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CAPÍTULO 7

El conocimiento del Absoluto

Texto

śrī-bhagavān uvāca
mayy āsakta-manāḥ pārtha
yogaṁ yuñjan mad-āśrayaḥ
asaṁśayaṁ samagraṁ māṁ
yathā jñāsyasi tac chṛṇu

Palabra por palabra

śrī bhagavān uvāca — el Señor Supremo dijo; mayi — a Mí; āsakta-manāḥ — mente apegada; pārtha — ¡oh, hijo de Pṛthā!; yogam — autorrealización; yuñjan — practicando; mat-āśrayaḥ — con conciencia de Mí (conciencia de Kṛṣṇa); asaṁśayam — sin dudas; samagram — completamente; mām — Mí; yathā — cómo; jñāsyasi — puedes saber; tat — eso; śṛṇu — trata de oír.

Traducción

La Suprema Personalidad de Dios dijo: Ahora oye, ¡oh, hijo de Pṛthā!, cómo mediante la práctica del yoga con plena conciencia de Mí, con la mente apegada a Mí, podrás conocerme por completo, libre de dudas.

Significado

En este séptimo capítulo del Bhagavad-gītā se describe íntegramente la naturaleza del proceso de conciencia de Kṛṣṇa. Kṛṣṇa posee a plenitud todas las opulencias, y aquí se describe la manera en que Él las manifiesta. En este capítulo se describen también cuatro clases de personas afortunadas que se apegan a Kṛṣṇa y cuatro clases de personas desafortunadas que nunca se entregan a Él.

En los primeros seis capítulos del Bhagavad-gītā, se ha descrito a la entidad viviente como alma espiritual no material, capaz de elevarse hasta la autorrealización por medio de diferentes tipos de yogas. Al final del sexto capítulo se dijo claramente que concentrar la mente en Kṛṣṇa de modo constante, o, en otras palabras, el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, es la forma más elevada de todos los yogas. Al uno concentrar la mente en Kṛṣṇa es capaz de conocer la Verdad Absoluta por completo, y ello no se puede lograr de ninguna otra manera. La comprensión del brahma-jyotir impersonal o del Paramātmā localizado no es conocimiento perfecto acerca de la Verdad Absoluta, porque es un conocimiento parcial. Kṛṣṇa es el conocimiento completo y científico, y a la persona consciente de Kṛṣṇa se le revela todo. Cuando uno tiene plena conciencia de Kṛṣṇa sabe sin lugar a dudas que Kṛṣṇa es el conocimiento máximo. Los diferentes tipos de yogas solo son puntos intermedios de la senda de conciencia de Kṛṣṇa. Aquel que emprende directamente el proceso de conciencia de Kṛṣṇa  sabe automática y plenamente acerca del brahma-jyotir y de Paramātmā. Mediante la práctica del yoga de conciencia de Kṛṣṇa uno puede conocer todo a plenitud, es decir, la Verdad Absoluta, las entidades vivientes, la naturaleza material, y las manifestaciones de todo ello con sus enseres.

Por lo tanto, uno debe comenzar la práctica del yoga tal como se indica en el último verso del sexto capítulo. Concentrar la mente en Kṛṣṇa, el Supremo, se logra por medio del servicio devocional prescrito de nueve diferentes formas, de las cuales śravaṇam es la primera y principal. El Señor le dice, por ende, a Arjuna: tac chṛṇu, «Óyeme». Nadie puede ser una autoridad superior a Kṛṣna, y, en consecuencia, por el hecho de oírlo a Él, uno recibe la mayor oportunidad de convertirse en una persona perfectamente consciente de Kṛṣṇa. Uno tiene, pues, que aprender con Kṛṣṇa directamente o con un devoto puro de Kṛṣṇa, y no con un advenedizo no devoto, envanecido de su educación académica.

En el capítulo dos del Primer Canto del Śrīmad-Bhāgavatam, ese proceso mediante el cual se entiende a Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, la Verdad Absoluta, se describe de la siguiente manera:

śṛṇvatāṁ sva-kathāḥ kṛṣṇaḥ
puṇya-śravaṇa-kīrtanaḥ
hṛdy antaḥ-stho hy abhadrāṇi
vidhunoti suhṛt satām
naṣṭa-prāyeṣv abhadreṣu
nityaṁ bhāgavata-sevayā
bhagavaty uttama-śloke
bhaktir bhavati naiṣṭhikī
tadā rajas-tamo-bhāvāḥ
kāma-lobhādayaś ca ye
ceta etair anāviddhaṁ
sthitaṁ sattve prasīdati
evaṁ prasanna-manaso
bhagavad-bhakti-yogataḥ
bhagavat-tattva-vijñānaṁ
mukta-saṅgasya jāyate
bhidyate hṛdaya-granthiś
chidyante sarva-saṁśayāḥ
kṣīyante cāsya karmāṇi
dṛṣṭa evātmanīśvare

«Oír lo que las Escrituras védicas dicen de Kṛṣṇa u oírlo a Él directamente a través del Bhagavad-gītā, es en sí actividad virtuosa. Y para aquel que oye hablar de Kṛṣṇa, el Señor Kṛṣṇa, quien mora en el corazón de todos, actúa como un amigo bienqueriente, y purifica al devoto que siempre se dedica a oír hablar de Él. De ese modo, en el devoto se desarrolla en forma natural el conocimiento trascendental que tiene latente. A medida que él va oyendo más lo que el Bhāgavatam y los devotos hablan de Kṛṣṇa, se va estableciendo en el servicio devocional del Señor. Mediante el desarrollo del servicio devocional uno se libera de las modalidades de la pasión y la ignorancia, y de esa manera disminuyen la avaricia y las lujurias materiales. Cuando estas impurezas se limpian, el candidato permanece firme en su posición de bondad pura, se anima mediante el servicio devocional y entiende perfectamente la ciencia de Dios. El bhakti-yoga corta así el apretado nudo del afecto material, y le permite a uno llegar de inmediato a la etapa de asaṁśayaṁ samagram, la etapa en la que se entiende a la Suprema Verdad Absoluta, la Personalidad de Dios» (Bhāg. 1.2.17–21).

Por consiguiente, uno puede entender la ciencia de Kṛṣṇa solo si oye a Kṛṣṇa o a Su devoto consciente de Kṛṣṇa.

Texto

jñānaṁ te ’haṁ sa-vijñānam
idaṁ vakṣyāmy aśeṣataḥ
yaj jñātvā neha bhūyo ’nyaj
jñātavyam avaśiṣyate

Palabra por palabra

jñānam — conocimiento material; te — a ti; aham — Yo; sa — con; vijñānam — conocimiento espiritual; idam — esto; vakṣyāmi — he de explicar; aśeṣataḥ — por completo; yat — el cual; jñātvā — sabiendo; na — no; iha — en este mundo; bhūyaḥ — además; anyat — cualquier otra cosa; jñātavyam — conocible; avaśiṣyate — permanece.

Traducción

Ahora te voy a exponer por completo este conocimiento, que es tanto material como espiritual. Al conocer esto no te quedará nada más por conocer.

Significado

El conocimiento completo comprende el conocimiento del mundo material, del espíritu que está tras de él y de la fuente de ambos. Eso es conocimiento transcendental. Kṛṣṇa quiere explicar el antedicho sistema de conocimiento, porque Arjuna es el devoto y amigo íntimo del Señor. Al comienzo del cuarto capítulo el Señor dio esa explicación, y aquí se confirma de nuevo: el conocimiento completo solo lo puede adquirir el devoto del Señor que se encuentra en la sucesión discipular que procede directamente del Señor. Por lo tanto, uno debe ser lo suficientemente inteligente como para conocer la fuente de todo conocimiento, quien es la causa de todas las causas y el único objeto de meditación en todos los tipos de prácticas de yoga. Cuando la causa de todas las causas se vuelve conocida, entonces todo lo conocible se vuelve conocido, y no queda nada desconocido. Los Vedas dicen (Muṇḍaka Upaniṣad 1.1.3): kasminn u bhagavo vijñāte sarvam idaṁ vijñātaṁ bhavatīti.

Texto

manuṣyāṇāṁ sahasreṣu
kaścid yatati siddhaye
yatatām api siddhānāṁ
kaścin māṁ vetti tattvataḥ

Palabra por palabra

manuṣyānām — de los hombres; sahasreṣu — de muchos miles; kaścit — alguien; yatati — se esfuerza; siddhaye — por la perfección; yatatām — de aquellos que se esfuerzan; api — en verdad; siddhānām — de aquellos que han logrado la perfección; kaścit — alguien; mām — a Mí; vetti — conoce; tattvataḥ — de hecho.

Traducción

De muchos miles de hombres, puede que uno se esfuerze por la perfección, y de aquellos que han logrado la perfección, difícilmente uno Me conoce en verdad.

Significado

Existen varias categorías de hombres, y de muchos miles de ellos, puede que uno esté lo suficientemente interesado en la comprensión trascendental como para tratar de saber qué es el ser, qué es el cuerpo y qué es la Verdad Absoluta. Por lo general, la humanidad simplemente está dedicada a las propensiones animales, es decir, a comer, dormir, defenderse y aparearse, y casi nadie está interesado en el conocimiento trascendental. Los primeros seis capítulos del Gītā son para aquellos que están interesados en el conocimiento trascendental, en entender el ser, el Superser y el proceso de comprensión por medio del jñāna-yoga, del dhyāna-yoga y del proceso de discriminar entre el ser y la materia. Sin embargo, a Kṛṣṇa únicamente lo pueden conocer las personas que están conscientes de Kṛṣṇa. Los demás trascendentalistas puede que lleguen a la comprensión del Brahman impersonal, pues ello es más fácil que entender a Kṛṣṇa. Kṛṣṇa es la Persona Suprema, pero al mismo tiempo está más allá del conocimiento del Brahman y Paramātmā. Los yogīs y jñānīs se confunden en sus intentos de entender a Kṛṣṇa. Si bien el más grande de los impersonalistas, Śrīpāda Śaṅkarācārya, ha admitido en su comentario al Gītā que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, sus seguidores no aceptan a Kṛṣṇa como tal, ya que es muy difícil conocer a Kṛṣṇa, aun a pesar de que se posea la comprensión trascendental del Brahman impersonal.

Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios, la causa de todas las causas, el primordial Señor Govinda. Īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ sac-cid-ānanda-vigrahaḥ/ anādir ādir govindaḥ sarva-kāraṇa-kāraṇam. A los no devotos les resulta muy difícil conocerlo. Aunque los no devotos declaran que el sendero del bhakti, o del servicio devocional, es muy sencillo, no lo pueden practicar. Si el sendero del bhakti es muy sencillo, como lo proclama la clase de hombres no devotos, entonces ¿por qué ellos emprenden el sendero difícil? En realidad, el sendero del bhakti no es sencillo. Puede que el supuesto sendero del bhakti —que practican ciertas personas desautorizadas y carentes de conocimiento acerca del bhakti— sea fácil, pero cuando el bhakti se practica de hecho conforme a las reglas y regulaciones, los filósofos y eruditos especuladores abandonan el sendero. Śrīla Rūpa Gosvāmī escribe en su Bhakti-rasāmṛta-sindhu (1.2.101):

śruti-smṛti-purāṇādi-
pañcarātra-vidhiṁ vinā
aikāntikī harer bhaktir
utpātāyaiva kalpate

«El servicio devocional del Señor que hace caso omiso de las Escrituras védicas autorizadas, tales como los Upaniṣads, los Purāṇas y Nārada-pañcarātra, es simplemente una perturbación innecesaria en la sociedad».

No es posible que el impersonalista que posee la comprensión del Brahman o que el yogī con la comprensión del Paramātmā entiendan a Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, como hijo de madre Yaśodā o como auriga de Arjuna. Hasta los grandes semidioses a veces se confunden en relación con Kṛṣṇa: (muhyanti yat sūrayaḥ). Māṁ tu veda na kaścana: «Nadie Me conoce tal como soy» —dice el Señor. Y si uno sí lo conoce, entonces sa mahātmā su-durlabhaḥ. «Un alma así de grande es muy difícil de encontrar». Por consiguiente, a menos que uno le preste servicio devocional al Señor, no puede conocer a Kṛṣṇa tal como Él es (tattvataḥ), aunque uno sea un gran erudito o filósofo. Solo los devotos puros pueden conocer algo de las inconcebibles cualidades trascendentales que hay en Kṛṣṇa, del hecho de ser la causa de todas las causas, de Su omnipotencia y opulencia, y de Su riqueza, fama, fuerza, belleza, conocimiento y renunciación, porque Kṛṣṇa es muy benévolo con Sus devotos. Él es la última palabra en lo que se refiere a la comprensión del Brahman, y solo los devotos pueden llegar a comprenderlo tal como Él es. Por eso se dice:

ataḥ śrī-kṛṣṇa-nāmādi
na bhaved grāhyam indriyaiḥ
sevonmukhe hi jihvādau
svayam eva sphuraty adaḥ

«Mediante los torpes sentidos materiales, nadie puede entender a Kṛṣṇa tal como Él es. Pero Él se les revela a los devotos, por estar complacido con ellos en virtud del trascendental servicio amoroso que le prestan a Él» (Bhakti-rasāmṛta-sindhu 1.2.234).

Texto

bhūmir āpo ’nalo vāyuḥ
khaṁ mano buddhir eva ca
ahaṅkāra itīyaṁ me
bhinnā prakṛtir aṣṭadhā

Palabra por palabra

bhūmiḥ — tierra; āpaḥ — agua; analaḥ — fuego; vāyuḥ — aire; kham — éter; manaḥ — mente; buddhiḥ — inteligencia; eva — ciertamente; ca — y; ahaṅkāraḥ — ego falso; iti — así pues; iyam — todos estos; me — Mi; bhinnā — separadas; prakṛtiḥ — energías; aṣṭadhā — óctuple.

Traducción

La tierra, el agua, el fuego, el aire, el éter, la mente, la inteligencia y el ego falso, estos ocho elementos en conjunto constituyen Mis energías materiales separadas.

Significado

La ciencia de Dios analiza la posición constitucional de Dios y Sus diversas energías. La naturaleza material se denomina prakṛti, o la energía del Señor en Sus diferentes encarnaciones (expansiones) puruṣa, tal como se describe en Sātvata-tantra:

viṣṇos tu trīṇi rūpāṇi
puruṣākhyāny atho viduḥ
ekaṁ tu mahataḥ sraṣṭṛ
dvitīyaṁ tv aṇḍa-saṁsthitam
tṛtīyaṁ sarva-bhūta-sthaṁ
tāni jñātvā vimucyate

«Para llevar a cabo la creación material, la expansión plenaria del Señor Kṛṣṇa adopta la forma de tres Viṣṇus. El primero de ellos, Mahā-Viṣṇu, crea la energía material total, conocida como el mahat-tattva. El segundo, Garbhodakaśāyī Viṣṇu, entra en todos los universos para crear diversidades en cada uno de ellos. El tercero, Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, se difunde en todos los universos, en forma de la Superalma omnipresente, y se conoce como Paramātmā. Él está presente incluso dentro de los átomos. Todo aquel que conozca estos tres Viṣṇus, se puede liberar del enredo material».

Este mundo material es una manifestación temporal de una de las energías del Señor. Todas las actividades del mundo material están dirigidas por estas tres expansiones Viṣṇu del Señor Kṛṣṇa. Estos puruṣas se denominan encarnaciones. Por lo general, aquel que no conoce la ciencia de Dios (Kṛṣṇa) supone que este mundo material es para el disfrute de las entidades vivientes, y que las entidades vivientes son los puruṣas —los causantes, los controladores y los disfrutadores de la energía material—. Según el Bhagavad-gītā, esta conclusión atea es falsa. En el verso en discusión, se afirma que Kṛṣṇa es la causa original de la manifestación material. El Śrīmad-Bhāgavatam también confirma eso mismo. Los ingredientes de la manifestación material son energías separadas del Señor. Incluso el brahma-jyotir, que es la meta última de los impersonalistas, es una energía espiritual manifestada en el cielo espiritual. En el brahma-jyotir no hay diversidades espirituales como en los Vaikuṇṭhalokas, y el impersonalista considera que ese brahma-jyotir es la meta última y eterna. La manifestación Paramātmā también es un aspecto temporal y omnipresente del Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu. La manifestación Paramātmā no es eterna en el mundo espiritual. En consecuencia, la auténtica Verdad Absoluta es la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa. Él es la persona energética completa, y posee diferentes energías separadas e internas.

En la energía material, las principales manifestaciones son ocho, tal como se mencionó antes. De estas, las primeras cinco manifestaciones, es decir, la tierra, el agua, el fuego, el aire y el cielo, se conocen como las cinco creaciones gigantescas o las creaciones burdas, dentro de las cuales se incluyen los cinco objetos de los sentidos. Estos objetos son las manifestaciones del olor, el sabor, la forma, el tacto y el sonido físicos. La ciencia material abarca estas diez cosas y nada más. Pero las otras tres, es decir, la mente, la inteligencia y el ego falso, son desdeñadas por los materialistas. Los filósofos que se ocupan de las actividades mentales tampoco tienen conocimiento perfecto, porque no conocen la fuente última, Kṛṣṇa. El ego falso —«yo soy» y «es mío», que constituye el principio básico de la existencia material— comprende diez órganos de los sentidos para las actividades materiales. La inteligencia se refiere a la creación material total, denominada el mahat-tattva. Por lo tanto, de las ocho energías separadas del Señor se manifiestan los veinticuatro elementos del mundo material, que constituyen el tema de la filosofía sāṅkhya atea; originalmente, ellas son productos de las energías de Kṛṣṇa y están separadas de Él, pero los filósofos sāṅkhya ateos que poseen muy escaso conocimiento, no saben que Kṛṣṇa es la causa de todas las causas. El tema que se discute en la filosofía sāṅkhya trata únicamente de la manifestación de la energía externa de Kṛṣṇa, tal como se describe en el Bhagavad-gītā.

Texto

apareyam itas tv anyāṁ
prakṛtiṁ viddhi me parām
jīva-bhūtāṁ mahā-bāho
yayedaṁ dhāryate jagat

Palabra por palabra

aparā — inferior; iyam — esta; itaḥ — además de esta; tu — pero; anyām — otra; prakṛtim — energía; viddhi — trata de entender; me — Mi; parām — superior; jīva-bhūtām — que consiste en las entidades vivientes; mahā-bāho — ¡oh, tú, el de los poderosos brazos!; yayā — por quienes; idam — este; dhāryate — es utilizado o explotado; jagat — el mundo material.

Traducción

Además de todo ello, ¡oh, Arjuna, el de los poderosos brazos!, hay una energía Mía que es superior, la cual consiste en las entidades vivientes que están explotando los recursos de esa naturaleza material inferior.

Significado

Aquí se menciona claramente que las entidades vivientes pertenecen a la naturaleza (o energía) superior del Señor Supremo. La energía inferior es la materia que se manifiesta en diferentes elementos, es decir, tierra, agua, fuego, aire, éter, mente, inteligencia y ego falso. Ambas formas de la naturaleza material, es decir, la burda (la tierra, etc.) y la sutil (la mente, etc.), son productos de la energía inferior. Las entidades vivientes, que están explotando esas energías inferiores con diferentes propósitos, constituyen la energía superior del Señor Supremo, y se debe a esta energía que el mundo material por entero funcione. La manifestación cósmica no tiene ningún poder de actuar, a menos que la mueva la energía superior, la entidad viviente. A las energías siempre las controla el energético, y, en consecuencia, las entidades vivientes siempre están controladas por el Señor; ellas no tienen una existencia independiente. Ellas nunca son igual de poderosas, como lo creen hombres faltos de inteligencia. La diferencia que hay entre las entidades vivientes y el Señor se describe en el Śrīmad-Bhāgavatam (10.87.30) de la siguiente manera:

aparimitā dhruvās tanu-bhṛto yadi sarva-gatās
tarhi na śāsyateti niyamo dhruva netarathā
ajani ca yan-mayaṁ tad avimucya niyantṛ bhavet
samam anujānatāṁ yad amataṁ mata-duṣṭatayā

«¡Oh, Tú, el Eterno Supremo!, si las entidades vivientes encarnadas fuesen eternas y omnipresentes como Tú, entonces no estarían bajo Tu control. Pero si consideramos que las entidades vivientes son diminutas energías de Su Señoría, entonces de inmediato quedan sujetas a Tu control supremo. Por lo tanto, la verdadera liberación entraña el que las entidades vivientes se entreguen a Tu control, y esa entrega las hará felices. Solo en esa posición constitucional pueden ellas ser controladoras. De modo que, los hombres con conocimiento limitado que defienden la teoría monista de que Dios y las entidades vivientes son iguales en todos los aspectos, de hecho están guiados por una opinión errada y contaminada».

El Supremo Señor Kṛṣṇa es el único controlador, y todas las entidades vivientes son controladas por Él. Esas entidades vivientes son la energía superior de Él, porque la calidad de su existencia es idéntica a la del Supremo, pero ellas nunca son iguales al Señor en lo que respecta a la cantidad de poder. Mientras la energía superior (la entidad viviente) explota la energía inferior burda y sutil (la materia), olvida su verdadera mente e inteligencia espirituales. Ese olvido se debe a la influencia de la materia en la entidad viviente. Pero cuando la entidad viviente se libera de la influencia de la ilusoria energía material, alcanza la etapa denominada mukti, o liberación. El ego falso, bajo la influencia de la ilusión material, piensa: «Yo soy materia, y las cosas materiales que adquiera son mías». Él llega a comprender por completo su verdadera posición, cuando se libera de todas las ideas materiales, entre ellas el concepto de volverse uno con Dios en todos los aspectos. Así pues, se puede concluir que el Gītā confirma que la entidad viviente es solo una de las múltiples energías de Kṛṣṇa; y cuando esta energía se libera de la contaminación material, se vuelve plenamente consciente de Kṛṣṇa, o liberada.

Texto

etad-yonīni bhūtāni
sarvāṇīty upadhāraya
ahaṁ kṛtsnasya jagataḥ
prabhavaḥ pralayas tathā

Palabra por palabra

etat — estas dos naturalezas; yonīni — cuya fuente de nacimiento; bhūtāni — todo lo creado; sarvāṇi — todo; iti — así pues; upadhāraya — has de saber; aham — Yo; kṛtsnasya — que lo abarca todo; jagataḥ — del mundo; prabhavaḥ — la fuente de la manifestación; pralayaḥ — aniquilación; tathā — así como también.

Traducción

Todos los seres creados tienen su origen en estas dos naturalezas. De todo lo que es material y de todo lo que es espiritual en este mundo, has de saber con toda certeza que Yo soy tanto el origen como la disolución.

Significado

Todo lo que existe es un producto de la materia y el espíritu. El espíritu es la base de la creación, y la materia es creada por el espíritu. El espíritu no se crea en una determinada etapa del desarrollo material. Más bien, este mundo material se manifiesta únicamente sobre la base de la energía espiritual. Este cuerpo material se desarrolla porque el espíritu está presente dentro de la materia; el niño va pasando de un modo gradual a la adolescencia y luego a la madurez, debido a que esa energía superior, el alma espiritual, está presente. De igual modo, toda la manifestación cósmica del gigantesco universo se desarrolla debido a la presencia de la Superalma, Viṣṇu. Por lo tanto, el espíritu y la materia, que se combinan para manifestar esta gigantesca forma universal, son en un principio dos energías del Señor, y, en consecuencia, el Señor es la causa original de todo. Una parte integral fragmentaria del Señor, es decir, la entidad viviente, puede ser la causa de un gran rascacielos, de una gran fábrica o incluso de una gran ciudad, pero no puede ser la causa de un gran universo. La causa del gran universo es la gran alma, o la Superalma. Y Kṛṣṇa, el Supremo, es la causa tanto de la gran alma como de la pequeña. De modo que, Él es la causa original de todas las causas. Ello se confirma en el Kaṭha Upaniṣad (2.2.13). Nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām.

Texto

mattaḥ parataraṁ nānyat
kiñcid asti dhanañ-jaya
mayi sarvam idaṁ protaṁ
sūtre maṇi-gaṇā iva

Palabra por palabra

mattaḥ — más allá de Mí; para-taram — superior; na — no; anyat kiñcit — cualquier otra cosa; asti — hay; dhanañjaya — ¡oh, conquistador de riquezas!; mayi — en Mí; sarvam — todo lo que existe; idam — lo cual vemos; protam — se ensarta; sūtre — en un hilo; maṇi-gaṇāḥ — perlas; iva — como.

Traducción

¡Oh, conquistador de riquezas!, no hay verdad superior a Mí. Todo descansa en Mí, tal como perlas ensartadas en un hilo.

Significado

Hay una controversia común acerca de si la Suprema Verdad Absoluta es personal o impersonal. En lo que respecta al Bhagavad-gītā, la Verdad Absoluta es la Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa, y ello se confirma a cada paso. En este verso, en particular, se recalca que la Verdad Absoluta es una persona. Que la Personalidad de Dios es la Suprema Verdad Absoluta, también lo afirma la Brahma-saṁhitā: īśvaraḥ paramaḥ kṛṣṇaḥ sac-cid-ānanda-vigrahaḥ; es decir, la Suprema Verdad Absoluta y Personalidad de Dios es el Señor Kṛṣṇa, quien es el Señor primordial, Govinda, el depósito de todo el placer, y la forma eterna de la bienaventuranza y el conocimiento en pleno. Estas autoridades no dejan lugar a dudas acerca de que la Verdad Absoluta es la Persona Suprema, la causa de todas las causas. Sin embargo, el impersonalista arguye sobre la base de la versión védica que se da en el Śvetāśvatara Upaniṣad (3.10): tato yad uttarataraṁ tad arūpam anāmayam/ ya etad vidur amṛtās te bhavanti athetare duḥkham evāpiyanti. «En el mundo material se considera que Brahmā, la primera entidad viviente del universo, es el Supremo entre los semidioses, los seres humanos y los animales inferiores. Pero más allá de Brahmā está la Trascendencia, la cual no tiene forma material y está libre de todas las contaminaciones materiales. Todo aquel que lo[1] pueda conocer a Él también se vuelve trascendental, pero aquellos que no lo conocen padecen las desdichas del mundo material».

El impersonalista hace más énfasis en la palabra arūpam. Pero ese arūpam no es impersonal; esa palabra indica la trascendental forma de la eternidad, la bienaventuranza y el conocimiento, tal como se describe en la Brahma-saṁhitā antes citado. Otros versos del Śvetāśvatara Upaniṣad (3.8–9) confirman eso de la siguiente manera:

vedāham etaṁ puruṣaṁ mahāntam
āditya-varṇaṁ tamasaḥ parastāt
tam eva viditvāti mṛtyum eti
nānyaḥ panthā vidyate ’yanāya
yasmāt paraṁ nāparam asti kiñcid
yasmān nāṇīyo no jyāyo ’sti kiñcit
vṛkṣa iva stabdho divi tiṣṭhaty ekas
tenedaṁ pūrṇaṁ puruṣeṇa sarvam

«Yo conozco a esa Suprema Personalidad de Dios que es trascendental a todas las concepciones materiales de la oscuridad. Solo aquel que lo conoce puede trascender las ataduras del nacimiento y la muerte. No existe ninguna otra manera de liberarse, aparte de este conocimiento acerca de esa Persona Suprema.

«No hay ninguna verdad superior a esa Persona Suprema, porque Él es lo máximo que éxiste. Él es más pequeño que lo más pequeño, y más grande que lo más grande. Él se encuentra como un silencioso árbol e ilumina el cielo trascendental, y así como un árbol extiende sus raíces, Él extiende Sus extensas energías».

Estos versos nos llevan a concluir que la Suprema Verdad Absoluta es la Suprema Personalidad de Dios, quien es omnipresente por medio de Sus múltiples energías, tanto materiales como espirituales.

Texto

raso ’ham apsu kaunteya
prabhāsmi śaśi-sūryayoḥ
praṇavaḥ sarva-vedeṣu
śabdaḥ khe pauruṣaṁ nṛṣu

Palabra por palabra

rasaḥ — sabor; aham — Yo; apsu — en el agua; kaunteya — ¡oh, hijo de Kuntī!; prabhā — la luz; asmi — Yo soy; śaśi-sūryayoḥ — del Sol y la Luna; praṇavaḥ — las tres letras a, u, m; sarva — en todos; vedeṣu — los Vedas; śabdaḥ — vibración sonora; khe — en el éter; pauruṣam — habilidad; nṛṣu — en los hombres.

Traducción

¡Oh, hijo de Kuntī!, Yo soy el sabor del agua, la luz del Sol y de la Luna, la sílaba oṁ de los mantras védicos; Yo soy el sonido del éter y la habilidad del hombre.

Significado

Este verso explica la manera en que el Señor es omnipresente mediante Sus diversas energías materiales y espirituales. Al Señor Supremo se lo puede percibir inicialmente por medio de Sus diferentes energías, y así se lo llega a conocer de un modo impersonal. Así como el semidiós del Sol es una persona y a él se lo percibe mediante su energía omnipresente, la luz del Sol, así mismo, aunque el Señor se halla en Su morada eterna, a Él se lo percibe mediante Sus energías difundidas y omnipresentes. El sabor del agua es el principio activo del agua. A nadie le gusta beber el agua de mar, porque el sabor puro del agua está mezclado con el de la sal. El atractivo que tiene el agua depende de la pureza de su sabor, y ese sabor puro es una de las energías del Señor. El impersonalista percibe la presencia del Señor en el agua por medio del sabor de esta, y el personalista también glorifica al Señor, por haber tenido la bondad de proveer de la sabrosa agua para calmar la sed del hombre. Esa es la manera de percibir al Supremo. A decir verdad, entre el personalismo y el impersonalismo prácticamente no hay ningún conflicto. Aquel que conoce a Dios sabe que la concepción impersonal y la concepción personal se hallan presentes en todo simultáneamente, y que en ello no hay ninguna contradicción. Por lo tanto, el Señor Caitanya estableció Su sublime doctrina de acintya-bheda y abheda-tattva, de identidad y diferencia simultáneas.

La luz del Sol y la Luna también emana originalmente del brahma-jyotir, que es la refulgencia impersonal del Señor. Y praṇava, o el trascendental sonido oṁkāra que se encuentra al comienzo de cada himno védico, se refiere al Señor Supremo. Como los impersonalistas tienen mucho miedo de dirigirse al Supremo Señor Kṛṣṇa por medio de Sus innumerables nombres, prefieren proferir el trascendental sonido oṁkāra. Pero ellos no se dan cuenta de que oṁkāra es la representación sonora de Kṛṣṇa. La jurisdicción del proceso de conciencia de Kṛṣṇa se extiende por todas partes, y aquel que conoce dicho proceso está bendecido. Aquellos que no conocen a Kṛṣṇa están sumidos en la ilusión, y, así pues, el conocimiento acerca de Kṛṣṇa es la liberación, y la ignorancia en relación con Él es el cautiverio.

Texto

puṇyo gandhaḥ pṛthivyāṁ ca
tejaś cāsmi vibhāvasau
jīvanaṁ sarva-bhūteṣu
tapaś cāsmi tapasviṣu

Palabra por palabra

puṇyaḥ — original; gandhaḥ — fragancia; pṛthivyām — en la tierra; ca — también; tejaḥ — calor; ca — también; asmi — Yo soy; vibhāvasau — en el fuego; jīvanam — vida; sarva — en todas; bhūteṣu — entidades vivientes; tapaḥ — penitencia; ca — también; asmi — Yo soy; tapasviṣu — en aquellos que practican penitencia.

Traducción

Yo soy la fragancia original de la tierra, y Yo soy el calor del fuego. Yo soy la vida de todo lo que vive, y Yo soy las penitencias de todos los ascetas.

Significado

Puṇya significa aquello que no está descompuesto; puṇya es lo original. En el mundo material todo tiene un cierto aroma o fragancia, como el aroma y la fragancia de una flor, o de la tierra, del agua, del fuego, del aire, etc. Kṛṣṇa es el aroma no contaminado, el aroma original, que se difunde por todo. De forma similar, todo tiene un sabor original específico, y ese sabor se puede cambiar por medio de la mezcla de sustancias químicas. Así que todo lo original tiene algún olor, alguna fragancia y algún sabor. Vibhāvasu significa fuego. Sin fuego no podemos operar las fábricas, no podemos cocinar, etc., y ese fuego es Kṛṣṇa. El calor del fuego es Kṛṣṇa. Según la medicina védica, la indigestión se debe a una baja temperatura en el estómago. De modo que, hasta para la digestión se necesita del fuego. En el cultivo de conciencia de Kṛṣṇa nos damos cuenta de que la tierra, el agua, el fuego, el aire, y todo principio activo, todas las sustancias químicas y todos los elementos materiales, se deben a Kṛṣṇa. La duración de la vida del hombre también se debe a Kṛṣṇa. En consecuencia, por la gracia de Kṛṣṇa, el hombre puede prolongar su vida o acortarla. Así pues, el proceso de conciencia de Kṛṣṇa está activo en todas las esferas.

Texto

bījaṁ māṁ sarva-bhūtānāṁ
viddhi pārtha sanātanam
buddhir buddhimatām asmi
tejas tejasvinām aham

Palabra por palabra

bījam — la semilla; mām — a Mí; sarva-bhūtānām — de todas las entidades vivientes; viddhi — trata de entender; pārtha — ¡oh, hijo de Pṛthā!; sanātanam — original, eterno; buddhiḥ — inteligencia; buddhi-matām — de los inteligentes; asmi — Yo soy; tejaḥ — poder; tejasvinām — de los poderosos; aham — Yo soy.

Traducción

¡Oh, hijo de Pṛthā!, has de saber que Yo soy la semilla original de todo lo que existe, la inteligencia de los inteligentes y el poder de todos los hombres poderosos.

Significado

Bījam significa semilla; Kṛṣṇa es la semilla de todo. Existen diversas entidades vivientes, móviles e inertes. Las aves, las bestias, los hombres y muchas otras criaturas vivientes son entidades vivientes móviles; los árboles y las plantas, sin embargo, son inertes —no se pueden mover, sino solo estar parados—. Cada entidad se halla dentro del ámbito de 8.400.000 especies de vida; algunas de ellas son móviles y otras son inertes. Sin embargo, en todos los casos, Kṛṣṇa es la semilla de su vida. Como se afirma en la literatura védica, el Brahman, o la Suprema Verdad Aboluta, es aquello de donde todo emana. Kṛṣṇa es Parabrahman, el Espíritu Supremo. El Brahman es impersonal y el Parabrahman es personal. El Brahman impersonal está situado en el aspecto personal —eso se afirma en el Bhagavad-gītā—. Por consiguiente, en un principio, Kṛṣṇa es la fuente de todo. Él es la raíz. Así como la raíz de un árbol mantiene a todo el árbol, Kṛṣṇa, que es la raíz original de todas las cosas, mantiene todo en esta manifestación material. Eso también se confirma en la literatura védica (Kaṭha Upaniṣad 2.2.13):

nityo nityānāṁ cetanaś cetanānām
eko bahūnāṁ yo vidadhāti kāmān

Él es el principal eterno entre todos los eternos. Él es la entidad viviente suprema entre todas las entidades vivientes, y solo Él mantiene todo lo que tiene vida. Uno no puede hacer nada sin inteligencia, y Kṛṣṇa también dice que Él es la raíz de toda inteligencia. A menos que una persona sea inteligente, no puede entender a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa.

Texto

balaṁ balavatāṁ cāhaṁ
kāma-rāga-vivarjitam
dharmāviruddho bhūteṣu
kāmo ’smi bharatarṣabha

Palabra por palabra

balam — fuerza; bala-vatām — de los fuertes; ca — y; aham — Yo soy; kāma — pasión; rāga — y apego; vivarjitam — desprovisto de; dharma-aviruddhaḥ — que no vaya en contra de los principios religiosos; bhūteṣu — en todos los seres; kāmaḥ — vida sexual; asmi — Yo soy; bharata-ṛṣabha — ¡oh, Señor de los Bhāratas!

Traducción

Yo soy la fuerza de los fuertes, desprovista de pasión y deseo. Yo soy la vida sexual que no va en contra de los principios religiosos, ¡oh, señor de los Bhāratas [Arjuna]!

Significado

La fuerza del hombre fuerte se debe aplicar para proteger al débil, no para la agresión personal. Así mismo, de acuerdo con los principios religiosos (dharma), la vida sexual debe ser para tener hijos, y no para alguna otra cosa. Los padres tienen, entonces, la responsabilidad de hacer que sus hijos se vuelvan conscientes de Kṛṣṇa.

Texto

ye caiva sāttvikā bhāvā
rājasās tāmasāś ca ye
matta eveti tān viddhi
na tv ahaṁ teṣu te mayi

Palabra por palabra

ye — todos los cuales; ca — y; eva — ciertamente; sāttvikāḥ — en la bondad; bhāvāḥ — estados de existencia; rājasāḥ — en la modalidad de la pasión; tāmasāḥ — en la modalidad de la ignorancia; ca — también; ye — todos los cuales; mattaḥ — de Mí; eva — ciertamente; iti — así pues; tān — esos; viddhi — trata de saber; na — no; tu — pero; aham — Yo; teṣu — en ellos; te — ellos; mayi — en Mí.

Traducción

Has de saber que todos los estados de existencia —ya sean de la bondad, de la pasión o de la ignorancia— los manifiesta Mí energía. En un sentido, Yo lo soy todo, pero soy independiente. Yo no me encuentro bajo la jurisdicción de las modalidades de la naturaleza material, ya que, por el contrario, ellas se encuentran dentro de Mí.

Significado

Todas las actividades del mundo material se conducen bajo la influencia de las tres modalidades de la naturaleza material. Aunque esas modalidades materiales de la naturaleza son emanaciones del Señor Supremo, Kṛṣṇa, Él no está sujeto a ellas. Por ejemplo, según las leyes del estado, a uno se lo puede castigar, pero el rey, el legislador, no está sujeto a esa ley. De igual manera, todas las modalidades de la naturaleza material —la bondad, la pasión y la ignorancia— son emanaciones del Supremo Señor Kṛṣṇa, pero Kṛṣṇa no está sujeto a la naturaleza material. Por consiguiente, Él es nirguṇa, lo cual significa que aunque esos guṇas, o modalidades, proceden de Él, no lo afectan. Esa es una de las características especiales de Bhagavān, o la Suprema Personalidad de Dios.

Texto

tribhir guṇa-mayair bhāvair
ebhiḥ sarvam idaṁ jagat
mohitaṁ nābhijānāti
mām ebhyaḥ param avyayam

Palabra por palabra

tribhiḥ — tres; guṇa-mayaiḥ — integrado por los guṇas; bhāvaiḥ — por los estados de existencia; ebhih — todos estos; sarvam — por entero; idam — este; jagat — universo; mohitam — engañado; na abhijānāti — no conoce; mām — a Mí; ebhyaḥ — por encima de estos; param — el Supremo; avyayam — inagotable.

Traducción

Engañado por las tres modalidades [bondad, pasión e ignorancia], el mundo entero no Me conoce a Mí, que estoy por encima de las modalidades y que soy inagotable.

Significado

El mundo entero está hechizado por las tres modalidades de la naturaleza material. Aquellos que están confundidos por esas tres modalidades, no pueden entender que, más allá de esta naturaleza material, se encuentra el Señor Supremo, Kṛṣṇa.

Toda entidad viviente que se encuentra bajo la influencia de la naturaleza material, tiene un determinado tipo de cuerpo y un determinado tipo de actividades psíquicas y biológicas correspondientes. Existen cuatro clases de hombres que actúan en el seno de las tres modalidades materiales de la naturaleza. Aquellos que están influidos puramente por la modalidad de la bondad, se denominan brāhmaṇas. Aquellos que están influidos puramente por la modalidad de la pasión, se denominan kṣatriyas. Aquellos que están influidos tanto por la modalidad de la pasión como por la modalidad de la ignorancia, se denominan vaiśyas. Aquellos que están influidos completamente por la ignorancia, se denominan śūdras. Y aquellos que son menos que eso son animales, o llevan una vida animal. Sin embargo, esas designaciones no son permanentes. Puede que yo sea un brāhmaṇa, un kṣatriya, un vaiśya o lo que sea, en cualquiera de los casos esta vida es temporal. Pero aunque la vida es temporal y no sabemos lo que vamos a ser en la siguiente vida, debido al hechizo de esta energía ilusoria nos analizamos en función de esta concepción corporal de la vida, y por eso pensamos que somos americanos, indostanos, rusos, o brāhmaṇas, hindúes, musulmanes, etc. Y si nos enredamos en las modalidades de la naturaleza material, olvidamos entonces a la Suprema Personalidad de Dios, quien se halla tras todas esas modalidades. El Señor Kṛṣṇa dice, pues, que las entidades vivientes que están engañadas por esas tres modalidades de la naturaleza, no entienden que tras el contorno material se halla la Suprema Personalidad de Dios.

Hay muchas clases de entidades vivientes —seres humanos, semidioses, animales, etc.—, y todas y cada una de ellas se encuentran bajo la influencia de la naturaleza material, y todas ellas han olvidado a la trascendente Personalidad de Dios. Aquellos que se hallan bajo la influencia de las modalidades de la pasión y la ignorancia, e incluso aquellos que se hallan bajo la influencia de la modalidad de la bondad, no pueden ir más allá de la concepción Brahman impersonal de la Verdad Absoluta. Ellos se confunden ante el Señor Supremo en Su aspecto personal, el cual posee plena belleza, opulencia, conocimiento, fuerza, fama y renunciación. Si incluso aquellos que están influidos por la bondad no pueden entender, ¿qué esperanzas les quedan a los que están influidos por la pasión y la ignorancia? El proceso de conciencia de Kṛṣṇa es trascendental a todas esas tres modalidades de la naturaleza material, y aquellos que verdaderamente se encuentran establecidos en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, están de hecho liberados.

Texto

daivī hy eṣā guṇa-mayī
mama māyā duratyayā
mām eva ye prapadyante
māyām etāṁ taranti te

Palabra por palabra

daivī — trascendental; hi — ciertamente; eṣā — esta; guṇa-mayī — integrada por las tres modalidades de la naturaleza material; mama — Mi; māyā — energía; duratyayā — muy difícil de superar; mām — a Mí; eva — ciertamente; ye — aquellos que; prapadyante — se entregan; māyām etām — esta energía ilusoria; taranti — superar; te — ellos.

Traducción

Esta energía divina Mía, integrada por las tres modalidades de la naturaleza material, es difícil de superar. Pero aquellos que se han entregado a Mí, pueden atravesarla fácilmente.

Significado

La Suprema Personalidad de Dios tiene infinidad de energías, y todas ellas son divinas. Aunque las entidades vivientes son parte de Sus energías y, por ende, son divinas, debido al contacto con la energía material, su poder superior original se cubre. Al uno estar cubierto de ese modo por la energía material, no le es posible superar la influencia de ella. Como se dijo anteriormente, puesto que tanto la naturaleza material como la espiritual son emanaciones de la Suprema Personalidad de Dios, son eternas. Las entidades vivientes pertenecen a la naturaleza superior y eterna del Señor, pero debido a que se han contaminado con la naturaleza inferior, la materia, su ilusión también es eterna. Al alma condicionada se la llama, por lo tanto, nitya-baddha, o eternamente condicionada. Nadie puede averiguar la historia de cómo se volvió condicionada en una cierta fecha de la historia material. En consecuencia, su liberación de las garras de la naturaleza material es muy difícil, aun a pesar de que la naturaleza material es una energía inferior, ya que, en fin de cuentas, a la energía material la conduce la voluntad suprema, la cual la entidad viviente no puede superar. A la naturaleza material inferior se la define aquí como naturaleza divina, debido a su nexo divino y a que la mueve la voluntad divina. Aunque la naturaleza material es inferior, como la conduce la voluntad divina actúa de un modo muy maravilloso en la construcción y destrucción de la manifestación cósmica. Los Vedas confirman eso de la siguiente manera: māyāṁ tu prakṛtiṁ vidyān māyināṁ tu maheśvaram. «Aunque māyā [la ilusión] es falsa o temporal, el trasfondo de māyā es el mago supremo, la Personalidad de Dios, quien es Maheśvara, el controlador supremo» (Śvetāśvatara Upaniṣad 4.10).

Otro significado de guṇa es soga; se debe entender que el alma condicionada está fuertemente atada por las sogas de la ilusión. Un hombre que está atado de pies y manos no puede liberarse por sí solo; él debe recibir la ayuda de una persona que no esté atada. Como los atados no pueden ayudar a los atados, la persona que venga al rescate debe estar liberada. Por consiguiente, solo el Señor Kṛṣṇa o Su representante genuino, el maestro espiritual, pueden soltar al alma condicionada. Sin esa ayuda superior, uno no se puede librar del cautiverio de la naturaleza material. El servicio devocional, o el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, puede ayudarlo a uno a lograr esa liberación. Como Kṛṣṇa es el Señor de la energía ilusoria, Él puede ordenarle a esa energía infranqueable que suelte al alma condicionada. Él ordena esa liberación por Su misericordia sin causa para con el alma entregada y por el afecto paternal que siente por la entidad viviente, quien es originalmente un hijo querido del Señor. De manera que, entregarse a los pies de loto del Señor es la única forma de liberarse de las garras de la estricta naturaleza material.

Las palabras mām eva también son significativas. Mām significa «a Kṛṣṇa (Viṣṇu)» únicamente, y no a Brahmā o Śiva. Aunque Brahmā y Śiva son sumamente elevados y se encuentran prácticamente en el nivel de Viṣṇu, esas encarnaciones de rajo-guṇa (la pasión) y tamo-guṇa (la ignorancia) no pueden liberar al alma condicionada de las garras de māyā. En otras palabras, tanto Brahmā como Śiva se encuentran también bajo la influencia de māyā. Solo Viṣṇu es el amo de māyā; por lo tanto, solo Él puede poner en libertad al alma condicionada. Los Vedas (Śvetāśvatara Upaniṣad 3.8) confirman eso en la frase tam eva viditvā, es decir, «La libertad se logra únicamente al entender a Kṛṣṇa». Incluso el Señor Śiva afirma que la liberación se puede lograr únicamente por la misericordia de Viṣṇu. El Señor Śiva dice: mukti-pradātā sarveṣāṁ viṣṇur eva na saṁśayaḥ, «No hay ninguna duda de que Viṣṇu es el que le otorga la liberación a todo el mundo».

Texto

na māṁ duṣkṛtino mūḍhāḥ
prapadyante narādhamāḥ
māyayāpahṛta-jñānā
āsuraṁ bhāvam āśritāḥ

Palabra por palabra

na — no; mām — a Mí; duṣkṛtinaḥ — herejes; mūḍhāḥ — necios; prapadyante — se entregan; nara-adhamāḥ — lo más bajo de la humanidad; māyayā — por la energía ilusoria; apahṛta — robado; jñānāḥ — cuyo conocimiento; āsuram — demoníaco; bhāvam — naturaleza; āśritāḥ — aceptando.

Traducción

Esos herejes que son sumamente necios, que son lo más bajo de la humanidad, a quienes la ilusión les ha robado el conocimiento y que participan de la naturaleza atea de los demonios, no se entregan a Mí.

Significado

En el Bhagavad-gītā se dice que, por el simple hecho de uno entregarse a los pies de loto de Kṛṣṇa, la Personalidad Suprema, se pueden superar las estrictas leyes de la naturaleza material. En este momento surge una pregunta: ¿Cómo es posible que los educados filósofos, científicos, hombres de negocios, administradores y todos los líderes de los hombres ordinarios, no se entreguen a los pies de loto de Sri Kṛṣṇa, la todopoderosa Personalidad de Dios? Mukti, o el liberarse de las leyes de la naturaleza material, es algo que los líderes de la humanidad buscan de diferentes maneras y con grandes planes y perseverancia, durante una gran cantidad de años y nacimientos. Pero si esa liberación se puede lograr por el simple hecho de entregarse a los pies de loto de la Suprema Personalidad de Dios, entonces ¿por qué esos líderes inteligentes y muy trabajadores no adoptan ese sencillo método?

El Gītā responde esa pregunta muy francamente. Aquellos líderes de la sociedad que verdaderamente son eruditos, tales como Brahmā, Śiva, Kapila, los Kumāras, Manu, Vyāsa, Devala, Asita, Janaka, Prahlāda, Bali y, posteriormente, Madhvācārya, Rāmānujācārya, Śrī Caitanya y muchos otros —que son fieles filósofos, políticos, educadores, científicos, etc.—, se entregan a los pies de loto de la Persona Suprema, la autoridad todopoderosa. Aquellos que de hecho no son filósofos, científicos, educadores, administradores, etc., sino que se hacen pasar por tales en aras de un beneficio material, no aceptan el plan o el sendero del Señor Supremo. Ellos no tienen ni idea de Dios; ellos simplemente elaboran sus propios planes mundanos, y, en consecuencia, complican los problemas de la existencia material con sus vanos intentos de resolverlos. Como la energía material (la naturaleza) es muy poderosa, puede resistirse a los planes desautorizados de los ateos y confundir el conocimiento de las «comisiones de planeamiento».

Los ateos planificadores se describen aquí con la palabra duṣkṛtinaḥ o «herejes». Kṛtī significa «aquel que ha realizado una labor meritoria». El planificador ateo también es a veces muy inteligente y meritorio, ya que cualquier plan gigantesco, bueno o malo, requiere de inteligencia para su ejecución. Pero como la inteligencia del ateo se utiliza indebidamente para contrariar el plan del Señor Supremo, el planificador ateo es llamado duṣkṛtī, lo cual indica que su inteligencia y sus esfuerzos están mal dirigidos.

En el Gītā se menciona claramente que la energía material actúa por completo bajo la dirección del Señor Supremo. Ella no tiene una autoridad independiente. Ella actúa como la sombra, la cual se mueve siguiendo los movimientos del objeto que la produce. Pero, aun así, la energía material es muy poderosa, y el ateo, debido a su temperamento impío, no puede saber cómo funciona dicha energía; y él tampoco puede conocer el plan del Señor Supremo. Bajo la influencia de la ilusión y de las modalidades de la pasión y la ignorancia, todos sus planes se ven frustrados, tal como en el caso de Hiraṇyakaśipu y Rāvaṇa, cuyos planes fueron reducidos a polvo, aunque desde el punto de vista material ambos eran entendidos como científicos, filósofos, administradores y educadores. Estos duṣkṛtinas, o herejes, son de cuatro tipos diferentes, como se describe a continuación.

(1) Los mūḍhas son aquellos que son sumamente necios, como las muy trabajadoras bestias de carga. Ellos quieren disfrutar por sí solos de los frutos de su labor, y, en consecuencia, no quieren gastarlos en el Supremo. El típico ejemplo de la bestia de carga es el asno. El amo de esta humilde bestia la hace trabajar mucho. El asno no sabe en realidad para quién trabaja tanto día y noche. A él lo satisface el hecho de llenarse el estómago con un poco de heno, dormir un rato con el temor de ser golpeado por su amo, y complacer su apetito sexual a riesgo de ser pateado repetidamente por el sexo opuesto. A veces, el asno recita poesía y habla de filosofía, pero sus rebuznos solo molestan a los demás. Esa es la posición del necio trabajador fruitivo, que no sabe para quién debe trabajar. Él no sabe que el karma (la acción) es para el yajña (el sacrificio).

Aquellos que trabajan mucho día y noche para disipar la carga de deberes que ellos mismos se han creado, muy a menudo dicen que no tienen tiempo para oír hablar de la inmortalidad del ser viviente. Para semejantes mūḍhas, las ganancias materiales, que son destructibles, lo son todo en la vida, pese al hecho de que ellos mismos disfrutan únicamente de una muy pequeña fracción del fruto del trabajo. A veces, en aras de la ganancia fruitiva, esos mūḍhas pasan días y noches sin dormir, y aunque puede que tengan úlceras o indigestión, se satisfacen con muy poca comida; ellos simplemente están absortos en trabajar duro día y noche por el beneficio de amos ilusorios. Ignorantes de su verdadero amo, los necios trabajadores pierden su valioso tiempo sirviendo a la codicia. Desgraciadamente, ellos nunca se entregan al supremo amo de todos los amos, ni tampoco se toman el tiempo de oír a las fuentes idóneas hablar de Él. Al puerco que come excremento no le interesa comer dulces hechos de azúcar y ghī. De igual modo, el trabajador necio continuará oyendo incansablemente las noticias que complacen los sentidos y que tratan del vacilante mundo terrenal, pero tendrá muy poco tiempo para oír hablar de la eterna fuerza viviente que mueve al mundo material.

(2) Otra clase de duṣkṛtī, o hereje, recibe el nombre de narādhama, o lo más bajo de la humanidad. Nara significa «ser humano» y adhama significa «el más bajo de todos». De las 8.400.000 diferentes especies de seres vivos, hay 400.000 especies humanas. Entre estas, hay numerosas formas inferiores de vida humana que son en su mayor parte incivilizadas. Los seres humanos civilizados son aquellos que tienen principios regulados de vida social, política y religiosa. Aquellos que están desarrollados social y políticamente pero que no tienen principios religiosos, se debe considerar que son narādhamas. Y religión sin Dios tampoco es religión, porque el propósito de seguir principios religiosos es el de conocer a la Verdad Suprema y la relación que el hombre tiene con Él[2]. En el Gītā, la Personalidad de Dios afirma claramente que no hay ninguna autoridad por encima de Él, y que Él es la Verdad Suprema. La forma civilizada de la vida humana es para que el hombre reviva la perdida conciencia de la relación eterna que tiene con la Verdad Suprema, la Personalidad de Dios Śrī Kṛṣṇa, quien es todopoderoso. Todo aquel que pierde esta oportunidad es clasificado como narādhama. Las Escrituras reveladas nos informan que, cuando la criatura se halla en el vientre de la madre (una situación extremadamente incómoda), le ora a Dios pidiéndole ser liberada, y promete adorarlo solo a Él en cuanto salga. Orarle a Dios cuando se está en dificultades es un instinto natural de todo ser viviente, porque eternamente está relacionado con Dios. Pero después de ser liberado, el niño olvida las dificultades del nacimiento y olvida también al que lo liberó, ya que se encuentra influido por māyā, la energía ilusoria.

Los tutores de los niños tienen el deber de revivir la conciencia divina que estos llevan latente. Los diez tipos de ceremonias reformatorias, tal como se estipulan en el Manu-smṛti, que es la guía de los principios religiosos, son para revivir el estado de conciencia de Dios en el ámbito del sistema varṇāśrama. Sin embargo, hoy en día no se sigue estrictamente ningún proceso en ninguna parte del mundo, y, por lo tanto, el 99,9 por ciento de la población es narādhama.

Cuando toda la población se vuelve narādhama, naturalmente toda su supuesta educación queda nula y sin efecto por obra de la todopoderosa energía de la naturaleza física. De acuerdo con la pauta del Gītā, un hombre erudito es aquel que ve con igualdad de ánimo al erudito brāhmaṇa, al perro, a la vaca, al elefante y al comeperros. Esa es la visión de un verdadero devoto. Śrī Nityānanda Prabhu, quien es la encarnación de Dios como maestro divino, liberó a los narādhamas típicos, los hermanos Jagāi y Mādhāi, y enseñó cómo el verdadero devoto le confiere su misericordia a los más bajos de los hombres. De modo que, el narādhama, a quien la Personalidad de Dios condena, puede revivir de nuevo su conciencia espiritual, únicamente por la misericordia de un devoto.

Śrī Caitanya Mahāprabhu, al propagar el bhāgavata-dharma, o las actividades de los devotos, ha recomendado que la gente oiga de manera sumisa el mensaje de la Personalidad de Dios. La esencia de ese mensaje es el Bhagavad-gītā. Los más bajos de los seres humanos pueden ser liberados solo por medio de ese sumiso proceso de oír, pero, desgraciadamente, ellos rehúsan incluso prestar oídos a esos mensajes, y ni qué hablar de entregarse a la voluntad del Señor Supremo. Los narādhamas, o los más bajos de los hombres, desdeñarán por completo el deber fundamental del ser humano.

(3) La siguiente clase de duṣkṛtī se denomina māyayāpahṛta-jñānaḥ, o aquellas personas cuya erudición ha sido anulada por la influencia de la ilusoria energía material. Ellos son en su mayoría sujetos muy instruidos —grandes filósofos, poetas, literatos, científicos, etc.—, pero la energía ilusoria los desencamina, a raíz de lo cual desobedecen al Señor Supremo.

En la actualidad hay un gran número de māyayāpahṛta-jñānāḥ, incluso entre los estudiosos del Bhagavad-gītā. En el Gītā, en un lenguaje sencillo y claro, se afirma que Śrī Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. No hay nadie que sea igual o superior a Él. A Él se lo menciona como padre de Brahmā, el padre original de todos los seres humanos. En verdad, se dice que Śrī Kṛṣṇa no solo es el padre de Brahmā, sino también el padre de todas las especies de vida. Él es la raíz del Brahman impersonal y de Paramātmā; la Superalma que se halla en cada entidad viviente es Su porción plenaria. Él es la fuente de todo, y a todo el mundo se le aconseja entregarse a Sus pies de loto. Pese a todas estas claras afirmaciones, los māyayāpahṛta-jñānāḥ se burlan de la personalidad del Señor Supremo y consideran que Él es meramente otro ser humano. Ellos no saben que la bienaventurada forma de la vida humana se diseña a imagen y semejanza del eterno y trascendental aspecto del Señor Supremo.

Todas las desautorizadas interpretaciones que del Gītā hace la clase de māyayāpahṛta-jñānāḥ fuera de la jurisdicción del sistema paramparā, no son más que obstáculos en el sendero de la comprensión espiritual. Los engañados intérpretes no se rinden a los pies de loto de Śrī Kṛṣṇa, ni tampoco les enseñan a los demás a seguir ese principio.

(4) La última clase de duṣkṛtī se denomina āsuraṁ bhāvam āśritāḥ, o aquellos que tienen principios demoníacos. Esa clase es abiertamente atea. Algunos de ellos arguyen que el Señor Supremo jamás puede descender a este mundo material, pero son incapaces de dar alguna razón tangible de por qué no puede hacerlo. Hay otros que lo subordinan al aspecto impersonal, aunque en el Gītā se declara justamente lo opuesto. Por la envidia que le tiene a la Suprema Personalidad de Dios, el ateo presentará numerosas encarnaciones ilícitas creadas en la fábrica de su cerebro. Esas personas, cuyo principio fundamental en la vida es el de criticar a la Personalidad de Dios, no pueden entregarse a los pies de loto de Śrī Kṛṣṇa.

Śrī Yāmunācārya Albandaru, del sur de la India, dijo: «¡Oh, Señor mío!, las personas que están envueltas en los principios ateos no te pueden conocer, pese a Tus cualidades, aspectos y actividades poco comunes, pese a que Tu personalidad la confirman todas las Escrituras reveladas que se hallan en el plano de la cualidad de la bondad, y pese a que a Ti te reconocen las famosas autoridades que son célebres por la profundidad de su conocimiento acerca de la ciencia trascendental, y que están situadas en el plano de las cualidades divinas».

Por consiguiente, (1) las personas sumamente necias, (2) los más bajos de los hombres, (3) los engañados especuladores y (4) los ateos profesos, tal como se mencionó antes, nunca se entregan a los pies de loto de la Personalidad de Dios, a pesar de todas las recomendaciones de las Escrituras y de las autoridades.

Texto

catur-vidhā bhajante māṁ
janāḥ su-kṛtino ’rjuna
ārto jijñāsur arthārthī
jñānī ca bharatarṣabha

Palabra por palabra

catuḥ-vidhāḥ — cuatro clases de; bhajante — prestan servicios; mām — a Mí; janāḥ — personas; su-kṛtinaḥ — aquellos que son piadosos; arjuna — ¡oh, Arjuna!; ārtaḥ — el afligido; jijñāsuḥ — el indagador; artha-arthī — aquel que desea ganancias materiales; jñānī — aquel que conoce las cosas tal como son; ca — también; bharata-ṛṣabha — ¡oh, tú, el grande entre los descendientes de Bharata!

Traducción

¡Oh, tú, el mejor de los Bhāratas [Arjuna]!, cuatro clases de hombres piadosos comienzan a prestarme servicio devocional: el afligido, el que desea riquezas, el indagador y aquel que busca conocimiento acerca del Absoluto.

Significado

A diferencia de los herejes, estos son adeptos de los principios regulativos de las Escrituras, y reciben el nombre de sukṛtina, que significa «aquellos que obedecen los reglamentos de las Escrituras y las leyes morales y sociales, y que están más o menos consagrados al Señor Supremo».Entre estos hay cuatro clases de hombres: los que a veces están afligidos, los que están necesitados de dinero, los que a veces indagan y los que a veces buscan conocimiento acerca de la Verdad Absoluta. Esas personas acuden al Señor Supremo bajo diferentes condiciones, para realizar servicio devocional. Ellos no son devotos puros, porque tienen alguna aspiración que satisfacer a cambio del servicio devocional. El servicio devocional debe ser sin aspiraciones y sin deseos de obtener un beneficio material. El Bhakti-rasāmṛta-sindhu (1.1.11) define la devoción pura de la siguiente manera:

anyābhilāṣitā-śūnyaṁ
jñāna-karmādy-anāvṛtam
ānukūlyena kṛṣṇānu-
śīlanaṁ bhaktir uttamā

«Uno debe prestarle al Supremo Señor Kṛṣṇa un amoroso servicio trascendental, de un modo favorable y sin el deseo de obtener una ganancia o un beneficio material a través de las actividades fruitivas o la especulación filosófica. Eso se denomina servicio devocional puro».

Cuando estas cuatro clases de personas acuden al Señor Supremo para realizar servicio devocional, y, mediante la compañía de un devoto puro, se purifican por completo, también se vuelven devotos puros. En lo que respecta a los herejes, para ellos el servicio devocional es algo muy difícil, porque sus vidas son egoístas, irregulares y carecen de metas espirituales. Pero incluso cuando por casualidad algunos de ellos se ponen en contacto con un devoto puro, también se vuelven devotos puros.

Aquellos que siempre están ocupados en actividades fruitivas acuden al Señor por la aflicción material, y en ese momento se relacionan con devotos puros y, en medio de su aflicción, se vuelven devotos del Señor. Aquellos que simplemente están frustrados, a veces también llegan a relacionarse con los devotos puros, y se despierta en ellos el interés de saber de Dios. Así mismo, cuando los áridos filósofos se frustran en cada uno de los campos del conocimiento, a veces quieren aprender acerca de Dios y acuden al Señor Supremo a prestarle servicio devocional, y, de ese modo, trascienden el conocimiento del Brahman impersonal y del Paramātmā localizado, y llegan a la concepción personal de Dios, por la gracia del Señor Supremo o de Su devoto puro. En general, cuando los afligidos, los indagadores, los buscadores de conocimiento y aquellos que están necesitados de dinero se libran de todos los deseos materiales, y cuando todos ellos entienden por completo que la remuneración material no tiene nada que ver con el mejoramiento espiritual, se convierten en devotos puros. Mientras no se llega a una etapa así de pura, los devotos que le prestan al Señor un servicio trascendental están manchados con las actividades fruitivas, la búsqueda de conocimiento mundano, etc. Así que uno tiene que trascender todo eso antes de poder llegar a la etapa del servicio devocional puro.

Texto

teṣāṁ jñānī nitya-yukta
eka-bhaktir viśiṣyate
priyo hi jñānino ’tyartham
ahaṁ sa ca mama priyaḥ

Palabra por palabra

teṣām — de estos; jñānī — aquel que tiene pleno conocimiento; nitya-yuktaḥ — siempre dedicado; eka — solo; bhaktiḥ — en el servicio devocional; viśiṣyate — es especial; priyaḥ — muy querido; hi — ciertamente; jñāninaḥ — a la persona con conocimiento; atyartham — sumamente; aham — Yo soy; saḥ — él; ca — también; mama — a Mí; priyaḥ — querido.

Traducción

De estos, el mejor es aquel que tiene pleno conocimiento y que siempre está dedicado al servicio devocional puro, pues Yo le soy muy querido a él y él Me es muy querido a Mí.

Significado

Al librarse de todas las contaminaciones de los deseos materiales, el afligido, el indagador, el necesitado y el buscador de conocimiento supremo pueden convertirse todos en devotos puros. Pero de ellos, aquel que tiene conocimiento acerca de la Verdad Absoluta y que está libre de todos los deseos materiales, se convierte en un verdadero devoto puro del Señor. Y de las cuatro órdenes, el devoto que tiene pleno conocimiento y que al mismo tiempo está dedicado al servicio devocional, es —dice el Señor— el mejor. Mediante la búsqueda de conocimiento, uno llega a percatarse de que su yo es diferente de su cuerpo material, y cuando se adelanta aún más, se llega al conocimiento del Brahman impersonal y del Paramātmā. Cuando uno se purifica por completo, llega a comprender que su posición constitucional es la de ser el sirviente eterno de Dios. De modo que, mediante la relación con los devotos puros, el indagador, el afligido, el que busca mejoramiento material y el hombre con conocimiento, todos se vuelven puros. Pero en la etapa preparatoria, el hombre que tiene pleno conocimiento acerca del Señor Supremo y que al mismo tiempo está ejecutando servicio devocional, le es muy querido al Señor. Aquel que está situado en el plano del conocimiento puro acerca de la trascendencia de la Suprema Personalidad de Dios, está tan protegido en el servicio devocional, que las contaminaciones materiales no pueden tocarlo.

Texto

udārāḥ sarva evaite
jñānī tv ātmaiva me matam
āsthitaḥ sa hi yuktātmā
mām evānuttamāṁ gatim

Palabra por palabra

udārāḥ — magnánimos; sarve — todos; eva — ciertamente; ete — estos; jñānī — aquel que tiene conocimiento; tu — pero; ātmā eva — tal como Yo; me — Mi; matam — opinión; āsthitaḥ — situado; saḥ — él; hi — ciertamente; yukta-ātmā — dedicado al servicio devocional; mām — en Mí; eva — ciertamente; anuttamām — el supremo; gatim — destino.

Traducción

Todos estos devotos son indudablemente almas magnánimas, pero aquel que está situado en el plano del conocimiento acerca de Mí, Yo considero que es tal como Mi propio ser. Como él está dedicado a Mi trascendental servicio, es seguro que llegará a Mí, lo cual es la meta más elevada y perfecta de todas.

Significado

No ha de creerse que los devotos que tienen un conocimiento menos completo no le son queridos al Señor. El Señor dice que todos son magnánimos, porque a cualquiera que acuda al Señor con cualquier propósito, se lo llama mahātmā, o gran alma. El Señor acepta a los devotos que quieren algún beneficio del servicio devocional, porque hay un intercambio de afecto. Por afecto, ellos le piden al Señor algún beneficio material, y cuando lo obtienen se satisfacen tanto, que también progresan en el servicio devocional. Pero el devoto que tiene pleno conocimiento se considera que es muy querido por el Señor, porque su único propósito es el de servir al Señor Supremo con amor y devoción. Esa clase de devoto no puede vivir ni un segundo sin estar en contacto con el Señor Supremo o sin prestarle servicio. De igual manera, el Señor Supremo quiere mucho a Su devoto y no puede estar separado de él.

En el Śrīmad-Bhāgavatam (9.4.68), el Señor dice:

sādhavo hṛdayaṁ mahyaṁ
sādhūnāṁ hṛdayaṁ tv aham
mad-anyat te na jānanti
nāhaṁ tebhyo manāg api

«Los devotos siempre están en Mi corazón, y Yo siempre estoy en el corazón de los devotos. El devoto no conoce nada aparte de Mí, y en lo que a Mí respecta, Yo no puedo olvidar al devoto. Existe una relación muy íntima entre los devotos puros y Yo. Los devotos puros que tienen pleno conocimiento nunca dejan de estar en contacto con lo espiritual, y, en consecuencia, son muy queridos por Mí».

Texto

bahūnāṁ janmanām ante
jñānavān māṁ prapadyate
vāsudevaḥ sarvam iti
sa mahātmā su-durlabhaḥ

Palabra por palabra

bahūnām — muchos; janmanām — reiterados nacimientos y muertes; ante — después de; jñāna-vān — aquel que tiene pleno conocimiento; mām — a Mí; prapadyate — se entrega; vāsudevaḥ — la Personalidad de Dios, Kṛṣṇa; sarvam — todo; iti — así pues; saḥ — ese; mahā-ātmā — gran alma; su-durlabhaḥ — muy difícil de ver.

Traducción

Después de muchos nacimientos y muertes, aquel que verdaderamente tiene conocimiento se entrega a Mí, sabiendo que Yo soy la causa de todas las causas y de todo lo que existe. Un alma así de grande es muy difícil de encontrar.

Significado

Mientras la entidad viviente ejecuta servicio devocional o rituales trascendentales después de muchísimos nacimientos, puede que de hecho se sitúe en el plano del conocimiento trascendental puro y llegue a saber que la Suprema Personalidad de Dios es la meta última de la comprensión espiritual. Al comienzo del proceso de la comprensión espiritual, mientras uno está tratando de abandonar su apego al materialismo, hay una cierta inclinación hacia el impersonalismo; pero cuando uno adelanta más, puede entender que en la vida espiritual hay actividades, y que estas constituyen el servicio devocional. Al uno darse cuenta de esto, se apega a la Suprema Personalidad de Dios y se entrega a Él. En ese momento se puede entender que la misericordia del Señor Śrī Kṛṣṇa lo es todo, que Él es la causa de todas las causas y que esta manifestación material no es independiente de Él. Uno llega a comprender que el mundo material es un reflejo desvirtuado de la variedad espiritual, y que en todo existe una relación con el Supremo Señor Kṛṣṇa. Debido a ello, uno piensa en todo en relación con Vāsudeva, o Śrī Kṛṣṇa. Esa clase de visión universal de Vāsudeva precipita la total entrega de uno al Supremo Señor Śrī Kṛṣṇa como la meta máxima. Almas así de magnas y entregadas son muy difíciles de encontrar.

Este verso se explica muy bien en el tercer capítulo (versos 14 y 15) del Śvetāśvatara Upaniṣad:

sahasra-śīrṣā puruṣaḥ
sahasrākṣaḥ sahasra-pāt
sa bhūmiṁ viśvato vṛtvā-
tyātiṣṭhad daśāṅgulam
puruṣa evedaṁ sarvaṁ
yad bhūtaṁ yac ca bhavyam
utāmṛtatvasyeśāno
yad annenātirohati

En el Chāndogya Upaniṣad (5.1.15) se dice: na vai vāco na cakṣūṁṣi na śrotrāṇi na manāṁsīty ācakṣate prāṇa iti evācakṣate prāṇo hy evaitāni sarvāṇi bhavanti, «En el cuerpo de un ser viviente, ni la facultad de hablar, ni la de ver, ni la de oír, ni la de pensar, es el factor primordial; la vida es lo que constituye el centro de todas las actividades». De igual modo, el Señor Vāsudeva, o la Personalidad de Dios, el Señor Śrī Kṛṣṇa, es la entidad fundamental de todo. En este cuerpo existen las facultades de hablar, de ver, de oír, de realizar actividades mentales, etc. Pero ellas no son importantes si no están relacionadas con el Señor Supremo. Y como Vāsudeva es omnipresente y todo es Vāsudeva, el devoto se entrega con pleno conocimiento (véase el Bhagavad-gītā 7.17 y 11.40).

Texto

kāmais tais tair hṛta-jñānāḥ
prapadyante ’nya-devatāḥ
taṁ taṁ niyamam āsthāya
prakṛtyā niyatāḥ svayā

Palabra por palabra

kāmaiḥ — por los deseos; taiḥ taiḥ — diversos; hṛta — despojados de; jñānāḥ — conocimiento; prapadyante — se entregan; anya — a otros; devatāḥ — semidioses; tam tam — correspondientes; niyamam — regulaciones; āsthāya — siguiendo; prakṛtyā — por naturaleza; niyatāḥ — controlados; svayā — por sus propias.

Traducción

Aquellos a quienes los deseos materiales les han robado la inteligencia, se entregan a los semidioses y siguen las reglas y regulaciones específicas de adoración que corresponden a sus propias naturalezas.

Significado

Aquellos que están libres de todas las contaminaciones materiales, se entregan al Señor Supremo y se dedican a Su servicio devocional. Mientras la contaminación material no se limpie por completo, ellos serán no devotos por naturaleza. Pero incluso aquellos que tienen deseos materiales y que recurren al Señor Supremo, no están muy atraídos por la naturaleza externa; por dirigirse a la meta indicada, ellos se libran pronto de toda la lujuria material. En el Śrīmad-Bhāgavatam se recomienda que, si uno es un devoto puro y está libre de todos los deseos materiales, o si uno está lleno de todos ellos, o si uno desea librarse de la contaminación material, en todos los casos uno se debe entregar a Vāsudeva y adorarlo. Como se afirma en el Bhāgavatam (2.3.10):

akāmaḥ sarva-kāmo vā
mokṣa-kāma udāra-dhīḥ
tīvreṇa bhakti-yogena
yajeta puruṣaṁ param

La gente poco inteligente que ha perdido su sentido espiritual, se refugia en semidioses para la satisfacción inmediata de los deseos materiales. Por lo general, esa gente no acude a la Suprema Personalidad de Dios, porque está influida por unas modalidades específicas de la naturaleza (la ignorancia y la pasión) y, por consiguiente, adora a diversos semidioses. Ellos se satisfacen con seguir los reglamentos de la adoración. A los adoradores de los semidioses los motivan pequeños deseos, y ellos no saben cómo llegar a la meta suprema; pero el devoto del Señor Supremo no se extravía. Puesto que en la literatura védica hay recomendaciones que exhortan a adorar a diferentes dioses con diferentes propósitos (por ejemplo, al hombre enfermo se le recomienda adorar al Sol), aquellos que no son devotos del Señor creen que, para ciertos propósitos, los semidioses son mejores que el Señor Supremo. Pero el devoto puro sabe que el Supremo Señor Kṛṣṇa es el amo de todos. En el Caitanya-caritāmṛta (Ādi 5.142) se dice: ekale īśvara kṛṣṇa, āra saba bhṛtya, solo la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, es amo, y todos los demás son sirvientes. Por lo tanto, un devoto puro nunca acude a semidioses para satisfacer necesidades materiales. Él depende del Señor Supremo. Y el devoto puro se satisface con lo que Él le dé.

Texto

yo yo yāṁ yāṁ tanuṁ bhaktaḥ
śraddhayārcitum icchati
tasya tasyācalāṁ śraddhāṁ
tām eva vidadhāmy aham

Palabra por palabra

yaḥ yaḥ — quienquiera; yām yām — cualquier; tanum — forma de un semidiós; bhaktaḥ — devoto; śraddhayā — con fe; arcitum — adorar; icchati — deseos; tasya tasya — a él; acalām — firme; śraddhām — fe; tām — en eso; eva — seguro; vidadhāmi — doy; aham — Yo.

Traducción

Yo estoy en el corazón de todos en forma de la Superalma. En cuanto alguien desea adorar a algún semidiós, Yo hago que su fe se vuelva firme para que pueda consagrarse a esa deidad en particular.

Significado

Dios le ha dado independencia a todo el mundo; por lo tanto, si una persona desea tener disfrute material y quiere muy sinceramente que los semidioses materiales le den esas facilidades, el Señor Supremo, como la Superalma que está en el corazón de todos, se da cuenta de ello y les da facilidades a esa clase de personas. Como Él es el padre supremo de todas las entidades vivientes, no obstaculiza su independencia, sino que les da todas las facilidades para que ellas puedan cumplir sus deseos materiales. Puede que algunas personas pregunten por qué el todopoderoso Dios les da facilidades a las entidades vivientes para disfrutar de este mundo material, dejándolas caer así en la trampa de la energía ilusoria. La respuesta es que si el Señor Supremo, en Su carácter de Superalma, no diera esas facilidades, entonces la independencia no tendría sentido. Por consiguiente, Él les da a todos plena independencia —lo que uno quiera—, pero en el Bhagavad-gītā encontramos Su instrucción final: uno debe abandonar todas las demás ocupaciones y entregarse por entero a Él. Eso hará que el hombre sea feliz.

Tanto la entidad viviente como los semidioses están subordinados a la voluntad de la Suprema Personalidad de Dios; en consecuencia, la entidad viviente no puede adorar al semidiós por su propio deseo, ni puede el semidiós otorgar ninguna bendición sin la voluntad suprema. Como se dice, ni una brizna de paja se mueve sin la voluntad de la Suprema Personalidad de Dios. Por lo general, las personas que están afligidas en el mundo material acuden a los semidioses, tal como se les aconseja en la literatura védica. Una persona que quiera una cosa determinada puede adorar a tal o cual semidiós. Por ejemplo, a una persona enferma se le recomienda adorar al dios del Sol; una persona que quiera educación puede adorar a la diosa del conocimiento, Sarasvatī; y una persona que quiera una hermosa esposa puede adorar a la diosa Umā, la esposa del Señor Śiva. De ese modo, en los śāstras (las Escrituras védicas) hay recomendaciones en las que se indican las diferentes maneras de adorar a los diferentes semidioses. Y como una determinada entidad viviente quiere disfrutar de una determinada facilidad material, el Señor la inspira con un fuerte deseo de conseguir esa bendición de manos de ese semidiós específico, y así la entidad viviente logra recibir la bendición. El Señor Supremo también dispone la modalidad específica de la actitud devocional que la entidad viviente tiene con un determinado tipo de semidiós. Los semidioses no pueden infundir esa atracción en las entidades vivientes, pero como Kṛṣṇa es el Señor Supremo o la Superalma que está presente en el corazón de todas las entidades vivientes, Él impele al hombre a adorar a ciertos semidioses. Los semidioses son en realidad diferentes partes del cuerpo universal del Señor Supremo; por consiguiente, ellos no tienen ninguna independencia. En la literatura védica se declara: «La Suprema Personalidad de Dios, en forma de la Superalma, también está presente dentro del corazón del semidiós; por lo tanto, Él dispone las cosas a través del semidiós para cumplir el deseo de la entidad viviente. Pero tanto el semidiós como la entidad viviente dependen de la voluntad suprema. Ellos no son independientes».

Texto

sa tayā śraddhayā yuktas
tasyārādhanam īhate
labhate ca tataḥ kāmān
mayaiva vihitān hi tān

Palabra por palabra

saḥ — él; tayā — con eso; śraddhayā — inspiración; yuktaḥ — dotado; tasya — de ese semidiós; ārādhanam — para la adoración; īhate — aspira; labhate — obtiene; ca — y; tataḥ — de eso; kāmān — sus deseos; mayā — por Mí; eva — solo; vihitān — dispuesto; hi — ciertamente; tān — esos.

Traducción

Dotado de esa fe, él se esfuerza por adorar a un determinado semidiós, y obtiene lo que desea. Pero, en realidad, esos beneficios únicamente los otorgo Yo.

Significado

Los semidioses no pueden darles bendiciones a los devotos sin el permiso del Señor Supremo. Puede que la entidad viviente olvide que todo es propiedad del Señor Supremo, pero los semidioses no lo olvidan. De manera que, la adoración de los semidioses y el logro de los resultados deseados no se deben a los semidioses, sino a la Suprema Personalidad de Dios, porque Él lo dispone. La entidad viviente poco inteligente no lo sabe, y, en consecuencia, comete la necedad de acudir a los semidioses en busca de algún beneficio. Pero cuando el devoto puro necesita algo, le ora únicamente al Señor Supremo. Sin embargo, pedir beneficios materiales no es un signo de un devoto puro. La entidad viviente que acude a los semidioses, casi siempre lo hace porque está loca por satisfacer su lujuria. Esto ocurre cuando la entidad viviente desea algo indebido y el propio Señor no le complace el deseo. En el Caitanya-caritāmṛta se dice que aquel que adora al Señor Supremo y al mismo tiempo desea el disfrute material, es contradictorio en su deseo. El servicio devocional que se le presta al Señor Supremo y la adoración de un semidiós no pueden hallarse en el mismo plano, porque la adoración de un semidios es algo material, y el servicio devocional que se le presta al Señor Supremo es algo completamente espiritual.

Para la entidad viviente que desea regresar a Dios, los deseos materiales son impedimentos a ello. Por consiguiente, al devoto puro del Señor no se le confieren los beneficios materiales que desean las entidades vivientes poco inteligentes, quienes por ello prefieren adorar a los semidioses del mundo material, antes que ocuparse en el servicio devocional del Señor Supremo.

Texto

antavat tu phalaṁ teṣāṁ
tad bhavaty alpa-medhasām
devān deva-yajo yānti
mad-bhaktā yānti mām api

Palabra por palabra

anta-vat — perecedero; tu — pero; phalam — fruto; teṣām — su; tat — eso; bhavati — se vuelve; alpa-medhasām — de aquellos de poca inteligencia; devān — a los semidioses; deva-yajaḥ — los adoradores de los semidioses; yānti — van; mat — Mis; bhaktāḥ — devotos; yānti — van; mām — a Mí; api — también.

Traducción

Los hombres de poca inteligencia adoran a los semidioses, y sus frutos son limitados y temporales. Aquellos que adoran a los semidioses van a los planetas de los semidioses, pero Mis devotos llegan al final a Mi planeta supremo.

Significado

Algunos comentaristas del Bhagavad-gītā dicen que quien adora a un semidiós puede alcanzar al Señor Supremo, pero aquí se afirma claramente que los adoradores de los semidioses van a los diferentes sistemas planetarios en los que se encuentran diversos semidioses, tal como un adorador del Sol llega al Sol o un adorador del semidiós de la Luna llega a la Luna. De igual modo, si alguien quiere adorar a un semidiós como Indra, puede llegar al planeta de ese dios específico. No ha de creerse que todo el mundo, sea cual sea el semidiós al que adore, va a llegar hasta la Suprema Personalidad de Dios. Eso se niega aquí, ya que se afirma claramente que los adoradores de los semidioses van a los diferentes planetas del mundo material, pero el devoto del Señor Supremo va directamente al planeta supremo de la Personalidad de Dios.

Aquí se podría aducir que si los semidioses son diferentes partes del cuerpo del Señor Supremo, entonces al adorarlos a ellos debería lograrse el mismo fin. Sin embargo, los adoradores de los semidioses son poco inteligentes, porque no saben a qué parte del cuerpo se le debe suministrar la comida. Algunos de ellos son tan necios que alegan que hay muchas partes y muchas maneras de suministrar comida. Esto no es muy sensato. ¿Puede alguien suministrarle comida al cuerpo a través de los oídos o de los ojos? Ellos no saben que estos semidioses son diferentes partes del cuerpo universal del Señor Supremo, y en su ignorancia creen que todos y cada uno de los semidioses es un Dios separado y un competidor del Señor Supremo.

Los semidioses no son los únicos que son partes del Señor Supremo: las entidades vivientes ordinarias también lo son. En el Śrīmad-Bhāgavatam se afirma que los brāhmaṇas constituyen la cabeza del Señor Supremo, los kṣatriyas son Sus brazos, los vaiśyas son Su cintura, los śūdras son Sus piernas, y todos cumplen diferentes funciones. Sea cual fuere la situación, si uno sabe que tanto los semidioses como uno mismo es todo parte integral del Señor Supremo, su conocimiento es perfecto. Pero si uno no entiende esto, llega a los diferentes planetas en los que residen los semidioses. Ese no es el mismo destino al que llega el devoto.

Los resultados que se consiguen mediante las bendiciones de los semidioses son perecederos, ya que en este mundo material los planetas, los semidioses y los adoradores de estos son todos perecederos. Luego en este verso se afirma claramente que todos los resultados que se consiguen mediante la adoración de los semidioses son perecederos, y, en consecuencia, esa adoración la ejecuta la entidad viviente poco inteligente. Debido a que el devoto puro —que está dedicado al cultivo de conciencia de Kṛṣṇa mediante el servicio devocional del Señor Supremo— consigue una existencia eterna y bienaventurada que está colmada de conocimiento, sus logros y los del adorador común de los semidioses son diferentes. El Señor Supremo es ilimitado; Su favor es ilimitado; Su misericordia es ilimitada. Por consiguiente, la misericordia del Señor Supremo para con Sus devotos puros es ilimitada.

Texto

avyaktaṁ vyaktim āpannaṁ
manyante mām abuddhayaḥ
paraṁ bhāvam ajānanto
mamāvyayam anuttamam

Palabra por palabra

avyaktam — no manifestado; vyaktim — personalidad; āpannam — lograda; manyante — creen; mām — a Mí; abuddhayaḥ — personas poco inteligentes; param — supremo; bhāvam — existencia; ajānantaḥ — sin saber; mama — Mi; avyayam — imperecedero; anuttamam — lo más fino de todo.

Traducción

Los hombres que carecen de inteligencia y que no Me conocen perfectamente, creen que Yo, la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, era impersonal antes, y que ahora he adoptado esta personalidad. Debido a su poco conocimiento no conocen Mi naturaleza superior, la cual es imperecedera y suprema.

Significado

A aquellos que son adoradores de los semidioses se los ha descrito como personas poco inteligentes, y aquí se describe a los impersonalistas de la misma manera. El Señor Kṛṣṇa, en Su forma personal, está aquí hablando ante Arjuna, y con todo, por ignorancia, los impersonalistas arguyen que, en fin de cuentas, el Señor Supremo no tiene forma. Yāmunācārya, un gran devoto del Señor que pertenece a la sucesión discipular de Rāmānujācārya, ha escrito dos versos muy idóneos en relación con esto. Él dice:

tvāṁ śīla-rūpa-caritaiḥ parama-prakṛṣṭaiḥ
sattvena sāttvikatayā prabalaiś ca śāstraiḥ
prakhyāta-daiva-paramārtha-vidāṁ mataiś ca
naivāsura-prakṛtayaḥ prabhavanti boddhum

«Mi querido Señor, devotos tales como Vyāsadeva y Nārada saben que Tú eres la Personalidad de Dios. Mediante el estudio de diferentes Escrituras védicas, uno puede llegar a conocer Tus características, Tu forma y Tus actividades, y de ese modo uno puede entender que Tú eres la Suprema Personalidad de Dios. Pero aquellos que están influidos por las modalidades de la pasión y la ignorancia, los demonios, los no devotos, no Te pueden entender. Ellos son incapaces de entenderte. Por muy expertos que esos no devotos sean en discutir el Vedānta, los Upaniṣads y otras Escrituras védicas, a ellos no les es posible entender a la Personalidad de Dios» (Stotra-ratna 12).

En la Brahma-saṁhitā se afirma que a la Personalidad de Dios no se la puede entender simplemente mediante el estudio de la literatura vedānta. Solo por la gracia del Señor Supremo se puede conocer la Personalidad del Supremo. Por lo tanto, en este verso se afirma de un modo claro que no solo son poco inteligentes los adoradores de los semidioses, sino también aquellos no devotos que están dedicados al Vedānta y a la especulación basada en la literatura védica, sin ningún matiz de verdadera conciencia de Kṛṣṇa; y a ellos no les es posible entender la naturaleza personal de Dios. A las personas que tienen la impresión de que la Verdad Absoluta es impersonal se las describe como abuddhayaḥ, lo cual se refiere a alguien que no conoce el aspecto supremo de la Verdad Absoluta. En el Śrīmad-Bhāgavatam se afirma que la comprensión suprema comienza con el Brahman impersonal, y luego asciende hasta la Superalma localizada, pero que la última palabra en lo referente a la Verdad Absoluta es la Personalidad de Dios. Los impersonalistas modernos son aún menos inteligentes, ya que ni siquiera siguen a su gran predecesor Śaṅkarācārya, quien ha declarado específicamente que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. Así pues, como los impersonalistas no conocen la Verdad Suprema, creen que Kṛṣṇa es únicamente el hijo de Devakī y Vasudeva, o un príncipe, o una entidad viviente poderosa. Esto también se condena en el Bhagavad-gītā (9.11). Avajānanti māṁ mūḍhā mānuṣīṁ tanum āsritam: «Únicamente los necios Me consideran una persona ordinaria».

Lo cierto es que nadie puede entender a Kṛṣṇa sin prestar servicio devocional y sin cultivar conciencia de Kṛṣṇa. El Bhāgavatam (10.14.29) lo confirma:

athāpi te deva padāmbuja-dvaya-
prasāda-leśānugṛhīta eva hi
jānāti tattvaṁ bhagavan-mahimno
na cānya eko ’pi ciraṁ vicinvan

«Mi querido Señor, si uno es favorecido siquiera por un leve vestigio de la misericordia de Tus pies de loto, puede entender la grandeza de Tu personalidad. Pero aquellos que especulan para llegar a entender a la Suprema Personalidad de Dios son incapaces de conocerte, aunque continúen estudiando los Vedas por muchos años». Uno no puede entender a la Suprema Personalidad de Dios, Kṛṣṇa, ni Su forma, Su calidad o Su nombre, simplemente por medio de la especulación mental o de la discusión de la literatura védica. Uno debe entenderlo mediante el servicio devocional. Cuando uno está plenamente dedicado al proceso de conciencia de Kṛṣṇa, comenzando con el canto del mahā-mantra —Hare Kṛṣṇa, Hare Kṛṣṇa, Kṛṣṇa Kṛṣṇa, Hare Hare/ Hare Rāma, Hare Rāma, Rāma Rāma, Hare Hare—, solo entonces puede uno entender a la Suprema Personalidad de Dios. Los no devotos impersonalistas creen que Kṛṣṇa tiene un cuerpo hecho de esta naturaleza material, y que todas Sus actividades, Su forma y todo lo demás son māyā. A estos impersonalistas se les da el nombre de māyāvādīs. Ellos no conocen la verdad última.

El vigésimo verso de este capítulo indica claramente: kāmais tais tair hṛta-jñānāḥ prapadyante ’nya-devatāḥ, «Aquellos que están cegados por deseos lujuriosos, se entregan a los diferentes semidioses». Se sabe que, además de la Suprema Personalidad de Dios, hay semidioses que tienen sus diferentes planetas, y el Señor también tiene un planeta. Como se declara en el verso veintitrés: devān deva-yajo yānti mad-bhaktā yānti mām api, los adoradores de los semidioses van a los diferentes planetas de los semidioses, y aquellos que son devotos del Señor Kṛṣṇa van al planeta Kṛṣṇaloka. Aunque esto está claramente estipulado, los necios impersonalistas sostienen, no obstante, que el Señor no tiene forma y que esas formas son algo impuesto. ¿Acaso al estudiar el Gītā da la impresión de que los semidioses y sus moradas son impersonales? Queda claro que ni los semidioses ni Kṛṣṇa, la Suprema Personalidad de Dios, son impersonales. Todos ellos son personas; el Señor Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios y Él tiene Su propio planeta, y los semidioses tienen los suyos.

Por lo tanto, la opinión monista de que la verdad última no tiene forma y que la forma es impuesta, no es cierta. Aquí se afirma claramente que no es impuesta. El Bhagavad-gītā nos hace saber claramente que las formas de los semidioses y la forma del Señor Supremo existen al mismo tiempo, y que el Señor Kṛṣṇa es sac-cid-ānanda, conocimiento eterno y bienaventurado. Los Vedas también confirman que la Suprema Verdad Absoluta es ānanda-mayo ’bhyāsāt, o que, por naturaleza, está colmada de un placer bienaventurado, y que es el depósito de ilimitadas cualidades auspiciosas. Y en el Gītā, el Señor dice que aunque Él es aja (innaciente), aun así Él aparece. Estos son los hechos que debemos entender con el Bhagavad-gītā. No podemos comprender cómo la Suprema Personalidad de Dios puede ser impersonal; en lo que respecta a las declaraciones del Gītā, la teoría de la imposición que tiene el monista impersonalista es falsa. Aquí se deja en claro que la Suprema Verdad Absoluta, el Señor Kṛṣṇa, tiene tanto forma como personalidad.

Texto

nāhaṁ prakāśaḥ sarvasya
yoga-māyā-samāvṛtaḥ
mūḍho ’yaṁ nābhijānāti
loko mām ajam avyayam

Palabra por palabra

na — ni; aham — Yo; prakāśaḥ — manifiesto; sarvasya — a todos; yoga-māyā — potencia interna; samāvṛtaḥ — cubierto; mūḍhaḥ — necios; ayam — estos; na — no; abhijānāti — pueden entender; lokaḥ — personas; mām — a Mí; ajam — innaciente; avyayam — inagotable.

Traducción

Yo nunca Me les manifiesto a los necios y poco inteligentes. Para ellos estoy cubierto por Mi potencia interna, y, por lo tanto, ellos no saben que soy innaciente e infalible.

Significado

Podría argüirse que como todo el mundo pudo ver a Krsna cuando estuvo presente en esta Tierra, ¿cómo se puede decir que Él no está manifestado para todos? Pero, en realidad, Él no se les manifestó a todos. Cuando Kṛṣṇa estaba presente, solo había unas cuantas personas que se daban cuenta de que Él era la Suprema Personalidad de Dios. En la asamblea de los Kurus, cuando Śiśupāla habló en contra de que Kṛṣṇa fuera elegido presidente de la asamblea, Bhīṣma respaldó a Kṛṣṇa y proclamó que era el Dios Supremo. Así mismo, los Pāṇḍavas y unos cuantos más sabían que Él era el Supremo, pero no todo el mundo. Él no se les reveló a los no devotos y al hombre común. Por consiguiente, en el Bhagavad-gītā Kṛṣṇa dice que, con excepción de Sus devotos puros, todos los hombres consideran que Él es como ellos. Él se les manifestó únicamente a Sus devotos como el depósito de todo el placer. Pero para los demás, para los no devotos sin inteligencia, Él estaba cubierto por Su potencia interna.

En las oraciones de Kuntī que se encuentran en el Śrīmad-Bhāgavatam (1.8.19), se dice que el Señor está cubierto por la cortina de yoga-māyā y que por ello la gente ordinaria no lo puede entender. La presencia de esa cortina yoga-māyā también se confirma en el Īśopaniṣad (mantra 15), en donde el devoto ora lo siguiente:

hiraṇmayena pātreṇa
satyasyāpihitaṁ mukham
tat tvaṁ pūṣann apāvṛṇu
satya-dharmāya dṛṣṭaye

«¡Oh, mi Señor!, Tú eres el sustentador de todo el universo, y el servicio devocional que a Ti se te presta es el máximo principio religioso que existe. Por lo tanto, te ruego que también me mantengas a mí. Tu forma trascendental está cubierta por la yoga-māyā. El brahma-jyotir es la cobertura de la potencia interna. Ten la bondad de apartar esa brillante refulgencia que me impide ver Tu sac-cid-ānanda-vigraha, Tu eterna forma de bienaventuranza y conocimiento». La Suprema Personalidad de Dios, en Su trascendental forma de bienaventuranza y conocimiento, está cubierta por la potencia interna del brahma-jyotir, y los poco inteligentes impersonalistas no pueden ver al Supremo debido a eso.

En el Śrīmad-Bhāgavatam (10.14.7) se encuentra, además, la siguiente oración de Brahmā: «¡Oh, Suprema Personalidad de Dios!, ¡oh, Superalma!, ¡oh, amo de todo misterio!, ¿quién puede medir Tu potencia y Tus pasatiempos en este mundo? Tú siempre estás expandiendo Tu potencia interna, y, por ende, nadie puede entenderte. Los científicos y eruditos entendidos pueden examinar la constitución atómica del mundo material, o incluso la de los planetas, pero aun así son incapaces de medir Tu energía y potencia, si bien estás presente ante ellos». La Suprema Personalidad de Dios, el Señor Kṛṣṇa, no solo es innaciente, sino también avyaya, inagotable. Su forma eterna es todo bienaventuranza y conocimiento, y Sus energías son todas inagotables.

Texto

vedāhaṁ samatītāni
vartamānāni cārjuna
bhaviṣyāṇi ca bhūtāni
māṁ tu veda na kaścana

Palabra por palabra

veda — sé; aham — Yo; samatītāni — todo el pasado; vartamānāni — presente; ca — y; arjuna — ¡oh, Arjuna!; bhaviṣyāṇi — futuro; ca — además; bhūtāni — todas las entidades vivientes; mām — a Mí; tu — pero; veda — conoce; na — no; kaścana — nadie.

Traducción

¡Oh, Arjuna!, en Mi carácter de Suprema Personalidad de Dios, Yo sé todo lo que ha ocurrido en el pasado, todo lo que está ocurriendo en el presente y todas las cosas que aún están por ocurrir. Además, Yo conozco a todas las entidades vivientes; pero a Mí nadie Me conoce.

Significado

Aquí se presenta claramente la cuestión de la personalidad y la impersonalidad. Si Kṛṣṇa, la forma de la Suprema Personalidad de Dios, fuera māyā, material, como lo consideran los impersonalistas, entonces Él, al igual que la entidad viviente, cambiaría Su cuerpo y olvidaría todo lo referente a Su vida pasada. Todo aquel que tiene un cuerpo material no puede recordar su vida pasada, ni tampoco puede predecir su vida futura ni el resultado de su vida actual; por consiguiente, dicha persona no puede saber lo que ocurre en el pasado, en el presente y en el futuro. A menos que uno esté liberado de la contaminación material, no puede conocer el pasado, el presente y el futuro.

A diferencia del ser humano ordinario, el Señor Kṛṣṇa dice claramente que Él sabe muy bien lo que ocurrió en el pasado, lo que está ocurriendo en el presente y lo que ocurrirá en el futuro. En el cuarto capítulo hemos visto que el Señor Kṛṣṇa recuerda haber instruido a Vivasvān, el dios del Sol, hacía millones de años atrás. Kṛṣṇa conoce a cada entidad viviente, porque está situado en forma del Alma Suprema en el corazón de todo ser viviente. Pero a pesar de Su presencia como la Superalma en cada entidad viviente y de Su presencia como la Suprema Personalidad de Dios, los poco inteligentes, aun si son capaces de comprender el Brahman impersonal, no pueden entender a Śrī Kṛṣṇa como la Persona Suprema. El trascendental cuerpo de Śrī Kṛṣṇa sin duda que no es perecedero. Él es tal como el Sol, y māyā es como una nube. En el mundo material podemos ver que existe el Sol, y que hay diferentes nubes y diferentes estrellas y planetas. Puede que las nubes cubran temporalmente todo eso en el cielo, pero esa cobertura es tal únicamente para nuestra limitada visión. En realidad, el Sol, la Luna y las estrellas no son cubiertos. Así mismo, māyā no puede cubrir al Señor Supremo. En virtud de Su potencia interna, Él no se les manifiesta a la clase de hombres poco inteligentes. Como se afirma en el tercer verso de este capítulo, de millones y millones de hombres, algunos tratan de volverse perfectos en esta forma de vida humana, y de miles y miles de esos hombres perfeccionados, difícilmente uno puede entender lo que es el Señor Kṛṣṇa. Incluso si uno se perfecciona mediante la comprensión del Brahman impersonal o del Paramātmā localizado, aun así no puede entender en absoluto a la Suprema Personalidad de Dios, Śrī Kṛṣṇa, sin tener conciencia de Kṛṣṇa.

Texto

icchā-dveṣa-samutthena
dvandva-mohena bhārata
sarva-bhūtāni sammohaṁ
sarge yānti paran-tapa

Palabra por palabra

icchā — deseo; dveṣa — y odio; samutthena — que surgen del; dvandva — de la dualidad; mohena — mediante la ilusión; bhārata — ¡oh, vástago de Bharata!; sarva — todas; bhūtāni — las entidades vivientes; sammoham — en el seno de la ilusión; sarge — mientras nacen; yānti — van; param-tapa — ¡oh, conquistador de los enemigos!

Traducción

¡Oh, vástago de Bharata!, ¡oh, conquistador del enemigo!, todas las entidades vivientes nacen en el seno de la ilusión, confundidas por las dualidades que surgen del deseo y el odio.

Significado

La verdadera posición constitucional de la entidad viviente es la de estar subordinada al Señor Supremo, quien es conocimiento puro. Cuando uno es engañado y por ello se separa de ese conocimiento puro, queda controlado por la energía ilusoria y no puede entender a la Suprema Personalidad de Dios. La energía ilusoria se manifiesta en la dualidad del deseo y el odio. Debido al deseo y el odio, la persona ignorante quiere volverse uno con el Señor Supremo, y envidia a Kṛṣṇa como Suprema Personalidad de Dios. Los devotos puros, quienes no están engañados ni contaminados por el deseo y el odio, pueden entender que el Señor Śrī Kṛṣṇa aparece por medio de Sus potencias internas, pero aquellos que están engañados por la dualidad y la nesciencia, creen que a la Suprema Personalidad de Dios la crean las energías materiales. Ese es su infortunio. Las personas así de engañadas se caracterizan por morar en las dualidades de honor y deshonor, desdicha y felicidad, hombre y mujer, bueno y malo, placer y dolor, etc., pensando: «Esta es mi esposa; esta es mi casa; soy el amo de esta casa; soy el esposo de esta mujer». Esas son las dualidades producto de la ilusión. Aquellos que están así de engañados por las dualidades son completamente necios, a raíz de lo cual no pueden entender a la Suprema Personalidad de Dios.

Texto

yeṣāṁ tv anta-gataṁ pāpaṁ
janānāṁ puṇya-karmaṇām
te dvandva-moha-nirmuktā
bhajante māṁ dṛḍha-vratāḥ

Palabra por palabra

yeṣām — cuyo; tu — pero; anta-gatam — erradicado por completo; pāpam — pecado; janānām — de las personas; puṇya — piadoso; karmaṇām — cuyas actividades anteriores; te — ellas; dvandva — de la dualidad; moha — ilusión; nirmuktāḥ — libres de; bhajante — se dedican al servicio devocional; mām — a Mí; dṛḍha-vratāḥ — con determinación.

Traducción

Las personas que han actuado piadosamente en esta vida y en vidas anteriores, y cuyas acciones pecaminosas se han erradicado por completo, se libran de la dualidad de la ilusión y se ocupan en Mi servicio con determinación.

Significado

En este verso se menciona a los que son merecedores de ser elevados a la posición trascendental. A aquellos que son pecadores, ateos, necios y engañadores, les es muy difícil trascender la dualidad del deseo y el odio. Solo aquellos que han pasado la vida practicando los principios regulativos de la religión, que han actuado de un modo piadoso y que han conquistado las reacciones pecaminosas, pueden aceptar el servicio devocional y elevarse gradualmente hasta el conocimiento puro de la Suprema Personalidad de Dios. Luego, de a poco, pueden meditar en trance en la Suprema Personalidad de Dios. En eso consiste el proceso de estar situado en el plano espiritual. Esa elevación es posible en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa con la compañía de los devotos puros, ya que con la compañía de grandes devotos uno puede ser liberado de la ilusión.

En el Śrīmad-Bhāgavatam (5.5.2) se afirma que si uno verdaderamente quiere liberarse, debe prestarles servicio a los devotos (mahat-sevāṁ dvāram āhur vimukteḥ); pero aquel que se asocia con personas materialistas se encuentra en la senda que lleva a la región más oscura de la existencia (tamo-dvāraṁ yoṣitāṁ saṅgi-saṅgam). Todos los devotos del Señor recorren esta Tierra tan solo para rescatar a las almas condicionadas de la ilusión que las envuelve. Los impersonalistas no saben que el haber olvidado su posición constitucional como subordinados del Señor Supremo, constituye la mayor violación de la ley de Dios. A menos que uno sea reintegrado en su propia posición constitucional, no es posible entender a la Personalidad Suprema, ni estar dedicado plenamente y con determinación a Su trascendental servicio amoroso.

Texto

jarā-maraṇa-mokṣāya
mām āśritya yatanti ye
te brahma tad viduḥ kṛtsnam
adhyātmaṁ karma cākhilam

Palabra por palabra

jarā — de la vejez; maraṇa — y la muerte; mokṣāya — con el propósito de liberarse; mām — Mí; āśritya — refugiándose en; yatanti — se esfuerzan; ye — todos aquellos que; te — esa clase de personas; brahma — Brahman; tat — en realidad, eso; viduḥ — ellos saben; kṛtsnam — todo; adhyātmam — trascendental; karma — actividades; ca — también; akhilam — enteramente.

Traducción

Las personas inteligentes que se están esforzando por liberarse de la vejez y de la muerte, se refugian en Mí mediante el servicio devocional. Ellas son de hecho Brahman, porque saben absolutamente todo acerca de las actividades trascendentales.

Significado

El nacimiento, la muerte, la vejez y las enfermedades afectan a este cuerpo material, pero no al cuerpo espiritual. Para el cuerpo espiritual no hay nacimiento, muerte, vejez ni enfermedades, así que aquel que consigue un cuerpo espiritual, que se vuelve uno de los asociados de la Suprema Personalidad de Dios y que se dedica al servicio devocional eterno, verdaderamente está liberado. Ahaṁ brahmāsmi: «Yo soy espíritu». Se dice que uno debe entender que es Brahman, alma espiritual. Esa concepción Brahman de la vida también se encuentra en el servicio devocional, tal como se describe en este verso. Los devotos puros están situados de un modo trascendental en el plano Brahman, y ellos saben todo lo referente a las actividades trascendentales.

Cuatro clases de devotos impuros que se dedican al servicio trascendental del Señor alcanzan sus respectivas metas, y, por la gracia del Señor Supremo, cuando se vuelven plenamente conscientes de Kṛṣṇa, disfrutan de hecho de la compañía espiritual del Señor Supremo. Pero aquellos que son adoradores de los semidioses jamás alcanzan al Señor Supremo en Su planeta supremo. Ni siquiera las personas poco inteligentes que han comprendido el Brahman, pueden llegar al supremo planeta de Kṛṣṇa conocido como Goloka Vṛndāvana. Únicamente las personas que realizan actividades con conciencia de Kṛṣṇa (mām āśritya) tienen el verdadero derecho de ser llamadas Brahman, porque realmente se están esforzando por llegar al planeta de Kṛṣṇa. Esas personas no tienen dudas acerca de Kṛṣṇa, y por eso son de hecho Brahman.

Aquellos que están dedicados a adorar la forma o arcā del Señor, o que están dedicados a meditar en el Señor simplemente para liberarse del cautiverio material, también conocen, por la gracia del Señor, los significados de Brahman, adhibhūta, etc., tal como lo explica el Señor en el siguiente capítulo.

Texto

sādhibhūtādhidaivaṁ māṁ
sādhiyajñaṁ ca ye viduḥ
prayāṇa-kāle ’pi ca māṁ
te vidur yukta-cetasaḥ

Palabra por palabra

sa-adhibhūta — y el principio que gobierna la manifestación material; adhidaivam — que gobierna a todos los semidioses; mām — a Mí; sa-adhiyajñam — y que gobierna todos los sacrificios; ca — también; ye — aquellos que; viduḥ — saben; prayāṇa — de la muerte; kāle — a la hora; api — incluso; ca — y; mām — a Mí; te — ellos; viduḥ — conocen; yukta-cetasaḥ — con la mente dedicada a Mí.

Traducción

Aquellos que tienen plena conciencia de Mí, que saben que Yo, el Señor Supremo, soy el principio que gobierna la manifestación material, que gobierna a los semidioses y que gobierna todos los métodos de sacrificio, pueden entenderme y conocerme a Mí, la Suprema Personalidad de Dios, incluso a la hora de la muerte.

Significado

Las personas que actúan con conciencia de Kṛṣṇa nunca se apartan de la senda en la que entienden por completo a la Suprema Personalidad de Dios. En la compañía trascendental que brinda el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, uno puede entender cómo el Señor Supremo es el principio que gobierna la manifestación material e incluso a los semidioses. Poco a poco, mediante esa compañía trascendental, uno se convence de la Suprema Personalidad de Dios, y a la hora de la muerte, una persona así de consciente de Kṛṣṇa nunca puede olvidar a Kṛṣṇa. Naturalmente, ella es promovida así al planeta del Señor Supremo, Goloka Vṛndāvana.

Este séptimo capítulo explica en particular cómo uno puede convertirse en una persona plenamente consciente de Kṛṣṇa. El comienzo del proceso de conciencia de Kṛṣṇa lo constituye la compañía de personas que están conscientes de Kṛṣṇa. Esa clase de compañía es espiritual y lo pone a uno directamente en contacto con el Señor Supremo, y, por la gracia de Este, uno puede entender que Kṛṣṇa es la Suprema Personalidad de Dios. Al mismo tiempo, uno puede entender de verdad la posición constitucional de la entidad viviente, y cómo la entidad viviente olvida a Kṛṣṇa y se enreda en las actividades materiales. Mediante el desarrollo gradual de conciencia de Kṛṣṇa en medio de buenas compañías, la entidad viviente puede entender que, por haber olvidado a Kṛṣṇa, ha quedado condicionada por las leyes de la naturaleza material. Ella puede entender también que esta forma de vida humana es una oportunidad para recobrar su conciencia de Kṛṣṇa, y que debe ser utilizada plenamente para conseguir la misericordia sin causa del Señor Supremo.

En este capítulo se han discutido muchos temas: el hombre afligido, el hombre indagador, el hombre que busca cosas materiales, el conocimiento acerca del Brahman, el conocimiento acerca del Paramātmā, el liberarse del nacimiento, la muerte y las enfermedades, y la adoración del Señor Supremo. Sin embargo, a aquel que está verdaderamente elevado en el proceso de conciencia de Kṛṣṇa, no le importan los otros procesos. Él tan solo se dedica directamente a actividades del proceso de conciencia de Kṛṣṇa, y con ello alcanza de hecho su posición constitucional de servidor eterno del Señor Kṛṣṇa. Al estar en esa situación, él se complace en oír y glorificar al Señor Supremo por medio del servicio devocional puro. Él está convencido de que, por el hecho de hacer eso, todos sus objetivos se cumplirán. Esta fe resuelta se denomina dṛḍha-vrata, y es el comienzo del bhakti-yoga, o del servicio amoroso y trascendental. Ese es el veredicto de todas las Escrituras. Este séptimo capítulo del Bhagavad-gītā es la esencia de esa convicción.

Así terminan los significados de Bhaktivedanta correspondientes al capítulo séptimo del Śrīmad Bhagavad-gītā, titulado «El conocimiento del Absoluto».