lokāḥ
punar āvartino ’rjuna
mām upetya tu kaunteya
punar janma na vidyate

Palabra por palabra

ā-brahma — hasta el planeta Brahmaloka; bhuvanāt — de los sistemas planetarios; lokāḥ — planetas; punaḥ — de nuevo; āvartinaḥ — de regresar; arjuna — ¡oh, Arjuna!; mām — a Mí; upetya — llegando; tu — pero; kaunteya — ¡oh, hijo de Kuntī!; punaḥ janma — volver a nacer; na — nunca; vidyate — ocurre.

Traducción

Desde el planeta más elevado del mundo material hasta el más bajo de ellos, todos son lugares de sufrimiento en los que ocurre el reiterado proceso del nacimiento y la muerte. Pero aquel que llega a Mi morada, ¡oh, hijo de Kuntī!, nunca vuelve a nacer.

Significado

Tarde o temprano, todas las clases de yogīs —los karma-yogīs, los jñāna-yogīs, los haṭha-yogīs, etc.— tienen que llegar a la perfección devocional del bhakti-yoga, o el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, antes de que puedan ir a la trascendental morada de Kṛṣṇa y jamás regresar. Aquellos que llegan a los planetas materiales más elevados de todos, los planetas de los semidioses, quedan de nuevo supeditados al reiterado proceso del nacimiento y la muerte. Así como las personas de la Tierra son elevadas a planetas superiores, la gente de planetas superiores tales como Brahmaloka, Candraloka e Indraloka, cae a la Tierra. La práctica del sacrificio denominado pañcāgni-vidyā, que se recomienda en el Chāndogya Upaniṣad, lo capacita a uno para llegar a Brahmaloka, pero si en Brahmaloka uno no cultiva su conciencia de Kṛṣṇa, debe entonces regresar a la Tierra. Aquellos que en los planetas superiores progresan en el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa, son elevados gradualmente a planetas cada vez más elevados, y en el momento de la devastación universal son trasladados al reino espiritual eterno. En su comentario al Bhagavad-gītā, Baladeva Vidyābhūṣaṇa cita este verso:

brahmaṇā saha te sarve
samprāpte pratisañcare
parasyānte kṛtātmānaḥ
praviśanti paraṁ padam

«Cuando ocurre la devastación de este universo material, Brahmā y sus devotos, quienes están constantemente dedicados al proceso de conciencia de Kṛṣṇa, son trasladados al universo espiritual y a planetas espirituales específicos, conforme a sus deseos».

Texto

sahasra-yuga-paryantam
ahar yad brahmaṇo viduḥ
rātriṁ yuga-sahasrāntāṁ
te ’ho-rātra-vido janāḥ

Palabra por palabra

sahasra — mil; yuga — milenios; paryantam — constituyen; ahaḥ — día; yat — aquello que; brahmaṇaḥ — de Brahmā; viduḥ — ellos saben; rātrim — noche; yuga — milenios; sahasra-antām — de igual modo, terminando después de mil; te — ellos; ahaḥ-rātra — día y noche; vidaḥ — que entiende; janāḥ — gente.

Traducción

En función de los cálculos humanos, el conjunto de mil eras constituye la duración de un día de Brahmā. Y esa es también la duración de su noche.

Significado

La duración del universo material es limitada. Esa duración se manifiesta en ciclos de kalpas. Un kalpa es un día de Brahmā, y un día de Brahmā consta de mil ciclos de cuatro yugas, o eras: Satya, Tretā, Dvāpara y Kali. El ciclo de Satya se caracteriza por la virtud, la sabiduría y la religión, sin que en él prácticamente exista la ignorancia y el vicio, y el yuga dura 1.728.000 años. En el Tretā-yuga se introduce el vicio, y este yuga dura 1.296.000 años. En el Dvāpara-yuga hay una declinación aún mayor de la virtud y la religión, con el vicio en aumento, y este yuga dura 864.000 años. Y, finalmente, en el Kali-yuga (el yuga en el que hemos estado viviendo durante los últimos 5.000 años), hay una abundancia de contienda, ignorancia, irreligión y vicio, con la virtud verdadera prácticamente inexistente, y este yuga dura 432.000 años. En el Kali-yuga el vicio aumenta hasta tal punto, que al terminar el yuga el propio Señor Supremo aparece como el avatāra Kalki, destruye a los demonios, salva a Sus devotos y comienza otro Satya-yuga. Luego, el proceso se pone en marcha de nuevo. Estos cuatro yugas, al transcurrir mil veces, constituyen un día de Brahmā, y el mismo número constituye una noche. Brahmā vive cien de esos «años», y luego muere. Según los cálculos terrenales, esos «cien años» ascienden a un total de 311.040.000.000.000 de años terrestres. De acuerdo con esos cálculos, la vida de Brahmā parece fantástica e interminable, pero desde el punto de vista de la eternidad es tan fugaz como la luz del relámpago. En el océano Causal hay infinidad de Brahmās que surgen y desaparecen como las burbujas en el Atlántico. Brahmā y su creación son todos parte del universo material y, por consiguiente, están en flujo constante.

En el universo material, ni siquiera Brahmā está libre del proceso del nacimiento, la vejez, las enfermedades y la muerte. Sin embargo, Brahmā está dedicado directamente al servicio del Señor Supremo en la administración de este universo, y, en consecuencia, logra de inmediato la liberación. A los sannyāsīs elevados se los promueve al planeta específico de Brahmā, Brahmaloka, que es el planeta más elevado del universo material y el cual sobrevive a todos los planetas celestiales de los estratos superiores del sistema planetario; pero a su debido tiempo, Brahmā y todos los habitantes de Brahmaloka tienen que someterse a la muerte, conforme a la ley de la naturaleza material.

Texto

avyaktād vyaktayaḥ sarvāḥ
prabhavanty ahar-āgame
rātry-āgame pralīyante
tatraivāvyakta-saṁjñake

Palabra por palabra

avyaktāt — de lo no manifiesto; vyaktayaḥ — entidades vivientes; sarvāḥ — todas; prabhavanti — se manifiestan; ahaḥ-āgame — al comienzo del día; rātri-āgame — a la caída de la noche; pralīyante — son aniquiladas; tatra — dentro de eso; eva — ciertamente; avyakta — lo no manifiesto; saṁjñake — que se denomina.

Traducción

Al comienzo del día de Brahmā, todas las entidades vivientes se manifiestan del estado no manifiesto, y luego, cuando cae la noche, se funden de nuevo en lo no manifiesto.

Texto

bhūta-grāmaḥ sa evāyaṁ
bhūtvā bhūtvā pralīyate
rātry-āgame ’vaśaḥ pārtha
prabhavaty ahar-āgame

Palabra por palabra

bhūta-grāmaḥ — el conjunto de todas las entidades vivientes; saḥ — estas; eva — ciertamente; ayam — esto; bhūtvā bhūtvā — naciendo reiteradamente; pralīyate — es aniquilado; rātri — de la noche; āgame — a la llegada; avaśaḥ — automáticamente; pārtha — ¡oh, hijo de Pṛthā!; prabhavati — se manifiesta; ahaḥ — del día; āgame — a la llegada.

Traducción

Una y otra vez, cuando llega el día de Brahmā, todas las entidades vivientes pasan a existir, y con la llegada de la noche de Brahmā son aniquiladas irremediablemente.

Significado

Los poco inteligentes, quienes tratan de permanecer dentro de este mundo material, pueden ser elevados a planetas superiores, y luego tienen que descender de nuevo a este planeta Tierra. Durante el día de Brahmā, ellos pueden exhibir sus actividades en planetas superiores e inferiores de este mundo material, pero cuando llega la noche de Brahmā todos ellos son aniquilados. En el día, ellos reciben diversos cuerpos para las actividades materiales, y de noche dejan de tener cuerpos y más bien permanecen encerrados en el cuerpo de Viṣṇu. Luego, a la llegada del día de Brahmā, ellos se manifiestan de nuevo. Bhūtvā bhūtvā pralīyate: durante el día se manifiestan, y de noche vuelven a ser aniquilados. Finalmente, cuando la vida de Brahmā se termina, todos ellos son aniquilados y permanecen en un estado no manifiesto durante millones y millones de años. Y cuando Brahmā vuelve a nacer en otro milenio, ellos se manifiestan de nuevo. De esa manera, el hechizo del mundo material los cautiva. Pero aquellas personas inteligentes que emprenden el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, emplean la forma de vida humana plenamente en el servicio devocional del Señor, cantando Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Krṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare. De ese modo, ellas se trasladan incluso en esta vida al planeta espiritual de Kṛṣṇa, y ahí se vuelven dichosas eternamente, sin estar supeditadas a esos renacimientos.

Texto

paras tasmāt tu bhāvo ’nyo
’vyakto ’vyaktāt sanātanaḥ
yaḥ sa sarveṣu bhūteṣu
naśyatsu na vinaśyati

Palabra por palabra

paraḥ — trascendental; tasmāt — a eso; tu — pero; bhāvaḥ — naturaleza; anyaḥ — otra; avyaktaḥ — no manifiesta; avyaktāt — a lo no manifiesto; sanātanaḥ — eterna; yaḥ saḥ — aquello que; sarveṣu — toda; bhūteṣu — manifestación; naśyatsu — siendo aniquilada; na — nunca; vinaśyati — es aniquilada.

Traducción

Mas, existe otra naturaleza no manifiesta, que es eterna y trascendental a esta materia manifestada y no manifestada. Esa naturaleza es suprema y nunca es aniquilada. Cuando todo en este mundo es aniquilado, esa parte permanece tal como es.

Significado

La energía espiritual y superior de Kṛṣṇa es trascendental y eterna. Esa energía está más allá de todos los cambios de la naturaleza material, la cual es manifestada y aniquilada durante los días y las noches de Brahmā. La energía superior de Kṛṣṇa es de una calidad totalmente opuesta a la naturaleza material. La naturaleza superior y la inferior se explican en el capítulo siete.

Texto

avyakto ’kṣara ity uktas
tam āhuḥ paramāṁ gatim
yaṁ prāpya na nivartante
tad dhāma paramaṁ mama

Palabra por palabra

avyaktaḥ — no manifiesto; akṣaraḥ — infalible; iti — así pues; uktaḥ — se dice; tam — aquello; āhuḥ — se conoce; paramām — supremo; gatim — destino; yam — aquello que; prāpya — obteniendo; na — nunca; nivartante — regresa; tat — esa; dhāma — morada; paramam — suprema; mama — Mi.

Traducción

Aquello que los vedantistas describen como no manifiesto e infalible, aquello que se conoce como el destino supremo, ese lugar del que, después de llegar a él, nunca se regresa, esa es Mi morada suprema.

Significado

En la Brahma-saṁhitā se describe la morada suprema de la Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, como cintāmaṇi-dhāma, un lugar en el que se cumplen todos los deseos. La morada suprema del Señor Kṛṣṇa, conocida como Goloka Vṛndāvana, está llena de palacios hechos de piedra de toque. Ahí también hay árboles, llamados «árboles de los deseos», que dan cualquier tipo de comestibles que se les pida, y hay vacas, conocidas como vacas surabhi, que suministran leche en cantidades ilimitadas. En esa morada, al Señor lo sirven cientos de miles de diosas de la fortuna (Lakṣmīs), y a Él se lo llama Govinda, el Señor original y la causa de todas las causas. El Señor acostumbra a tocar Su flauta (veṇuṁ kvaṇantam). Su forma trascendental es lo más atractivo que existe en todos los mundos: Sus ojos son como pétalos de loto, y el color de Su cuerpo es como el color de las nubes. Él es tan atractivo, que Su belleza supera la de miles de Cupidos. Él lleva una tela azafrán, una guirnalda alrededor del cuello y una pluma de pavo real en el cabello. En el Bhagavad-gītā, el Señor Kṛṣṇa solo da una pequeña indicación acerca de Su morada personal, Goloka Vṛndāvana, que es el planeta supremo del reino espiritual. En la Brahma-saṁhitā se da una descripción vívida de él. La literatura védica (Kaṭha Upaniṣad 1.3.11) declara que no hay nada superior a la morada de la Divinidad Suprema, y que esa morada es el destino último (puruṣān na paraṁ kiñcit sā kāṣṭhā paramā gatiḥ). Cuando uno llega a ella, nunca regresa al mundo material. La morada suprema de Kṛṣṇa y el propio Kṛṣṇa no son diferentes entre sí, ya que son de la misma calidad. En esta Tierra, Vṛndāvana, una ciudad que se encuentra a 145 kilómetros del sureste de Delhi, es una réplica de ese Goloka Vṛndāvana supremo ubicado en el cielo espiritual. Cuando Kṛṣṇa descendió a esta Tierra, se divirtió en esa región específica conocida como Vṛndāvana, que ocupa unos 218 kilómetros cuadrados del distrito de Mathurā, India.

Texto

puruṣaḥ sa paraḥ pārtha
bhaktyā labhyas tv ananyayā
yasyāntaḥ-sthāni bhūtāni
yena sarvam idaṁ tatam

Palabra por palabra

puruṣaḥ — la Personalidad Suprema; saḥ — Él; paraḥ — el Supremo, el más grande de todos; pārtha — ¡oh, hijo de Pṛthā!; bhaktyā — por medio del servicio devocional; labhyaḥ — que puede conseguirse; tu — pero; ananyayā — puro, sin desviación; yasya — a quien; antaḥ-sthāni — dentro; bhūtāni — toda esta manifestación material; yena — por quien; sarvam — todo; idam — todo lo que podamos ver; tatam — está imbuido.

Traducción

A la Suprema Personalidad de Dios, quien es más grande que todos, se lo consigue mediante la devoción pura. Aunque Él se encuentra en Su morada, es omnipresente, y todo está situado dentro de Él.

Significado

Aquí se afirma claramente que el destino supremo, del cual no hay regreso, es la morada de Kṛṣṇa, la Persona Suprema. La Brahma-saṁhitā describe esa morada suprema como ānanda-cinmaya-rasa, un lugar en el que todo está colmado de bienaventuranza espiritual. Toda la variedad que ahí se manifiesta es de la calidad de la bienaventuranza espiritual: ahí nada es material. Esa variedad se expande como la expansión espiritual de la propia Divinidad Suprema, pues la manifestación que hay ahí procede totalmente de la energía espiritual, tal como se explica en el capítulo siete. En lo que respecta a este mundo material, aunque el Señor siempre está en Su morada suprema, no obstante Él es omnipresente mediante Su energía material. De modo que, mediante Sus energías materiales y espirituales, Él está presente en todas partes —tanto en el universo material como en el espiritual—. Yasyāntaḥ-sthāni significa que todo se sustenta dentro de Él, o bien dentro de Su energía espiritual, o dentro de Su energía material. El Señor es omnipresente mediante esas dos energías.

Entrar en la suprema morada de Kṛṣṇa, o los innumerables planetas Vaikuṇṭha, solo es posible por medio del bhakti, el servicio devocional, tal como se indica aquí claramente con la palabra bhaktyā. Ningún otro proceso puede ayudarlo a uno a llegar a esa morada suprema. Los Vedas (Gopāla-tāpanī Upaniṣad 1.21) también describen la morada suprema y a la Suprema Personalidad de Dios. Eko vaśī sarva-gaḥ kṛṣṇaḥ. En esa morada solo hay una Suprema Personalidad de Dios, cuyo nombre es Kṛṣṇa. Él es la Deidad misericordiosa y suprema, y aunque se encuentra ahí como único, se ha expandido en forma de millones y millones de expansiones plenarias. Los Vedas dicen que el Señor es como un árbol, que, aunque está fijo, produce muchas variedades de frutos, flores y hojas que cambian. Las expansiones plenarias del Señor que presiden en los planetas Vaikuṇṭha tienen cuatro brazos, y se las conoce por una variedad de nombres: Puruṣottama, Trivikrama, Keśava, Mādhava, Aniruddha, Hṛṣīkeśa, Saṅkarṣaṇa, Pradyumna, Śrīdhara, Vāsudeva, Dāmodara, Janārdana, Nārāyaṇa, Vāmana, Padmanābha, etc.

La Brahma-saṁhitā (5.37) también confirma que, aunque el Señor siempre está en la morada suprema, Goloka Vṛndāvana, Él es omnipresente, por lo cual todo se lleva a cabo como debe ser (goloka eva nivasaty akhilātma-bhūtaḥ). Como se declara en los Vedas (Śvetāśvatara Upaniṣad 6.8): parāsya śaktir vividhaiva śrūyate/ svābhāvikī jñāna-bala-kriyā ca, las energías del Señor Supremo son tan expansivas que, aunque Él está sumamente lejos, ellas, sistemáticamente y sin ninguna falla, conducen todo en la manifestación cósmica.

Texto

yatra kāle tv anāvṛttim
āvṛttiṁ caiva yoginaḥ
prayātā yānti taṁ kālaṁ
vakṣyāmi bharatarṣabha

Palabra por palabra

yatra — en el cual; kāle — momento; tu — y; ānavṛttim — no regresa; āvṛttim — regresa; ca — también; eva — ciertamente; yoginaḥ — diferentes clases de místicos; prayātāh — habiendo partido; yānti — consigue; tam — ese; kālam — momento; vakṣyāmi — describiré; bharata-ṛṣabha — ¡oh, tú, el mejor de los Bhāratas!

Traducción

¡Oh, tú, el mejor de los Bhāratas!, ahora te voy a explicar los diferentes momentos en los que, cuando el yogī se va de este mundo, regresa a él o no regresa.

Significado

A los devotos puros del Señor Supremo, quienes son almas totalmente entregadas, no les importa cuándo van a abandonar sus cuerpos ni con qué método. Ellos dejan todo en manos de Kṛṣṇa, y de ese modo regresan a Dios fácil y felizmente. Pero aquellos que no son devotos puros, y que dependen más bien de métodos de iluminación espiritual tales como el karma-yoga, el jñāna-yoga y el haṭha-yoga, deben abandonar el cuerpo en un momento adecuado, y así estar seguros de si van o no a regresar al mundo del nacimiento y la muerte.

Si el yogī es perfecto, puede elegir el momento y la situación en la que quiere encontrarse al irse de este mundo material. Pero si no es tan perfecto, su éxito depende entonces de que accidentalmente se vaya en un determinado momento que sea adecuado. El Señor explica en el siguiente verso cuáles son los momentos adecuados para irse y no regresar. Según el ācārya Baladeva Vidyābhūṣaṇa, la palabra sánscrita kāla que se usa aquí, se refiere a la deidad regente del tiempo.

Texto

agnir jyotir ahaḥ śuklaḥ
ṣaṇ-māsā uttarāyaṇam
tatra prayātā gacchanti
brahma brahma-vido janāḥ

Palabra por palabra

agniḥ — fuego; jyotiḥ — luz; ahaḥ — día; śuklaḥ — la quincena blanca; ṣaṭ-māsāḥ — los seis meses; uttara-ayanam — cuando el Sol pasa al lado norte; tatra — ahí; prayātāḥ — aquellos que mueren; gacchanti — van; brahma — al Absoluto; brahma-vidaḥ — que conocen al Absoluto; janāḥ — personas.

Traducción

Aquellos que conocen al Brahman Supremo llegan a ese Supremo yéndose del mundo durante la influencia del dios del fuego, durante la luz, en un momento auspicioso del día, durante la quincena de la Luna creciente o durante los seis meses en que el Sol viaja por el norte.

Significado

Cuando se mencionan el fuego, la luz, el día y la quincena de la Luna, se sobrentiende que por sobre todos ellos hay diversas deidades regentes que organizan todo para el paso del alma. A la hora de la muerte, la mente lo transporta a uno por la senda que lleva a una nueva vida. Si uno abandona el cuerpo en el momento que se señaló antes, ya sea por accidente o por disposición, le es posible llegar al brahma-jyotir impersonal. Los místicos que están adelantados en la práctica del yoga pueden planear en qué momento y lugar van a dejar el cuerpo. Los demás no tienen ningún control sobre ello; si por accidente se van en un momento auspicioso, entonces no regresarán al ciclo del nacimiento y la muerte, pero si no es así, hay muchas probabilidades de que tengan que regresar. Sin embargo, para el devoto puro en estado de conciencia de Kṛṣṇa no hay el temor de que pueda regresar, ya sea que abandone el cuerpo en un momento auspicioso o inauspicioso, por accidente o por disposición.

Texto

dhūmo rātris tathā kṛṣṇaḥ
ṣaṇ-māsā dakṣiṇāyanam
tatra cāndramasaṁ jyotir
yogī prāpya nivartate

Palabra por palabra

dhūmaḥ — humo; rātriḥ — noche; tathā — también; kṛṣṇaḥ — la quincena de la Luna menguante; ṣaṭ-māsāḥ — los seis meses; dakṣiṇa-ayanam — cuando el Sol pasa al lado sur; tatra — ahí; cāndramasam — el planeta Luna; jyotiḥ — la luz; yogī — el místico; prāpya — llegando; nivartate — regresa.

Traducción

El místico que se va de este mundo durante el humo, durante la noche, durante la quincena de la Luna menguante o durante los seis meses en que el Sol pasa al sur, llega al planeta Luna, pero regresa de nuevo.

Significado

En el Tercer Canto del Śrīmad-Bhāgavatam, Kapila Muni indica que aquellos que en la Tierra son expertos en lo referente a las actividades fruitivas y los métodos de los sacrificios, al morir llegan a la Luna. Esas elevadas almas viven en la Luna durante unos 10.000 años (según el tiempo de los semidioses), y beben soma-rasa y así disfrutan de la vida. Tarde o temprano, ellos regresan a la Tierra. Esto significa que en la Luna hay seres vivos de clases superiores, aunque no se los pueda percibir con los sentidos ordinarios.

Texto

śukla-kṛṣṇe gatī hy ete
jagataḥ śāśvate mate
ekayā yāty anāvṛttim
anyayāvartate punaḥ

Palabra por palabra

śukla — luz; kṛṣṇe — y oscuridad; gatī — maneras de morir; hi — ciertamente; ete — estas dos; jagataḥ — del mundo material; śāśvate — de los Vedas; mate — en opinión; ekayā — con una; yāti — va; anārvṛttim — para no regresar; anyayā — con la otra; āvartate — regresa; punaḥ — de nuevo.

Traducción

De acuerdo con la opinión védica, hay dos maneras de irse de este mundo: una en la luz y la otra en la oscuridad. Cuando uno se va en la luz, no regresa; pero cuando se va en la oscuridad, sí lo hace.

Significado

La misma descripción de la partida y regreso la cita el ācārya Baladeva Vidyābhūṣaṇa, tomándola del Chāndogya Upaniṣad (5.10.3–5). Aquellos que son trabajadores fruitivos y especuladores filosóficos, desde tiempo inmemorial han estado yendo y viniendo constantemente. De hecho, ellos no logran la salvación final, porque no se entregan a Kṛṣṇa.

Texto

naite sṛtī pārtha jānan
yogī muhyati kaścana
tasmāt sarveṣu kāleṣu
yoga-yukto bhavārjuna

Palabra por palabra

na — nunca; ete — estos dos; sṛtī — senderos diferentes; pārtha — ¡oh, hijo de Pṛthā!; jānan — incluso si sabe; yogī — el devoto del Señor; muhyati — se confunde; kaścana — cualquiera; tasmāt — por lo tanto; sarveṣu kāleṣu — siempre; yoga-yuktaḥ — dedicado al proceso de conciencia de Kṛṣṇa; bhava — vuélvete; arjuna — ¡oh, Arjuna!

Traducción

Aunque los devotos conocen esos dos senderos, ¡oh, Arjuna!, nunca se confunden. Por lo tanto, siempre mantente fijo en la devoción.

Significado

Aquí, Kṛṣṇa le aconseja a Arjuna que no se deje perturbar por las diferentes sendas que el alma puede seguir cuando abandona el mundo material. Al devoto del Señor Supremo no lo debe preocupar si se va por disposición o por accidente. El devoto debe estar firmemente establecido en el estado de conciencia de Kṛṣṇa y debe cantar Hare Kṛṣṇa. Él debe saber que el preocuparse por cualquiera de esos dos senderos es problemático. La mejor manera de estar absorto en el estado de conciencia de Kṛṣṇa es la de siempre estar acoplado a Su servicio, y eso hará que la senda de uno al reino espiritual sea segura, cierta y directa. La palabra yoga-yukta es especialmente significativa en este verso. Aquel que está firme en el yoga, está dedicado constantemente al proceso de conciencia de Kṛṣṇa en todas sus actividades. Śrī Rūpa Gosvāmī aconseja: anāsaktasya viṣayān yathārham upayuñjataḥ, uno debe estar desapegado en lo que respecta a los asuntos materiales y hacer todo con conciencia de Kṛṣṇa. Mediante ese sistema, que se denomina yukta-vairāgya, se logra la perfección. Así pues, al devoto no lo perturban estas descripciones, porque él sabe que su paso a la morada suprema está garantizado por el servicio devocional.

Texto

vedeṣu yajñeṣu tapaḥsu caiva
dāneṣu yat puṇya-phalaṁ pradiṣṭam
atyeti tat sarvam idaṁ viditvā
yogī paraṁ sthānam upaiti cādyam

Palabra por palabra

vedeṣu — en el estudio de los Vedas; yajñeṣu — en las ejecuciones de yajña, sacrificio; tapaḥsu — al someterse a diferentes tipos de austeridades; ca — también; eva — ciertamente; dāneṣu — al dar caridad; yat — aquello que; puṇya-phalam — el resultado del trabajo piadoso; pradiṣṭam — dirigido; atyeti — supera; tat sarvam — todos esos; idam — esto; viditvā — sabiendo; yogī — el devoto; param — suprema; sthānam — morada; upaiti — llega; ca — también; ādyam — original.

Traducción

La persona que acepta el sendero del servicio devocional no está desprovista de los resultados que se obtienen del estudio de los Vedas, de la ejecución de sacrificios del sometimiento a austeridades la caridad o de la ejecución de actividades filosóficas y fruitivas. Por el simple hecho de realizar servicio devocional, ella consigue todo eso, y al final llega a la eterna morada suprema.

Significado

Este verso es el resumen de los capítulos siete y ocho, los cuales tratan específicamente del proceso de conciencia de Kṛṣṇa y del servicio devocional. Uno tiene que estudiar los Vedas bajo la guía del maestro espiritual, y someterse a muchas austeridades y penitencias mientras vive bajo el cuidado de él. El brahmacārī tiene que vivir en la casa del maestro espiritual tal como un sirviente, y pedir limosna de puerta en puerta y llevársela al maestro espiritual. Él solo come cuando el maestro se lo ordena, y si un día el maestro olvida llamar al estudiante a comer, este ayuna. Estos son algunos de los principios védicos para observar brahmacarya.

Después de que el estudiante estudia los Vedas bajo la guía del maestro por un período, al menos de los cinco a los veinte años, se puede convertir en un hombre de un carácter perfecto. El estudio de los Vedas no es para el recreo de especuladores de butaca, sino para la formación del carácter de uno. Después de este adiestramiento, al brahmacārī se le permite entrar en la vida familiar y casarse. Cuando ya es un cabeza de familia, él tiene que celebrar muchos sacrificios, a fin de poder conseguir mayor iluminación. Además, debe dar caridad según el país, el momento y el lugar, sabiendo discriminar entre la caridad influida por la bondad, la influida por la pasión y la influida por la ignorancia, tal como se describe en el Bhagavad-gītā. Luego, después de retirarse de la vida de casado, al aceptar la orden de vānaprastha, él se somete a severas penitencias, viviendo en los bosques, vistiéndose con la corteza de los árboles, dejando de afeitarse, etc. Por seguir las órdenes de brahmacarya, de vida de casado, de vānaprastha y, finalmente, de sannyāsa, uno llega a elevarse a la etapa perfecta de la vida. En ese momento, algunas personas son elevadas a los reinos celestiales, y cuando se vuelven aún más adelantadas, se liberan y van al cielo espiritual, ya sea al brahma-jyotir impersonal, a los planetas Vaikuṇṭhas o a Kṛṣṇaloka. Esa es la senda que describen las Escrituras védicas.

Sin embargo, la belleza del proceso de conciencia de Kṛṣṇa estriba en que de un solo golpe, por el hecho de dedicarse al servicio devocional, uno puede superar todos los rituales de las diferentes órdenes de la vida.

Las palabras idaṁ viditvā indican que uno debe entender las instrucciones que Śrī Kṛṣṇa da en este capítulo y en el séptimo capítulo del Bhagavad-gītā. Uno no debe tratar de entender estos capítulos mediante la erudición o la especulación mental, sino oyéndolos en compañía de devotos. Los capítulos que van del seis al doce constituyen la esencia del Bhagavad-gītā. Los primeros seis capítulos y los últimos seis son como coberturas de los seis capítulos intermedios, que están protegidos por el Señor de un modo especial. Si uno es lo suficientemente afortunado como para entender el Bhagavad-gītā —especialmente estos seis capítulos intermedios— en compañía de los devotos, entonces su vida se vuelve gloriosa de inmediato, más allá de todas las penitencias, los sacrificios, las caridades, las especulaciones, etc., ya que uno puede conseguir todos los resultados de esas actividades simplemente mediante el proceso de conciencia de Kṛṣṇa.

Aquel que tiene un poquito de fe en el Bhagavad-gītā debe aprender el Bhagavad-gītā con un devoto, porque al comienzo del cuarto capítulo se afirma claramente que el Bhagavad-gītā solo lo pueden entender los devotos; nadie más puede entender perfectamente el propósito del Bhagavad-gītā. De modo que, uno debe aprender el Bhagavad-gītā con un devoto de Kṛṣṇa, y no con especuladores mentales. Ese es un signo de fe. Cuando uno busca a un devoto y por fortuna consigue la compañía de un devoto, comienza de hecho a estudiar y entender el Bhagavad-gītā. En virtud del adelanto que se haga en la compañía del devoto, uno es colocado en el servicio devocional, y ese servicio disipa todos los recelos que uno pueda tener acerca de Kṛṣṇa, o Dios, y acerca de las actividades, la forma, los pasatiempos, el nombre y otros aspectos de Kṛṣṇa. Después de que esos recelos han sido despejados perfectamente, uno queda fijo en su estudio. Uno disfruta entonces del estudio del Bhagavad-gītā, y alcanza el estado en el que siempre se siente consciente de Kṛṣṇa. En la etapa adelantada, uno se enamora de Kṛṣṇa por completo. Esa etapa muy elevada y perfecta de la vida capacita al devoto para ser trasladado a la morada que Kṛṣṇa tiene en el cielo espiritual, Goloka Vṛndāvana, donde el devoto se vuelve feliz para siempre.

Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo octavo del Śrīmad Bhagavad-gītā, titulado «Alcanzando al Supremo».