Bg 14.22-25
prakāśaṁ ca pravṛttiṁ ca
moham eva ca pāṇḍava
na dveṣṭi sampravṛttāni
na nivṛttāni kāṅkṣati
udāsīna-vad āsīno guṇair yo na vicālyate
guṇā vartanta ity evaṁ
yo ’vatiṣṭhati neṅgate
sama-duḥkha-sukhaḥ sva-sthaḥ sama-loṣṭāśma-kāñcanaḥ
tulya-priyāpriyo dhīras
tulya-nindātma-saṁstutiḥ
mānāpamānayos tulyas tulyo mitrāri-pakṣayoḥ
sarvārambha-parityāgī
guṇātītaḥ sa ucyate
Arjuna presentó tres preguntas diferentes, y el Señor las responde una tras otra. En estos versos, Kṛṣṇa indica primero que una persona que está situada en el plano trascendental no envidia a nadie y no anhela nada. Cuando una entidad viviente permanece en este mundo material cubierta por el cuerpo material, se sobrentiende que se halla bajo el control de una de las tres modalidades de la naturaleza material. Cuando ella está de hecho fuera del cuerpo, está entonces fuera de las garras de las modalidades materiales de la naturaleza. Pero mientras no esté fuera del cuerpo material, debe ser neutral. Ella debe dedicarse al servicio devocional del Señor, para olvidar automáticamente su identificación con el cuerpo material. Cuando uno está consciente del cuerpo material, actúa sólo para el goce de los sentidos, pero cuando uno traslada la conciencia hacia Kṛṣṇa, el goce de los sentidos cesa automáticamente. Uno no necesita este cuerpo material, y no necesita aceptar los mandatos del cuerpo material. Las cualidades de las modalidades materiales que hay en el cuerpo van a actuar, pero el ser, en su carácter de alma espiritual, es ajeno a esas actividades. ¿Cómo se vuelve ajeno? Él no desea disfrutar del cuerpo, ni desea salirse de él. Así pues, situado en el plano trascendental, el devoto queda libre automáticamente. Él no tiene que tratar de liberarse de la influencia de las modalidades de la naturaleza material.
La siguiente pregunta se refiere al comportamiento de una persona que está situada en el plano trascendental. A la persona que se encuentra en el plano material la afectan los llamados honor y deshonor que se le ofrecen al cuerpo, pero la persona situada en el plano trascendental no es afectada por ese falso honor y deshonor. Ella cumple su deber con conciencia de Kṛṣṇa y no se preocupa de que alguien la honre o la deshonre. Ella sólo acepta cosas que son favorables para el desempeño de su deber de conciencia de Kṛṣṇa, pues, por lo demás, no necesita de nada material, ya sea una piedra u oro. Ella considera que todo el mundo es un amigo querido que la ayuda en la ejecución del proceso de conciencia de Kṛṣṇa, y no odia a su supuesto enemigo. Ella tiene igualdad de ánimo y ve todo en un mismo plano, porque sabe perfectamente bien que no tiene nada que ver con la existencia material. Las cuestiones sociales y políticas no la afectan, porque ella conoce la situación de las perturbaciones y trastornos temporales. Ella no intenta hacer nada para sí misma. Ella puede hacer cualquier cosa para Kṛṣṇa, pero no trata de hacer nada para sí. Por medio de un comportamiento tal, uno llega a situarse realmente en el plano trascendental.